Son celulares, no doctores

En el 2012, algunas empresas de tecnología se regocijaron al presentar aplicaciones de smartphones que detectan anomalías en la dermis e incluso inicios de cáncer de piel.

Sin embargo, utilizar una app para determinar si un lunar es cancerígeno o no, solamente logra que se pueda atrasar un tratamiento que inclusive puede salvar una vida, dicen expertos de la Universidad de Pittsburgh en un nuevo estudio, publicado en JAMA Dermatology.

En el 2012, algunas empresas de tecnología se regocijaron al presentar aplicaciones de smartphones que detectan anomalías en la dermis e incluso inicios de cáncer de piel.

Sin embargo, utilizar una app para determinar si un lunar es cancerígeno o no, solamente logra que se pueda atrasar un tratamiento que inclusive puede salvar una vida, dicen expertos de la Universidad de Pittsburgh en un nuevo estudio, publicado en JAMA Dermatology.

“La eficacia en evaluar el riesgo de melanoma es muy variable en los teléfonos inteligentes, y tres de cuatro aplicaciones clasifican incorrectamente al 30 por ciento de los melanomas como no preocupantes”.

Ya que, por muy bien desarrollada que esté la aplicación, un dispositivo móvil nunca será igual que el diagnóstico médico. 

Laura Ferris, la dermatóloga que lideró esta investigación, dijo que en su mejor rendimiento, las apps fallaron al detectar 30 por ciento de los casos de melanoma. En el peor de los casos, fallaron en reconocer el melanoma hasta en un 93 por ciento.

Y Deborah Mason, de la Asociación Británica de Dermatólogos, señaló que “el diagnóstico solo puede ser realizado por un profesional de la medicina y cualquier persona que tenga un lunar sospechoso debe hablar con su médico de cabecera o con un dermatólogo”.

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