¿Ser o no ser una “soft girl”? La nueva tendencia donde las mujeres no trabajan

En TikTok e Instagram, el término “soft girl” ha comenzado a ganar popularidad, se trata de una nueva tendencia que pone énfasis en la paz emocional y en aceptar la dependencia económica de la pareja, específicamente en la dependencia económica del hombre.

Un ejemplo destacado de esta tendencia es Vilma Larsson, una joven sueca de 25 años, que ha logrado hacerse un nombre como referente. Vilma abandonó su trabajo en un supermercado y en una fábrica para adoptar el rol de “novia que se queda en casa”. A través de sus redes sociales, donde cuenta con miles de seguidores, comparte su día a día, afirmando que esta decisión la ha llevado a sentirse más feliz.

¿Ser “soft girls” es bueno o malo?

Un grupo de influencers suecas ha generado controversia en redes sociales al definir su estilo de vida como el de una “soft girl“. Este nuevo estilo de vida refleja una búsqueda de autenticidad y una respuesta distinta a las presiones sociales en la vida laboral de una mujer. 

Esta tendencia ha sido fuertemente criticada por Gudrun Schyman, cofundadora del partido Feministiskt initiativ y prominente figura del feminismo en Suecia, quien la considera “muy peligrosa” y un “retroceso” en la lucha por la igualdad de género. Schyman sostiene que esta elección ignora las luchas históricas de las mujeres por obtener derechos y oportunidades equitativas.

En contraste, el partido Demócrata de Suecia defiende esta tendencia desde una perspectiva de libertad individual. Denice Westerberg, portavoz nacional de la juventud del partido, argumenta que las mujeres deberían tener el derecho de elegir su estilo de vida, incluso si eso implica depender económicamente de su pareja.

¿Cómo son las “soft girl”?

El término “soft girl” describe un estilo de vida que pone énfasis en la serenidad y en la dependencia económica de la pareja.

Las soft girls suelen poner en segundo plano sus responsabilidades laborales para centrarse en actividades personales como cocinar, viajar, ejercitarse y cuidar de sí mismas, mientras sus parejas se encargan del aspecto financiero. Esta tendencia se refiere a una forma de vivir, pero también está vinculada a una estética específica.

Además del estilo de vida, las soft girls adoptan una estética que se caracteriza por colores suaves, prendas inspiradas en las décadas de los 90 y 2000, maquillajes naturales y peinados delicados.

@viilmalarsson Utforskar Limassol ☀️ #movingabroad #adayinmylife #stayathomegirlfriend ♬ La vie en rose (Cover Edith Piaf) – 田东昱

¿Por qué las “soft girls” han generado polémica?

Para algunos, la adopción del estilo de vida de las “soft girls” es vista como una forma válida de autocuidado y una expresión genuina de individualidad, donde cada mujer tiene el derecho de elegir cómo vivir y qué prioridades darle a su vida. Desde esta perspectiva, el enfoque en la tranquilidad, el disfrute de actividades personales y la aceptación de la dependencia económica de la pareja puede interpretarse como una opción que promueve el bienestar y la libertad personal.

Por otro lado, hay quienes argumentan que este fenómeno podría ser un retroceso en la lucha por la independencia y la igualdad de género. Para estos críticos, la tendencia refleja una perpetuación de roles tradicionales de género, donde las mujeres se ven relegadas al espacio doméstico y dependen económicamente de sus parejas, lo cual podría obstaculizar los avances hacia la autonomía femenina y la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y social.

Incluso muchas personas romantizan este estilo de vida, creyendo que los lujos y la vida sin preocupaciones siempre será así y en muchas ocasiones no sucede de esta forma. Algunas mujeres han dado su opinión y aseguran que años atrás esto era una obligación y no era una situación que eligieran por gusto. Por otro lado, argumentan que no todos los hombres, estarán dispuestos a mantener económicamente a su pareja y en ocasiones donde sí, no siempre será una vida llena de lujos, como lo muestran las redes sociales.