Sin despegarse de Netflix

Si estás suscrito a algún servicio de streaming como Netflix, es probable que seas culpable de binge watching, o ver varios capítulos de tu serie favorita sin detenerte y sin importar la hora o, incluso, si deberías ocuparte de otras cosas.

Esta actividad es cada vez más común y, según la escritora Jordan Gaines Lewis, es una contradicción con el estilo de vida ajetreado que la mayor parte de las personas llevan.

Si estás suscrito a algún servicio de streaming como Netflix, es probable que seas culpable de binge watching, o ver varios capítulos de tu serie favorita sin detenerte y sin importar la hora o, incluso, si deberías ocuparte de otras cosas.

Esta actividad es cada vez más común y, según la escritora Jordan Gaines Lewis, es una contradicción con el estilo de vida ajetreado que la mayor parte de las personas llevan.

“Nunca hemos sido tan compulsivos en cuanto a hacer varias cosas al mismo tiempo, bloqueamos y tuiteamos desde muchos dispositivos y desde todas partes. Así que parece absurdo que uno de nuestros hobbies sea disfrutar de series que nos atrapan por varias horas”, explica en un artículo en la revista The Week.

Entonces, ¿qué es lo que nos hace incapaces de levantarnos del sofá? De acuerdo con Lewis, la respuesta va más allá de las buenas historias y personajes, e involucra la empatía y la necesidad de dejar de pensar en nuestra propia vida.

Un estudio de la Universidad de Graduados Claremont en California, mostró a sus participantes un video sobre un niño con cáncer terminal, y el conflicto emocional de su padre, que intentaba disfrutar los últimos momentos con su pequeño, pero era incapaz de sentirse feliz.

Después de ver el video, todos los participantes tenían niveles más altos de cortisol y oxitocina que en las medidas tomadas antes de que fuera transmitido. El cortisol se relaciona con la angustia, y la oxitocina con la conexión humana. Esto quiere decir que los participantes se involucraron emocionalmente con el video, y lo mismo sucede cuando vemos una serie o película.

Un estudio de la Universidad de Princeton, del 2008, realizó resonancias magnéticas a los cerebros de sus participantes, mientras veían varios programas televisivos o películas, o un video de una sola toma, sin editar, de un concierto.

Los resultados indicaron que los programas que guiaban más a la audiencia, es decir, los que usaban tomas para señalar las cosas en las que el espectador debía concentrarse, provocaron más reacciones que la grabación sin editar, que les permitía elegir en qué fijar su atención. El primer estilo predomina en series como “House of cards” y “Game of thrones”.

Pero la teoría más predominante sobre la causa del binge watching es otra: que es precisamente nuestra vida ajetreada la que nos hace buscar un momento para perdernos en historias que no son la nuestra y que, una vez inmersos en él, nos cuesta desconectarnos y regresar a la rutina diaria.

Entonces, escapar parece ser una de nuestras actividades favoritas. De hecho, según Netflix, el 75 por ciento de las personas que vieron los siete episodios de la primera temporada de “Breaking bad” en la plataforma, lo hicieron en una sola sesión. No hay mejor manera de olvidarte de tus problemas que ver los de Walter White, ¿o sí?  

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