Salud a la mediterránea

En las últimas semanas, proveedores, industrias, ciudades y países de Europa y Asia están involucrados en un escándalo y fraude económico y alimenticio: el descubrimiento de ADN de carne de caballo en productos que supuestamente son 100 por ciento de res.

Nestlé, Burger King, Ikea, Silvercrest Foods (proveedor de ABP Food Group) y Spanghero son algunas de las compañías involucradas en el escándalo que se cree podría agravarse, involucrando a más países, incluso fuera de Europa.

Las personas que consumen aceite de oliva y frutos secos –como en esta dieta– disminuyen su índice de masa corporal y el perímetro de su cintura.
"Realmente creo que la dieta mediterránea reduce la incidencia de (ataques al corazón) muertes, accidentes cerebrovasculares y cardiovasculares”
Dr. Ramón EstruchHospital Clínic Universitari en Barcelona

En las últimas semanas, proveedores, industrias, ciudades y países de Europa y Asia están involucrados en un escándalo y fraude económico y alimenticio: el descubrimiento de ADN de carne de caballo en productos que supuestamente son 100 por ciento de res.

Nestlé, Burger King, Ikea, Silvercrest Foods (proveedor de ABP Food Group) y Spanghero son algunas de las compañías involucradas en el escándalo que se cree podría agravarse, involucrando a más países, incluso fuera de Europa.

A pesar de que aún no se ha reportado riesgo alguno de consumir este tipo de carne, The Guardian publicó que a los caballos se les trata con un fármaco antiinflamatorio llamado fenilbutazona o “bute”, prohibido para el consumo humano ya que podría causar –en casos muy aislados– anemia aplásica y/o insuficiencia de la médula ósea.

Las autoridades ya empezaron a tomar cartas en el asunto y al menos 27 países de la Unión Europea firmaron un acuerdo para analizar la carne en distintos países (en algunas naciones como Irlanda, el comercio de carne de caballo es ilegal).

A la par, ciudadanos y expertos en la alimentación han tomado acción y en distintos medios se ha bombardeado con una alternativa de prevención y salud: la dieta mediterránea.

Este tipo de alimentación no solo es Patrimonio de la Humanidad, seguirla se traduce en diversos beneficios para la salud, además de que los platillos son frescos y ligeros.

Sabor + beneficio = salud

Alimentarse a base de la dieta mediterránea, sobre todo preparando o consumiendo alimentos con aceite de oliva extra virgen y frutos secos, puede reducir –hasta en un 30 por ciento– el riesgo a sufrir un accidente cerebrovascular, así como a sufrir un infarto de miocardio, padecer ictus o morir por causas cardiovasculares.

O al menos eso se indica en el estudio “Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular”, el más grande que se ha hecho en España, a cargo de Predimed.

“Creemos que la fuerza de este estudio proviene del hecho de que se midieron los resultados duros y no solo de la presión arterial o cambios en los niveles de colesterol”, dijo el Dr. Ramón Estruch, del Hospital Clínic Universitari en Barcelona y uno de los coordinadores de la investigación.

La revista TIME señaló que “los resultados se suman al cuerpo de evidencia que sugiere que la dieta mediterránea puede jugar un papel importante en la protección del corazón, y debe orientar a los médicos y a los pacientes que quieren evitar las enfermedades del corazón a comer los alimentos que les pueden ayudar mucho”.

Y el Dr. Steven E. Nissen, presidente del departamento de medicina cardiovascular de la Cleveland Clinic Foundation, dijo a Gina Kolata de The New York Times que la investigación dice que “puedes comer una dieta balanceada con frutas y verduras y aceite de oliva, y reducir (el riesgo a) enfermedades del corazón hasta en un 30 por ciento… y en realidad se puede disfrutar de la vida”, aludiendo a que no es una dieta pesada, drástica o radical.

El estudio comenzó en 2002 y evaluó más de 20 millones de datos de 7 mil 447 personas de entre los 55 y los 80 años. La investigación duró hasta el 2007 analizando trimestralmente a los participantes.

Y es que el estudio, publicado en The New England Journal of Medicine comprobó que no solo reduce el riesgo de padecimientos del corazón, sino que también “hay una disminución más significativa en el caso de los ictus”, recalcó Estruch.

Ya que en esta dieta, “comparada frente a una dieta baja en grasa, el consumo de nueces se asocia con una reducción del 49% de la incidencia de ictus”.

Los beneficios no terminan ahí, los resultados también reflejaron que las personas que consumen aceite de oliva y frutos secos –como en esta dieta– disminuyen su índice de masa corporal y el perímetro de su cintura.

Se recomienda –tal como a los participantes– mantenerse alejado de los refrescos y la carne roja y procesada.

Y aunque duele un poco para los amantes de los postres, también es recomendable reducir o alejarse de las galletas y/o pasteles.

Rachel Johnson, de la Asociación Americana del Corazón, puntualizó que los resultados del estudio son impresionantes y que aunque no se fijaron en factores de riesgo como “el colesterol o la hipertensión o el peso. Sí analizaron los ataques al corazón y derrames cerebrales y muertes. Al fin y al cabo, eso es lo que realmente importa”.

Memoria de mediterráneo

El año pasado, la revista científica Journal of Alzheimer’s Disease publicó una investigación cuyos resultados indicaron que alimentarse con la dieta mediterránea también mejora la función cognitiva en adultos mayores con alto riesgo cardiovascular.

El consumo de nueces –característico de esta dieta como se ha mencionado– mejora la memoria.

Y no solo eso, beber café –no en exceso– y agregar aceite de oliva a tu menú diario tienen un efecto sobre la mejora de la memoria verbal de una persona. 

Así como beber vino –tampoco en exceso- es un beneficio para la función cognitiva. A propósito del vino, esta semana se publicó en The Atlantic que la ingesta de siete copas de esta bebida, a la semana, es un beneficio para la salud del corazón. El vino también es uno de los factores que componen a la dieta mediterránea.

Patrimonio de la salud

En 2007, el gobierno español propuso que la dieta mediterránea fuera candidata para ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pero la conferencia internacional de la Unesco en Abu Dabi la rechazó como candidata.

Pero, fue el 16 de noviembre del año 2010, cuando la dieta mediterránea pasó de ser un tipo de alimentación sana a ser declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Los 10 básicos de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea es rica en antioxidantes y fibras, baja en grasas saturadas y se caracteriza por la alta ingesta de los siguientes productos:

— Actividad física diaria
— Azúcares o dulces (semanalmente)
— Beber agua
— Derivados lácteos (bajos en grasa)
— Pan y cereales (trigo, principalmente)
— Aceite de oliva extra virgen
— Vegetales (ya sean frutas, verduras, frutos secos y legumbres)
— Vinagre
— Vino (cantidades moderadas y a la hora de la comida)
— Pescado, carne roja y blanca (semanal)

¿Qué se come en esta alimentación?
Sitio de la Fundación Dieta Mediterránea

Investigación del Dr. Estruch
El estudio en línea

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