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El reto de la aviación

El cambio climático es uno de los principales problemas a los que se enfrenta la comunidad internacional, por lo que la contribución de cada uno de los sectores, en particular del aeronáutico, para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero se vuelve cada vez más relevante

La vida en la Tierra depende de la energía que recibe del Sol; cerca de la mitad de la luz que llega a la atmósfera del planeta pasa a través del aire y las nubes para llegar a la superficie donde se absorbe y luego se emite hacia el espacio en forma de ondas infrarrojas (calor). De este calor, 90 por ciento es absorbido por los gases de efecto invernadero.

Ese efecto ocurre de manera natural en la atmósfera del planeta y permite que exista la vida tal y como la conocemos; pues sin él, la temperatura promedio sería inferior a los –18 °C.

Sin embargo, actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación de los bosques y selvas intensifican el efecto invernadero natural, al incrementar las emisiones de gases y modificar la composición de la atmósfera.

La aviación es responsable de 2 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que representa unos 689 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.

2
de emisiones de gases de efecto invernadero son por la aviación

En su participación en el Primer Congreso Nacional de Bioturbosina, Leonardo Beltrán Rodríguez, subsecretario de Planeación y Transición Energética de la Secretaría de Energía (Sener), recordó que en octubre de 2009 la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), organizó la Reunión de Alto Nivel sobre Aviación y Cambio Climático, en la que se aprobó un Programa de Acción para hacer frente a las emisiones de dióxido de carbono.

Entre las acciones que se incluyeron en dicho programa están el crecimiento neutro de carbono a partir del año 2020 y la reducción de 50 por ciento de las emisiones de CO2 respecto a los niveles de 2005. Y, con el fin de cumplir con estas metas, se ha invertido en el clúster bioturbosina, uno de los cinco capítulos que conforman el Centro Mexicano de Innovación en Bioenergía.

689
millones de toneladas de CO2 se generan al año en este sector

El cambio climático, reconoció el funcionario, es uno de los principales retos a los que se enfrenta la comunidad internacional, por lo que la contribución de cada uno de los sectores, en particular del aeronáutico, se vuelve relevante.

“De ahí que tenemos el compromiso internacional del sector de la aviación para ser sustentable. La estrategia es promover el uso de combustibles y tecnologías limpias con una visión de largo plazo, la cual debe estar acompañada de un marco jurídico que permita en los próximos años tener dos biorrefinerías con capacidad de 750 millones de litros anuales de bioturbosina o combustible renovable de aviación”, indicó el funcionario.

50%
del CO2 se espera que sea reducido para el 2020

Se espera que la primera de las biorrefinerías esté lista para 2026, una vez que se haya confirmado la viabilidad del proceso, se elija la materia orgánica de origen vegetal o animal a partir de la cual se va a producir la bioturbosina, y que quede claro tanto la cadena de valor como la mejor vía para llevar este biocombustible, en este caso las aerolíneas del país. La segunda, está prospectada para 2030.

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