Reseña: “El Camino”, una película dolorosamente irrelevante

ALERTA DE SPOILERS: La película carece de algunas de las grandes virtudes que convirtieron a "Breaking Bad" en algo legendario, aunque no todo es malo en ella

¿Esta película era realmente necesaria? Esa es la pregunta que deja El Camino: A Breaking Bad Movie, la cual muestra las acciones que emprendió Jesse Pinkman el día después de la matanza orquestada por Walter White contra la banda de neonazis encabezada por Todd y su tío Jack.

A inicios de 2015, parte del público y la crítica temían que Better Call Saul fuese un spin off irrelevante. Eso no sucedió y Vince Gilligan ofreció una serie a la altura de su exitosa predecesora. Sin embargo, ese miedo se materializa ahora en la película recién estrenada en Netflix.

Antes de concluir Felina (el episodio final de la aclamada serie), Pinkman fue liberado por White de los maltratos a los que era sometido como un cocinero esclavo de metanfetamina azul; los dioses del guion le daban a la mano derecha de Heisenberg una segunda oportunidad.

La trama de Jesse quedaba abierta a las posibilidades, pero todo apuntaba a que se alejaría de los bajos mundo del crimen para empezar de cero. El Camino no presenta la nueva vida del personaje, sino la manera en que huyó de los áridos paisajes de Albuquerque, Nuevo México.

Más que una película independiente con nuevas ramificaciones del universo Breaking Bad, esto es un episodio extendido que opera como epílogo al mostrar la persecución policial y el escándalo mediático desencadenados una vez que el público conoce el fatídico final del temido Heisenberg.

Aquí la historia de Pinkman resulta simple: se esconde de la policía, recibe ayuda de sus amigos y atraviesa por un par de peripecias para obtener el dinero necesario para pagar al Extractor, el mismo personaje que desapareció a White por una larga temporada.

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Al ser construida como un episodio, más que como una película, El Camino carece de la gran cualidad que poseen Breaking Bad y Better Call Saul; la profundidad de los personajes y su complejo arco de transformación. Claro está, que en dos horas es difícil conseguir ese efecto.

El final deja la sensación que la vida dentro de este universo seguiría igual si no hubieran rodado esta película. Es información que todo fan de Breaking Bad apreciará como datos extras o curiosidades, pero no tienen mayor relevancia en el canon de la serie.

Otro punto débil es que la película no logra disimular de manera satisfactoria el paso del tiempo sobre los actores. Basta ver la manera en que lucía el personaje de Todd (interpretado por Jesse Plemons) en Felina y el sobrepeso que presenta ahora en El Camino.

No todo es malo en esta película, pues es bastante fiel al aspecto visual de la serie original, además que mantiene los grandes diálogos y las secuencias que le volaron la cabeza a más de uno; quizá la más destacada sea la de Jesse buscando el dinero oculto en el apartamento de Todd.

La obra tiene su buena dosis de fan service al presentar en distintos cameos (la mayoría a manera de flash backs) a personajes icónicos como Mike Ehrmantraut, Jane Margolis y Ed Galbraith; así como el mismísimo Walter White (interpretado por el multipremiado Bryan Cranston).

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Otra cualidad de El Camino es la tensión que consigue en varias secuencias de la película: por ejemplo, el encuentro de Jesse con los falsos policías y el homenaje a las películas del oeste en el enfrentamiento final.

Los más destacado son las escenas que muestran la manera cómo los neonazis torturaban a Pinkman, tratándolo como un animal enjaulado, bañándolo con agua helada y usándolo para apuestas estúpidas entre un grupo de rednecks.

Así como la ocasión en que Jesse pudo matar a Todd y liberarse de aquella tortura, pero que no lo hizo porque sabía que exponía la vida de Brock, el hijo pequeño de Andrea, la mujer que amaba y fue asesinada tras el primer intento de fuga del personaje.

El producto en sí mismo no es un desastre, ni nada por el estilo, pero al ser vendido como una película a seis años de distancia del final de la serie, es razonable que se esperara más de ella que un simple epílogo.

En pocas palabras, El Camino no daña la gran reputación de Breaking Bad, pero tampoco le hace grandes aportaciones.

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