La responsabilidad de los servidores públicos en su desempeño en las redes sociales en internet está en un limbo

Redes sociales, límites a la concentración

El periodo de confinamiento obligatorio impuesto por la pandemia de coronavirus provocó que millones de personas en todo el mundo comenzaran a dedicar más tiempo a las redes sociales, sin embargo, destinar más de cinco horas diarias a estas plataformas provocaría una pérdida de la concentración a corto y mediano plazo

El grado de concentración que desarrolla una persona determina los objetivos que alcanzará a lo largo de su vida. El periodo de confinamiento obligatorio implementado para evitar los casos de contagio por Covid-19, provocó que millones de personas en todo el mundo destinaran gran parte de su tiempo al uso de redes sociales y a navegar en diversos sitios de internet para distraerse, sin embargo, permanecer por más de tres horas al día frente a una computadora, tableta o celular podría desencadenar a corto y mediano plazo problemas a nivel psicológico.

De acuerdo con diversos especialistas en psicología, centrar la atención por tiempos prolongados en las redes sociales u otro tipo de plataformas digitales, además de dispersar de manera peligrosa la atención de los usuarios, podría provocarles problemas en la capacidad para recordar, concentrarse y memorizar.

También afectaciones relacionadas  con periodos prolongados de ansiedad, palpitaciones, cambios de humor, irritabilidad y hasta depresión.

En la actualidad, los seres humanos tienen un límite diario de atención para determinadas actividades,  que va de 3 a 5 horas al día, de acuerdo con el Dr. Cal Newport, quien ha escrito libros como Digital Minimalism o Deep Work.

El Centro de Investigación y Aplicación de Estudios de Comunicación de la Universidad Necmettin Erbakan (NEU) en Konya llevó a cabo un experimento sobre el uso de redes sociales durante la pandemia de coronavirus.

En dicha investigación se dio a conocer que los 577 participantes entrevistados pasan hasta cinco horas en las redes sociales durante el periodo de confinamiento, en comparación con las tres horas diarias que se invertían antes de la pandemia.

El estudio también puso sobre la mesa que 44 por ciento de los encuestados usan las redes sociales para entretenerse, 31 por ciento para obtener información, 10 por ciento para apoyar su proceso de aprendizaje, 8 por ciento para socializar y 7 por ciento para otros fines.

Concentrarse para crecer sin redes sociales

Aunque el internet es un aliado para generar ingresos, mejorar la calidad de vida a través del trabajo remoto y una red que permite dar a conocer una idea o proyecto personal, se deben tomar precauciones sobre la forma en que se está utilizando el tiempo, ya que es muy fácil perder la atención que se le debe dar a una actividad importante.

Hoy día, el modelo de negocio del cual dependen las plataformas digitales se basa en la eficacia que tiene la publicidad para retener la atención de los cibernautas.

Para quedarse con el interés de los usuarios las marcas cuentan con solo 8 segundos, es por eso que a través de la difusión de enlaces, imágenes, likes, retuits y otros estímulos para el sistema nervioso, se busca retener el mayor tiempo posible a una persona con la intención de que se genere una venta, un like o una suscripción.

Cuando la atención sobrepasa los 10 segundos es común que el individuo desconecte su cerebro de lo que estaba viendo y comience a buscar una nueva señal, alerta o recomendación.

De acuerdo con la psicóloga independiente Ana Lilia Rodríguez el hecho de conectar y desconectar la actividad cerebral de manera constante, puede producir a mediano plazo un patrón en el individuo que le impida concentrarse de manera eficaz en las metas que pretenda alcanzar.

“Mientras más tiempo se pasa en las redes sociales, más veces se enciende y se apaga el cerebro. Si este hábito se mantiene por mucho tiempo, o las personas dedican más de tres horas diarias a este tipo de estímulos va a llegar un momento en que el cerebro se va a acostumbrar y cuando la persona quiera centrarse en algo realmente importante no va a poder, o al menos le va a costar mucho trabajo”.

“Lo recomendable sería que las personas se fijen una hora al día o hasta menos para las redes sociales y aprovechen el tiempo que les sobra en actividades que les ayuden a estimular su creatividad. El aislamiento obligatorio sin duda provocó que este tipo patrones se repitan porque no hay otra cosa que hacer, sin embargo, las personas deben ser disciplinadas, porque para conseguir cualquier objetivo siempre será necesario tener compromiso y atención”, expresa la psicóloga.

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