¿Redes sociales amenazan a procesos de socialización tradicionales?

Algunos expertos consideran que el uso excesivo de estas plataformas puede generar que los jóvenes se aíslen de las personas a su alrededor

En la actualidad niños, jóvenes, adolescentes y adultos, dejan de tener vida social al crearse una “vida virtual”, advirtió el profesor de la Universidad del Valle de México (UVM), Erick de Jesús Olvera Monterrubio.

El docente de la UVM, Campus Texcoco, afirmó que el impacto negativo de Facebook en jóvenes, por ejemplo, es que puede distorsionar el desarrollo de sus habilidades de socialización, al grado de tener más amigos virtuales que no se saben si existen o si son como dicen ser.

“Antes, cuando acudias a un restaurante, escuchabas voces, conversaciones, las personas platicaban, ahora sólo se escucha el tecleo de los teléfonos”, dijo el psicólogo a través de un comunicado de la UVM.

Agregó que el uso de redes sciales hizo que se perdieran acstividades sociales y familiares como el compartir la comida, lo que genera que no exista un proceso de socialización óptimo.

Olvera Monterrubio señaló que, en términos cognitivos de maduración y a nivel cerebral, el niño es quien sufre mayores efectos negativos. El menor de edad, agregó, no debería tener acceso a Facebook ni a ningún otro tipo de redes sociales “porque el proceso de una red virtual afecta el proceso natural de pensamiento y de procesos cognitivos”.

En el caso de los adolescentes de entre 15 a 19 años, agregó, el uso de redes sociales podría ser funcional, pero con estrecha vigilancia de los padres de familia.

El experto sugirió vigilar a los asolescentes respecto a este tema, para saber qué es lo que ven, cuáles son sus grupos, quiénes son sus amigos, y qué difunden.

Por ello, recomendó a los padres de familia llevar una relación de confianza y comunicación con los hijos, para anticipar riesgos y sensibilizarlos sobre lo que pueden o no compartir.

No obstante, para jóvenes y adultos, el profesor encontró que las redes sociales pueden servir como una válvula de escape a las situaciones de crisis y estrés natural.

“He visto cómo algunas personas a nivel de la vida real, no hicieron conexión o relación con otras personas; se quedan solos, entonces en las redes sociales encuentran esas personas que los están ayudando a no caer en un proceso de depresión”, apuntó.

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