¿Realmente existió Juan Diego o todo es parte del mito guadalupano?

¿Realmente existió Juan Diego o todo es parte del mito guadalupano?

Juan Diego, en la tradición católica, fue un indígena pobre, al que la Virgen de Guadalupe se le apareció en repetidas ocasiones

La existencia de Juan Diego es uno de los eventos más cuestionados a la iglesia católica, ya que no hay pruebas suficientes que determinen su existencia o que las 4 apariciones de la Virgen de Guadalupe, de las que fue testigo, fueran partes reales de la historia.

La Guadalupana y Juan Diego

Dentro de la religión católica, se cree que el 12 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego Cuauhtlatoatzin, quien fue un indígena perteneciente a la etnia de los chichimecas, de acuerdo con el sitio Vatican News.

Así, mientras él se dirigía a la Ciudad de México, la Virgen se presentó por cuarta vez y le pidió traerle flores; a pesar de ser invierno y que la tierra del cerro del Tepeyac, donde estaban, era árida, Juan Diego encontró rosas muy hermosas que colocó en su tilma.

La Virgen, lo envió con el obispo de México, el fray Juan de Zumárraga, como prueba de su veracidad para que le erigiera un templo; de tal forma que, al llegar con él, Juan Diego dejó caer las flores y en el tejido apareció, inexplicablemente impresa, la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Juan Diego: ¿se han encontrado restos?

En 1996, Guillermo Schulenburg Prado, uno exabad muy recordado de la Basílica de Guadalupe, negó la existencia de Juan Diego, mito sobre el que se sustenta la existencia de la Virgen de Guadalupe, ya que nunca se encontraron los restos del hombre, a pesar de los intentos.

“Juan Diego es un símbolo, no una realidad”, dijo Schulenburg Prado, luego de haber realizado una serie de investigaciones apoyado en un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, ya que afirmó que los restos encontrados en la “Antigua Parroquia de Indios” pertenecían a personas que vivieron un siglo después de la época en la que vivió este personaje.

Guillermo Schulenburg Prado no ha sido el único que intentó encontrar los restos de Juan Diego, ya que la Congregación vaticana para las Causas de los Santos, decidió crear en 1998 una Comisión histórica para analizar el fundamento del indio y las apariciones.

La comisión no logró encontrar los restos del beato, pero ellos indicaron que esta situación no debería de ser sorprendente, ya que “muchos sepulcros, también de personajes importantes, tanto indígenas como españoles permanecen anónimos”, por lo que no es motivo para negar la existencia de Juan Diego, de acuerdo con la Universidad de Dayton.

La existencia documental

A pesar de ello, el doctor Felipe Gaytán Alcalá, profesor e investigador en la Universidad La Salle, indicó para el Financiero, que la existencia de Juan Diego no es lo que se pone en duda: “sí existió, sí hay registros de que existió un indígena de esas características, pero no hay un registro de que se le haya aparecido la imagen”.

Además, la Comisión histórica encontró un documento llamado “Nican Mopohua”, en el que es posible encontrar una especie de acta de defunción del indígena, según indica la Universidad de Dayton; por lo que indican que Juan Diego realmente existió.

No obstante, “en los registros y en los relatos de Zumárraga, el obispo en ese entonces, no hay relato (de las apariciones de la Virgen), y eso hubiera sido relevante para el hecho mismo de haberlo narrado”, dijo el doctor Felipe Gaytán.

Además, otro de los puntos que se ha cuestionado es si realmente el indígena pertenecía a una clase baja, debido a que sólo quienes formaban parte de la nobleza podían visitar al obispo, de otra forma, las puertas estaban cerradas.

De igual forma, el relato hablado realizado por Miguel Cabrera en el siglo XVII ha sido cuestionado, ya que muestra a un hombre características españolas, y Juan Diego, al ser indígena, debió de ser lampiño, con ojos rasgados y cabello lacio, según historiadores.

¿Por qué se construyó el relato?

El papel de Juan Diego fue una pieza clave para que la iglesia católica convenciera a los indígenas de su conversión, ya que, hasta el momento del suceso, ambos mundos estaban en contraposición, según la Universidad de Dayton, por lo que se logró una evangelización más rápida.

Conoce más: El día que el abad de la Basílica de Guadalupe negó la existencia de Juan Diego

“Lo interesante del mito de la Guadalupana es que fue un indio al que se le apareció la Virgen. Esto fue una señal de que tenía que convertirse, de que tenía que haber una aceptación de la nueva religión”, indicó el doctor Gaytán.

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