Diego Santoy, el asesino de Cumbres

¿Qué ha sido de El Asesino de Cumbres?

Diego Santoy, El Asesino de Cumbres, jamás volverá a pisar la calle, sin embargo, se ha casado y hasta tiene un hijo…

Una foto muestra a un joven, apuesto, abrazando tiernamente a un niño quien, sobrecogido, reposa la cabeza en su hombro… Nadie imaginaría que El Asesino de Cumbres sea el protagonista.

La imagen bien podría ejemplificar la relación amorosa de un padre y su hijo (es el caso), sin embargo, a algunos les genera escozor y hasta cierto temor.

Quien aparece en la imagen es Diego Santoy Riveroll, quien en 2006 cometió uno de los crímenes más horrendos de los que tenga memoria la sociedad neolonesa.

El pequeño es el hijo que procreó con la presidenta de su club de fans, con quien se casó estando en la cárcel y mantiene una relación de amistad.

Santoy Riveroll, El Asesino de Cumbres, cumple una condena de 71 años de prisión, misma que le fue reducida, tras haber sido condenado a 137 años, por su buen comportamiento dentro del penal de Cadereyta, ubicado en Nuevo León, su tierra natal.

El joven, además de recibir las visitas constantes de su hijo, es maestro de computación en el penal. Actualmente tiene 34 años y su rehabilitación, según quienes han dado seguimiento a su caso, va viento en popa.

ASESINO DE NIÑOS

“La historia de amor que terminó en tragedia”, así califica aún la prensa y la sociedad neolonesa a los eventos que llevaron a Santoy a la prisión y los cuales se desarrollaron en un frío marzo de 2006.

En aquel gélido año Diego asesinó, a sangre fría, a dos niños: María Fernanda Peña Coss de apenas tres años y su hermano Erick Azur, de siete años. Ambos eran los hermanos menores de su novia, Erika Peña Coss.

La madrugada del 2 de marzo del año en cuestión, Diego, quien entonces tenía 21 años, ingresó al domicilio de su novia, en la calle Monte Casino número 2909 de la colonia Cumbres de Monterrey, ataviado con un pasamontañas, guantes y armado con un cuchillo.

Una vez en el interior, Santoy Riveroll ingresó a la recamara de su novia para convencerla de que no lo abandonara pues en días anteriores ella había decidido terminar con la relación.

Según la declaración de Erika, la furia y locura se apoderó de Diego cuando ella insistió en que su relación había terminado y se dirigió a la recamara de sus pequeños hermanos para asesinarlos a sangre fría.

Antes de huir le cortó el cuello a Erika, posteriormente secuestró a la empleada doméstica, a quien los gritos habían despertado; después se robó un coche y se dirigió a una central de autobuses fuera de Nuevo León.

No pasó mucho para que El Asesino de Cumbres, como ya era conocido, fuera capturado. La tarde del 6 de marzo fue hallado en una central de autobuses en Oaxaca, desde donde, junto con su hermano, trataba de huir hacia Guatemala.

EL GIRO EN EL CASO

Santoy era conocido por ser un joven pudiente, un mirrey, un junior… Una vez en la cárcel su caso fue turnado a la abogada Raquenel Villanueva, famosa por haber defendido con éxito a varios miembros del crimen organizado del norte del país.

La historia que elucubró la abogada, y que al final no convenció a nadie, circuló alrededor de la responsabilidad de Erika Azur como partícipe del crimen, pues odiaba a sus pequeños hermanos  a quienes sus padres “querían más que a ella”.

En ese entonces, la defensa incluso llegó a afirmar que Diego había tenido un romance con la madre de Erika y que ella, al enterarse, decidió desquitarse con los pequeños de 3 y 7 años, sin embargo, nunca presentaron pruebas fehacientes.

Al final El Asesino de Cumbres recibió una condena de 137 años de prisión y fue obligado a pagar una indemnización de 300 mil pesos por los delitos de homicidio calificado, privación ilegal de la libertad, robo de vehículo y tentativa de homicidio.

Diego jamás volverá a pisar las calles.

CLUB DE FANS Y HASTA PELÍCULA

Fue tanta la expectativa y cobertura mediática hacia el caso que, hasta la fecha, hay quien cree en la inocencia de Santoy y da por buena la versión de su defensa respecto a que su exnovia fue quien asesinó a María Fernanda y Erick.

En 2006 una joven, originaria de Chihuahua, llamada Leticia formó un club de fans que exigía la liberación o, por lo menos, la reducción de condena a para Diego Santoy.

En 2009 Lety se casó con Diego y procrearon a un varón, el cual aún sigue visitando a su padre en Cadereyta, acompañado de su madre, con quien, ahora, sólo mantiene una relación de amistad.

En 2013 se estrenó en las salas de cine de México y algunos otros países, como Estados Unidos, la Película Cumbres, basada en el terrible asesinato que Diego cometió.

En aquel año la agencia Efe catalogó la película como una “road movie con incógnitas para el espectador y sin un destino claro para sus protagonistas que muestra al público una historia personal que difumina el entorno de violencia en México”.

La obra del director Gabriel Nuncio narra la historia de dos hermanas que huyen, una de las cuales no sabe por qué van en ruta hacia lo desconocido, emulando la huida de Diego y su hermano a Guatemala.

“Es una historia rosa dentro de una historia de nota roja… Todos los directores que están haciendo películas con violencia es porque la perciben así, pero cuando escribí esta película la tenía tan en la cara que decidí evitarla”, añadió Nuncio en una entrevista que brindó a Efe.

El filme se presentó en el Baja Film Festival, SXSW en Austin, el Festival Internacional de Cine de Valencia y el Riviera Maya Film Fest donde recibió el Premio Jurado Joven.

¿Y ERIKA?

Erika Peña Coss, quien siempre aseguró que Diego la manipulaba, se casó en 2014 con un joven empresario llamado Mike Otto con quien vive en San Miguel de Allende, Guanajuato.

Aunque en redes sociales se han difundido algunas imágenes de ella, lo cierto es que vive en el anonimato y aunque hay medios que la han buscado ella ha preferido guardar silencio.

La madre de Erika, Teresa Coss, quien fue una afamada conductora de televisión, además de astróloga, también desapareció de los reflectores tras el asesinato de sus dos pequeños hijos.

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