Se nos va de las manos

Todo parece indicar que al mexicano 
–simplemente– “le vale queso” que sus tradiciones mueran, que no se aprovechen las bondades de sus productos para su exportación y que con ello se pierdan oportunidades de oro para la agricultura y la economía del país.

Si a eso se le agrega que lo último que tienen en la mente los mexicanos es aprovechar sus recursos, el país se queda como una potencia de exportación en bruto, que encima tiene que combatir los estragos del cambio climático que afectan sus cultivos.

1%
De la producción de cacao en el mundo, corresponde a México
La producción del grano de trigo (Triticum) en el país aumentó en los últimos tres años
Mejorar genéticamente el cacao permite que el producto sea más resistente a enfermedades

Todo parece indicar que al mexicano 
–simplemente– “le vale queso” que sus tradiciones mueran, que no se aprovechen las bondades de sus productos para su exportación y que con ello se pierdan oportunidades de oro para la agricultura y la economía del país.

Si a eso se le agrega que lo último que tienen en la mente los mexicanos es aprovechar sus recursos, el país se queda como una potencia de exportación en bruto, que encima tiene que combatir los estragos del cambio climático que afectan sus cultivos.

Basta con saber que el cacao y el chocolate son un símbolo casi patrio de esta nación (que es una gran potencia cultivable), pero aún así México está ubicado en el último lugar de producción de cacao, a nivel mundial.

Y es que la falta de competitividad de México en este rubro es alarmante, pues de acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo), más de 80 mil familias del país se sostienen económicamente de su producción de cacao y han enfrentado problemas como la baja producción de esta semilla, lo que es consecuencia de la falta de medidas preventivas y del cambio climático.

Además, la industria del chocolate mexicano se ha visto fuertemente afectada por factores como el aumento del precio de las materias primas, el cambio del dólar (respecto al peso) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

“Cuando empezamos a hacer estos ejemplares (Artes de México), hace como seis años, los expertos nos dijeron que México producía el 1 por ciento del chocolate del mundo. Siendo la cuna del cacao, esta es una situación que debería tener la atención de todos, queremos regresar a que México tenga sus propias industrias de cacao a través de la sociedad civil, iniciativas privadas y gubernamentales; sin embargo, aún estamos en incertidumbre”, menciona Margarita Orellana, historiadora y editora de la revista Artes de México.

“México ocupa el treceavo lugar en la producción de cacao, pero hay que ver los contrastes, no solo qué lugar tiene México, sino cuánto produce. Mientras el primer lugar que es Costa de Marfil produce aproximadamente el 34 por ciento; el treceavo lugar que es México produce menos del 1 por ciento”, comenta Orellana.

Cacao mexicano

En México se han modificado genéticamente tres genotipos de cacao criollo.

Las buenas noticias

Pero no todo es pérdida y falta de acción en el sector agricultor de México. También hay ejemplos de iniciativas que favorecen el impulso y mejoramiento de la producción de cacao mexicano.

Entre esas iniciativas están la creación de tres nuevos genotipos de este producto, lo que también conlleva a la elaboración de nuevos sabores.

Ana Rita García, directora del Museo del Chocolate (Mucho), señala que estos tres nuevos tipos de cacao tienen aromas y sabores afrutados e incluso algunos se sienten como miel y nuez.

Los nuevos genotipos de cacao se desarrollaron a partir de una variedad del cacao criollo que se produce en regiones de Chiapas y Tabasco, así como de otros híbridos que se elaboraron en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de Huimanguillo.

Los nuevos granos van a ser estudiados en el Culinary Institute de Nueva York y son una esperanza para el futuro de la producción y exportación de cacao mexicano, ya que la mezcla mejora las especies y brindan ventajas competitivas en el mercado.

Además, al mejorar genéticamente el cacao permite que el producto sea más resistente a enfermedades y se elaboren híbridos de alta producción.

Trigo a la mexicana

La producción de trigo se ve sumamente afectada no solo por el desinterés del mexicano, sino también por el cambio climático.

De acuerdo a la Alianza Campesina del Noroeste (Alacano), el fenómeno climático ya alteró las zonas productoras de trigo y las cosechas se han visto deterioradas hasta con dos toneladas por hectáreas.

Raúl Pérez Bedolla, secretario general de la Alcano, menciona que el apoyo que se proporciona a productores a través de ProArgo por subsidio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), era de 100 dólares por hectárea en 1994 y hoy son 50 dólares. A la par de que los insumos se incrementaron entre 50 y 80 por ciento.

Aún así, la producción del grano de tigro en el país se incrementó 14.6 por ciento entre 2013 y 2016, gracias a la implementación de políticas sustentables, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA).

La SAGARPA estableció que la producción pasó de 3 millones 352 mil toneladas en 2013 a 3 millones 841 mil toneladas en el año 2016.

El cultivo de trigo en México alcanza un valor superior a 12 mil millones de pesos, lo que equivale al 2.9 por ciento del valor de la producción agrícola .

En México, el trigo está en segundo lugar de importancia en el país, después del maíz, con una producción anual de 3.4 millones de toneladas.

Sin embargo, de igual manera que con el cacao, aún faltan medidas preventivas para enfrentar al cambio climático y para fomentar recursos y acciones sustentables que favorezcan la producción y exportación de este grano.

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