La muerte llegó por Perla Schwartz

Perla Schwartz y su legado inmortal

Las publicaciones literarias y críticas cinematográficas de la escritora, así como sus enseñanzas dentro de las aulas, la convierten en alguien que, a pesar de su reciente fallecimiento, vivirá por siempre

La muerte llegó por Perla Schwartz, y aunque ya no se le verá más escribiendo o dando clases, sus letras y enseñanzas no se irán, permanecerán en los lectores que se encontraron con sus libros y en los estudiantes a quienes les inculcó el arte del periodismo.

“Su legado es haber hecho Periodismo comprometido, siempre profundizaba los temas que trataba, era una persona muy culta, tenía un ángulo diferente ante cada situación, sólo hay que ver sus críticas de cine y teatro”, comparte el psicoanalista y periodista Miguel Ángel Quemain, quien conoció a Schwartz en los años 80, cuando coincidían en eventos teatraeles.

En entrevista, Quemain añade que aunque Perla Schwartz se enfrentó a una faceta de criris psiquiátrica muy grave, nunca dejó de intesarle el impulsar a las mujeres, siendo una muestra ejemplar del feminismo.

Perla Schwartz era más que una narradora de historias y de perspectivas cinematográficas, era una amiga y compañera incondicional.

La exbailarina y ahora productora Sandra Narváez la describe como una amiga de historias, de letras y de alguna que otra intimidad, pues, según confiesa, Perla le provocó una de sus más grandes sonrisas cuando la encontró en la Cineteca Nacional, confesándole que se había “escapado” de Cuernavaca para seguir siendo feliz en el mundo del cine y del teatro.

Durante sus últimos años de vida, Schwartz estuvo enfocada en la producción cinematográfica y en el teatro. Una de sus últimas apariciones fue en un ciclo de cine sobre el literato John Steibeck, en la Cineteca Nacional.

“Mi mayor honra”, comparte Narváez, “ fue cuando me pediste que subiera tus notas a Menú Teatral, un blog especializado en artes escénicas; mi oportunidad de vida, tomarte de las manos, darle cobijo a tu espíritu y contener tu mente envuelta en conocimiento mezclada con locura, como buena poeta que eras y escucharte hasta volver a ver el brillo en tus ojos. Nuevamente compartiremos el vino y el pan como el último día que te vi”.

Schwartz inició su vida profesional en el periodismo cultural, fue reportera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y colaboradora de varios periódicos y revistas, como Casa del Tiempo, El Heraldo Cultural, El Sol de México, El Universal, Excélsior, La Jornada Semanal, Novedades, Plural y Reforma.

Era una persona muy culta, tenía un ángulo diferente ante cada situación, sólo hay que ver sus críticas de cine y teatro
Miguel Ángel QuemainPsicoanalista y periodista

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