Perdido en un barco

No crean que este #Popcast es sobre la canción de Maná…no, más bien es sobre el anuncio de que Coachella organizará un festival en un crucero. 

No crean que este #Popcast es sobre la canción de Maná…no, más bien es sobre el anuncio de que Coachella organizará un festival en un crucero. 

Después de poco más de 10 años de éxito, Coachella se diversifica y por un momento dejará el clima semi-desértico de Indio, California, para zarpar en diciembre rumbo a las Bahamas y Jamaica acompañados de Pulp, Hot Chip, James Murphy, Simian Mobile Disco y una docena más de bandas y DJs.

No es broma. El festival se hará en el Celebrity Silhouette, “uno de los barcos más estilizados y lujosos del mar”, dicen los organizadores, y que además cuenta con 12 lugares para cenar, 9 bares, múltiples escenarios para la música en vivo y un impresionante spa. Los precios van desde 500 hasta los mil 500 dólares, dependiendo el tipo de habitación y el número de personas que reserven. 

¿Cuál crisis? En el mundo del “hipsterismo”, no hay tal cosa. Y es que el negocio de la música en vivo crece año con año, a diferencia de la industria de la música grabada en formato físico que va a la baja. 

Para dimensionar esto, una comparación. En 2011, a nivel mundial se obtuvieron ganancias por 23.5 mil millones de dólares (mmdd) por concepto de conciertos, festivales y música en vivo. Cinco años antes, en 2006, el negocio de la música en vivo generó 16.6 mmdd. 

En cambio, los ingresos por venta de discos bajaron de 36 mmdd en 2006, a 34.7 mmdd en 2011. Una tendencia claramente a la baja.

Mientras en Estados Unidos (EU) y en gran parte del mundo se siguen sufriendo las consecuencias de la crisis económica, en particular el sector de los estudiantes y jóvenes que es de los más afectados, es de llamar la atención que AEG Live, la empresa que organiza el festival de Coachella bajo la subsidiaria de Goldenvoice, se atreva a mandar el festival a las Bahamas y a Jamaica en un lujoso crucero. 

Quizá esto se explica con datos publicados por la revista FORBES: aunque en 2011 las 100 giras y conciertos más grandes en EU ganaron 6.3 por ciento más de ingresos respecto a 2010, la cantidad de asistentes bajó en 2.6 por ciento. Existe una audiencia cautiva y fiel para espectáculos de este tipo, y si corres con suerte y ahorras lo suficiente, podrás presumir que te subiste al mismo barco que Jarvis Cocker en las vacaciones. 

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