Pedro Erazo, el inmigrante punk al que la música le cambió la vida

El músico, integrante de la banda Gogol Bordello, se encuentra en la Ciudad de México promocionando su Nu Folk Rebel Alliance, proyecto en el que realiza un tributo a la icónica banda inglesa The Clash

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Todos somos migrantes”… Pedro es claro cuando habla de las personas que son ciudadanos de alguna parte del orbe pero que tienen raíces distintas, diversas. En su caso, él es un inmigrante punk que a donde llega deja algo por medio del arte en el que se desarrolla: la música, ese ente abstracto y maravilloso que cambia y reinventa al mundo constantemente.

Reporte Índigo platicó con Pedro Erazo, ecuatoriano de nacimiento, quien se encuentra en la Ciudad de México dejando algo de sí con su proyecto “Nu Folk Rebel Alliance” mediante el cual, por el momento, homenajea a una de las bandas icónicas del punk a nivel mundial: The Clash.

El también percusionista y vocalista de la banda de Gypsy Punk, Gogol Bordello, llegó a México justo cuando la caravana migrante de miles de centroamericanos que buscan llegar “del otro lado” lo recorre, en un hecho histórico en América Latina que emula a lo ya ocurrido en África, Medio Oriente y Europa.

“El inmigrante lo que busca es sobrevivencia y migrantes somos todos porque originarios ya son pocos… los demás estamos mezclados pero desde siempre hemos ido de lugar a lugar en búsqueda de un mejor porvenir, es el derecho humano que tiene cada persona en este mundo”, aseguró el músico quien radica en Estados Unidos.

“El inmigrante no lleva cosas malas, el inmigrante lo que lleva es su cultura y con ella, con su visión, lo único que hace es enriquecer al lugar que va. En una ola de inmigración grande, como la que hay ahora de centroamericanos, que son miles, se pueden mezclar personas que no son cien por ciento transparentes pero para eso está el gobierno, para eso está el Estado, para que de una manera humanitaria procese a los migrantes; la inmigración no afecta a un país, la inmigración sólo trae beneficios”, enfatizó.

Sobre la música, Pedro confesó que llegó a ella por necesidad, realizando “timbaladas” en el metro de Nueva York para colectar dinero junto a integrantes de una banda argentina, lo que lo llevó a involucrarse en la comunidad artística, musical y subterránea de aquellos lares.

“En el 2001 vi a Gogol Bordello por primera vez en un concierto en Central Park. Me impresionó mucho porque ofrecían un sonido ecléctico, no era un sonido que estuviera explotado al mil, el proyecto era muy original en todo el sentido de la palabra: el look de la gente en el escenario, la presencia en escena, el cómo manejaban la onda teatral… Desde muy pequeño, desde que escuchaba a Mano Negra, siempre soñé en ser partícipe de un circo y al ver el show de Gogol me pareció increíble”, narró el músico.

Fue en aquellos años cuando tras “un toque” con la banda argentina en la que participaba, de regreso a casa, Pedro se encontró por casualidad con Eugene Hütz, el vocalista principal y guitarrista de Gogol Bordello.

“Tras regresar del toque vimos en un segundo piso, cercano a una estación del Metro de Nueva York, una bola de luces de discoteca y decidimos tocar adentro, hacer un poquito de dinero y salir. Entramos al lugar tocando desde abajo con la timbalada, subimos al segundo piso y ahí estaba Eugene como DJ quien en lugar de subirle a la música o mandar a la seguridad a que nos sacara bajó el sonido, sacó su guitarra y se puso a tocar sus temas con nosotros. Después nos invitó unos tragos y me preguntó qué iba a hacer al día siguiente y me dio una tarjeta con una dirección para que nos encontráramos”, narró Erazo.

De esa experiencia comenzó una amistad entre Eugene y Pedro pues el primero se caracterizaba por realizar fiestas en las que la música del mundo, aquella que conocía ampliamente el segundo, sonaba en las tornamesas.

“A él (Eugene) lo considero una persona que tiene una apreciación única de la música. En sus fiestas pinchaba canciones de bandas que nos unían… Pachuco, de Maldita Vecindad, por ejemplo, sonaba en sus fiestas, en un Nueva York en donde jamás en tu vida la escuchabas ni siquiera en una fiesta dedicada al rock en español. Eugene Ponía muchas bandas que yo conocía de todos lados del mundo, eso nos unió más”, confesó.

Al narrar su ingreso a las filas de Gogol Bordello, Pedro recordó que un día Eugene le mandó un ticket para que viajara a Chicago y grabara con ellos un demo que salió en EP, que era una especie de tributo a Mano Negra, y posteriormente el “Gypsy Punks” que fue el álbum que dio a conocer a nivel mundial a la banda.

“De ahí cambió mi vida porque gracias a la banda pude hacerme legal, junto a mi familia. La vida de los que me rodeaban también cambió. Gracias a la banda pude explorar los sonidos que yo escuchaba en casa y pude ponerlos en algo físico, además de viajar por el mundo y conocer otras culturas”, afirmó Pedro.

Sobre la música que realiza con Nu Folk Rebel Alliance, el también charanguista llamó a prestarle oídos pues se trata de un proyecto “hermoso” que no tiene más que la ambición de comunicar y promover cultura, raíz y paz.

“A quienes les llame la atención y les guste la música étnica, otros sonidos, otras ideas de cómo componer música que no sean las mismas que ya abundan, pueden dedicarse a escuchar a Gogol Bordello, banda que les abrirá las puertas a mucha más bandas que pueden aportarles algo de valor personal; de la misma manera, si escuchan a Nu Folk se van a dar cuenta que tiene muchas influencias diversas en las que, también, se pueden ver reflejados… Escuchen música y si es de Gogol y Nu Folk, mucho mejor todavía”, remató afirmando el músico global.

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