El inhóspito frío de la montaña sacude a los turistas que año tras año se embarcan a la aventura
incomparable. El Everest se convierte en la última frontera entre la naturaleza, el ser humano y su espiritualidad.
Phurba Tashi se prepara para dejar, una vez más, a su familia y hogar en la región de Khumjung, en Nepal, para atender a los turistas provenientes de todas partes del mundo que han pagado alrededor de 100 mil dólares por visitar el pico más alto del mundo. Por sus servicios de guía, Tashi percibe un salario de 5 mil dólares.
Hidalgo Neira