Volver a clases es sinónimo de regresar a la rutina. De levantarse más temprano que de costumbre, de preparar lonches y refrigerios y/o de peinar niños y niñas que entre dormidos y despiertos se ponen el uniforme escolar.
Sin embargo, el regreso a clases también representa un enorme gasto para los hogares, ya que los útiles necesarios para la educación básica son hasta 79.2 por ciento más caros, según reveló un estudio a cargo del Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), el cual es una muestra de la percepción de los mexicanos.
María Alesandra Pámanes