La compañía Piedad Teatro presenta “Apuntes sobre el deterioro de mi madre” en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico
Foto: Easpecial

“Apuntes sobre el deterioro de mi madre” muestra un retrato íntimo en la relación madre e hijo

Con la actuación de Concepción Márquez y dirigida por Ana Graham, la pieza invita a reflexionar sobre los vínculos familiares y la importancia de expresar amor antes de que sea demasiado tarde

El dramaturgo Andy Bragen vivía a unas cuadras de su madre, lo suficientemente cerca como para que la rutina diaria los uniera, pero también para que las tensiones y los conflictos fueran inevitables. Esa proximidad, cargada de momentos demandantes, marcó los últimos años de una relación tan intensa como entrañable.

Con la obra de teatro Apuntes sobre el deterioro de mi madre, que tendrá su estreno en el Centro Cultural Helénico, Bragen transforma esa experiencia en un homenaje íntimo, donde el amor y la culpa se entrelazan con los recuerdos de una despedida inevitable.

“Andy, básicamente, hace esta obra como un homenaje amoroso a la memoria de su madre, después de su muerte, en la que nos presenta quién es esta mujer, pero sobre todo, cómo se siente en estos últimos años de la vida de su madre. Y cómo, de alguna manera, lleva estos conflictos y estas culpas en su memoria” comparte a Reporte Índigo la directora Ana Graham sobre la puesta que cuenta con las actuaciones de Concepción Márquez y Antonio Vega.

 La directora del montaje tuvo la fortuna de conocer a Andy y su trabajo desde hace años, lo que hizo que colaborar con él fuera un paso natural. Este vínculo personal añadió una dimensión aún más íntima al proyecto, permitiendo que la obra se construyera desde un lugar de profunda empatía y conexión.

“Cuando Andy me envió el texto me fascinó inmediatamente. Aunque se centra en la relación de un hijo con su madre, la pieza podría fácilmente hablar de una madre e hija, o de un padre e hijo. Es una exploración honesta y necesaria sobre la vejez, un tema que abordamos poco en el teatro y el cine, a pesar de su relevancia”, añade.

Es una obra que nos invita a reflexionar sobre cómo queremos ser recordados y la importancia de expresar un ‘te amo’ a quienes más queremos, especialmente cuando, por alguna razón, nos resulta difícil decirlo”

Uno de los aspectos más conmovedores de la obra es cómo captura con precisión el cambio de roles que inevitablemente trae el tiempo. Aquellos padres que en algún momento asumieron la responsabilidad de cuidar, proteger y guiar a sus hijos, llegan a depender de ellos en la vejez.

Este proceso, tan inevitable como doloroso, obliga a ambas partes a confrontar los desafíos del presente y los conflictos, culpas y heridas no resueltas del pasado.

“A menudo, estos conflictos emergen con mayor fuerza en la adolescencia. Por ejemplo, la madre de Andy era sumamente amante del teatro y vemos que Andy es un dramaturgo.

“Creemos que esos son los puntos universales, que siempre queremos ser reconocidos por nuestra madre, que esté orgullosa de nosotros y muchas veces las madres quieren que seamos los mejores posibles, casi perfectos y se vuelve una relación, a veces, tensa y esta es la manera en la que Andy encuentra reconciliar su relación en los últimos años de vida de su madre”, añade.

La relación con las madres y sus conflictos

Para Ana, precisamente, la universalidad de la obra radica en su capacidad de conectar con cualquier espectador que haya atravesado o esté enfrentando una relación compleja con una figura materna.

Hablar sobre las madres no es sencillo, ya que cada historia está marcada por matices únicos, pero la honestidad con la que Andy abre su corazón en esta obra logra que cualquiera pueda encontrar un reflejo de sus propios lazos familiares.

“También esta relación nos enfrenta a nosotros mismos, así empiezan los cuestionamientos, las culpas por ambas partes, pero creo que es natural tener conflictos con la figura materna. Hay una cuestión, casi mítica, alrededor de las madres, esta imagen de sacrificio, abnegación, de madres que no tienen una vida propia, lo cual es una fantasía, pues las madres tienen su propia vida, sus deseos, gustos y sus propias necesidades, al igual que los hijos también las tenemos”, dice.

En este caso, la historia del dramaturgo Andy Bragen se centra en un momento cuando su madre está en una especie de “decadencia”, tanto física como mental y emocional, en donde tiene muchísimas necesidades y él está en un momento en el que está esperando el nacimiento de su hija, además de lidiar con conflictos en su trabajo.

“Andy construye la obra a partir de las notas que tomaba en sus visitas a su madre. Estas visitas se convirtieron en un ejercicio de observación profunda, una forma de pensar sobre cómo quería recordar a su madre. Abre una reflexión sobre cómo queremos ser recordados, tanto como padres, como hijos, o como madres. Es una obra que nos mueve a pensar en la importancia de decir ‘te amo’ a las personas que más amamos, porque muchas veces es difícil expresarlo”, comenta.

Sobre el trabajo de la compañía Por Piedad Teatro

A pesar de que el título de la obra podría evocar tristeza u oscuridad, Ana Graham asegura que no se trata únicamente de una reflexión sobre el dolor, sino también de la belleza que emerge de las emociones complejas entre los personajes.

“Como compañía, nos interesa explorar la naturaleza humana, con sus lados oscuros y luminosos. Para mí, las obras nos hablan de temas que actúan como un espejo, nos reflejan quiénes somos como seres humanos. Creo que el teatro debe movernos, sacudirnos hacia algún lado, incluso, si a veces nos lleva a lugares incómodos. Esa experiencia debe ser como una montaña rusa de emociones, algo que te haga vibrar y que nunca resulte aburrido. Además, el teatro debe abordar temas relevantes, que nos interesen”, abunda

¿Cómo fue trabajar con la actriz Concepción Márquez?

Concepción Márquez, quien interpreta a la madre de Andy en la obra, se une al proyecto a sus 82 años, la misma edad en que falleció la madre del dramaturgo. Este paralelismo personal enriquece su interpretación, que, según la directora Ana Graham, representa un desafío único para la actriz. Además, Concepción ha mencionado que podría ser su última obra de teatro.

“El esfuerzo que hace Conchita para llevar a cabo este personaje es enorme. Nos hemos ajustado en los ensayos para que su salud no se vea afectada, lo que nos ha permitido ver lo mejor de nosotros mismos como equipo. Lo más importante aquí es que todos podamos disfrutar y transmitir la historia con autenticidad”, añade.

La directora también menciona que para Concepción, el teatro siempre ha sido una pasión. Su dedicación a este arte, incluso en la etapa más madura de su vida, es un ejemplo de lo que significa el teatro en la vida de una actriz comprometida.

“El teatro es sumamente importante para Conchita, nadie lo ama más que ella. La conozco desde hace varios años, cuando trabajamos juntas como actrices hace 25 años; tenemos una amistad muy larga y este proceso de ensayos me han permitido, por un lado, estar más cerca de una amiga que amo profundamente y por otro, poner las cosas en su justo”, comparte.

Toma Nota

Lugar: Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico

Dramaturgia: Andy Bragen

Dirección: Ana Graham

Elenco: Concepción Márquez y Antonio Vega

Del 17 de enero al 9 de marzo de 2025. Funciones los viernes, a las 20:00 horas, y los sábados y domingos, a las 18:00 horas.

 

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