Museos desolados tras la pandemia en CDMX
Los recintos culturales de la capital del país siguen cerrados, a pesar de que el gobierno de la Ciudad de México anunció su reapertura este martes. Y aunque los únicos con las puertas abiertas son los privados, son pocos los visitantes que llegan a recorrerlos
Fernanda Muñoz y José Pablo EspíndolaLos museos de la capital del país siguen cerrados, a pesar de que el gobierno de la Ciudad de México anunció su reapertura este martes.
Las personas chocan casi una con la otra. El Centro Histórico de la Ciudad de México parecería ser el único sitio que no está enfrentando una pandemia mundial, ya que la gente continúa realizando sus actividades cotidianas, la mayoría usando cubrebocas.
Y aunque hay personas en cada esquina y en cada banca de la Alameda Central, junto a los vendedores de dulces y los organilleros, el único lugar que está alejado y resguardado es el Palacio de Bellas Artes.
Rodeado con altos muros de aluminio color azul, el primer museo de arte en México se encuentra cerrado, a pesar de que se aseguró que podría abrir sus puertas desde este martes para recibir a los ciudadanos curiosos y, juntos, ver de nuevo los murales de pintores como Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Lo único que pueden observar los capitalinos de este centro cultural es cómo los policías cuidan cada entrada libre de muros azules o cintas amarillas para negar el acceso.
A pesar de que desde el pasado 7 de agosto, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, aseguró que los museos de la Ciudad abrirían sus instalaciones a partir de ayer, martes 11 de agosto, de manera escalonada; el recinto de mármol permanece desolado.
“A partir del 11 de agosto abren museos al 30 por ciento (de su capacidad) y con estrictas medidas y filtros sanitarios. De continuar así, y si todos cooperamos, podremos seguir abriendo otras actividades”, dijo.
Otro de los museos que mantiene sus puertas cerradas es el Tamayo de Arte Contemporáneo, el cual, junto al de Bellas Artes, integra la Red de Museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Las únicas personas que rondan las afueras de estos recintos son los barrenderos, las personas en bicicleta que pasean por el bosque, y los encargados de seguridad, quienes con cubrebocas en cara afirman desconocer la fecha en que las puertas serán abiertas de nuevo.
Asimismo, el Museo Nacional de Antropología, que integra la Red de Museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se mantiene en confinamiento, ocasionando que su explanada central se vea más amplia de lo habitual, sin toda esa gente que la atravesaba a diario para fotografiar su fachada o para visitar las piezas que el recinto resguarda.
A pesar de que se afirmó que los recintos comenzarían a abrir sus puertas a partir de este martes, la Secretaría de Cultura federal informó hasta la noche de ayer que será hasta el 19 de agosto cuando el Museo de Arte Contemporáneo Rufino Tamayo, el Museo de Arte Moderno y la Sala de Arte Público Siqueiros reabrirán.
“Estamos de brazos abiertos, esperándolos en los museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y del Instituto Nacional de Antropología e Historia, a partir del miércoles 19 de agosto de manera escalonada. Recuperemos los espacios públicos con mucho cuidado”, afirmó la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero.
Poca gente en los museos
Uno de los pocos recintos culturales que abrió esta semana fue el Museo Soumaya, ubicado en Plaza Carso, en la alcaldía de Miguel Hidalgo. Antes de entrar, los visitantes tienen que limpiar sus zapatos en un tapete sanitizante, revisar su temperatura con un termómetro infrarrojo y colocarse gel antibacterial, además de que es obligatorio el uso de cubrebocas.
El personal del recinto se encuentra debidamente uniformado, utilizan guantes, caretas y cubrebocas y están al pendiente de que entre los visitantes se mantenga una sana distancia y se cumplan todos los protocolos de higiene marcados por la Secretaría de Salud federal.
Laura Taval, estudiante de 21 años de la Facultad de Química de la UNAM, fue una de las primeras visitantes en llegar al recinto cultural que fue inaugurado en 2011. Fue acompañada de una amiga.
Después de estar más de tres meses en confinamiento, la estudiante de la máxima casa de estudios del país decidió acudir al museo tras escuchar en las noticias a la jefa de Gobierno de la capital decir que abrirían estos recintos culturales.
“Consideré que una de mis primeras salidas después de tanto tiempo tenía que ser a un museo, porque me gusta mucho la cultura, apreciar obras, todo ese tipo de artes, y pues dije ‘bueno, es el primer día, estuvo mucho tiempo cerrado, seguro estará muy limpio y no habrá mucha gente’”, comparte Laura.
Y, en efecto, la estudiante no se equivocó, ya que durante su estancia en el Museo Soumaya no había más de 15 personas, entre visitantes y personal de medios de comunicación que había acudido a cubrir la reapertura.
Me siento como en otro mundo, porque la normalidad pasada era como sin cuidados; entonces, ahora ver en la calle a gente con caretas y cubrebocas es muy extraño, el simple hecho de traerlo, no me acostumbro
Enfrente del Soumaya se encuentra el Museo Jumex, que se mantiene cerrado. Maricruz Garrido, del área de Prensa, informó que están todavía definiendo la fecha de apertura y tan pronto la tengan la informarán. Por lo pronto, a las afueras del recinto se pueden ver a empleados realizando la limpieza del lugar.
Por su parte, el Museo del Objeto del Objeto (MODO) anunció que se encuentra preparando su reapertura, así que ya inició trabajos de montaje para reabrir con una nueva exposición: Centro Histórico, corazón de México.
Personal del lugar está elaborando los ajustes necesarios para cumplir con todos los protocolos que garanticen una visita segura, por lo que esperan estar listos en las primeras semanas de septiembre para dar la bienvenida de nuevo a todos sus visitantes.
El Museo del Juguete Antiguo México (MUJAM) abrió sus puertas a los visitantes durante este mes de manera gratuita con la intención de recobrar las energías y estimular el reinicio de las actividades culturales.
Las visitas tienen que ser agendadas previamente. Además, el público tiene que ser puntual, usar cubrebocas, presentar una identificación y respetar la sana distancia durante el recorrido, para evitar tocar piezas y superficies.
