
De mujeres iguanas y sátira religiosa. El Estanquillo reúne grabados de Francisco Toledo
El Museo del Estanquillo abrió una muestra con 60 obras que dan cuenta del trabajo del artista con el grabado. Incluye cinco carpetas creadas con la Galería Arvil entre 1974 y 1981
Abida VenturaEl universo fantástico de Francisco Toledo, alimentado de los mitos mesoamericanos, de la cultura zapoteca, de la fauna y la naturaleza del territorio de Oaxaca, se puede apreciar en la exposición Grabado en enigmas, que abrió sus puertas al público el pasado 16 de enero en el Museo del Estanquillo.
La muestra, que se podrá ver hasta el 21 de abril, está conformada por más de 60 piezas que el reconocido artista creó para los galeristas Armando Colina y Víctor Acuña (1939-2021), cofundadores de la galería de arteArvil, entre 1974 y 1981
El Chilam Balam, de puño y letra de Francisco Toledo lo podrás apreciar en “Grabador de enigmas”, exposición sobre el artista en el Museo del Estanquillo. @Canal22 @m_estanquillo @cultura_mx @bellasartesinba pic.twitter.com/GRL61IJB0q
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Esos grabados, originalmente publicados en cinco exclusivas carpetas que ahora se encuentran en manos de coleccionistas, ofrecen un acercamiento a la obra de este artista fallecido en 2019, quien destacó por imprimir en sus creaciones rebeldía y crítica social, pero también humor y erotismo. Un imaginario nutrido de la cosmogonía de los pueblos indígenas en diálogo con las vanguardias europeas que lo formaron.
Toledo tiene una influencia muy arraigada de su cultura juchiteca. Se inspira de las leyendas, de las creencias que se transmiten oralmente de generación en generación en Juchitán, pero también de las vanguardias artísticas europeas. Estuvo cinco años, a los 20, viviendo en París y trabajando en talleres de un grabador muy afamado en París y luego en Nueva York”, aseguró Alejandro Brito, director del Museo del Estanquillo, durante un recorrido para medios en la exposición.
Esta convergencia se puede apreciar principalmente en tres de las carpetas que se exhiben en ese recinto del Centro Histórico de la Ciudad de México: Toledo-Sahagún, Toledo-Chilam Balam, Toledo-Guchachi.
La primera está conformada por ocho grabados en los que el artista mexicano reinterpreta los augurios y abusiones indígenas recogidas por Fray Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas de la Nueva España, una de las principales fuentes documentales para conocer el pasado mesoamericano.
La cosmogonía maya y zapoteca, según Toledo
La segunda carpeta también comprende una serie de grabados en los que Toledo ofrece su visión del “Libro de los enigmas” del Chilam Balam, documento que resguarda la memoria de los antiguos mayas.
“De esa lectura Toledo extrae y reelabora su propia concepción”, destacó Brito mientras mostraba los grabados inspirados de la cosmogonía maya.
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Por ejemplo, un grabado donde se aprecia a tres pavos desplumados sobre una mujer desnuda bañándose.
En la exposición se pueden apreciar dos autorretratos de Francisco Toledo, realizados en distintas épocas y materiales, los cuales dan cuenta de su mirada inquieta, pero también de la evolución de su obra
“El Chilam Balam dice que cuando una mujer se desnuda parece que se despluma y aquí Toledo lo plasma con mucho sentido del humor. Es otra de las cosas que vamos a ver en su trabajo, es sarcástico, irónico, tiene mucho sentido del humor”, añadió.
En esas obras también se puede ver la manera en que el artista plantea la relación animal-humano. “Están al mismo nivel, no hay jerarquía entre el mundo animal y el humano. En el mundo de Toledo hay mujeres que se casan o se aparean con animales porque así es esta tradición oral, las leyendas de la cultura juchiteca”, contó Brito.
La carpeta Toledo-Guchachi, creada en 1976, con 15 grabados en color y encuadernada en piel de iguana, ilustra perfectamente esta simbiosis. De ahí destaca una obra que representa a una mujer que, según la leyenda zapoteca, se aparea con una serpiente pitón. Cuando los hombres del pueblo matan a su compañero, ella, en su tristeza, se convierte en una iguana.
La sátira religiosa de Francisco Toledo y Carlos Monsiváis
Francisco Toledo. Grabador de Enigmas también exhibe las placas y los grabados originales que el creador utilizó para su carpeta Nuevo catecismo para Indios Remisos (1982), que incluyó textos de Carlos Monsiváis.
La @CulturaCiudadMx a través del@m_estanquillo se complacen
en presentar la exposición “Francisco Toledo. Grabador de enigmas”.Integrada por más de 60 piezas, la muestra es una oportunidad única para acercarse a una etapa reveladora en la trayectoria del
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En esas obras, Toledo hace una sátira de la retórica evangelizadora colonial al usar unas placas metálicas originales de los siglos XVIII y XIX e intervenir los grabados obtenidos de ellas. Toledo incluye imágenes a las originales, mete otros elementos completamente extraños al mensaje religioso”, destacó el director del recinto.
La quinta carpeta exhibida es Trece maneras de mirar un mirlo, creada en 1981, y la última que el artista hizo para la Galería Arvil, que planteó esta exposición como un homenaje a Toledo, a cinco años de su muerte.
“Es como un homenaje al muy querido amigo y extraordinario artista, cómplice conmigo de múltiples aventuras en el arte, a cinco años de su temprana partida”, comentó Armando Colina, fundador de la Galería Arvil.
En esas salas se aprecian además dos retratos que Toledo le hizo Armando Colina en 1966, los cuales se muestran por primera vez al público. Son obras que, según el galerista, documentan “la profunda amistad que tuve con él desde su regreso de Europa y hasta su muerte”