1984, obra de teatro, basada en la novela homónima de George Orwell

México, un reflejo de 1984

Esta obra de teatro, basada en la novela homónima de George Orwell, llega en un momento incómodo en la política, por lo que el director y el protagonista del montaje concuerdan en la necesidad de reflexionar sobre el rumbo del país

“Sabes muy bien lo que hay en la habitación 101, Winston. Todo el mundo sabe lo que hay en la habitación 101”, es lo que O’Brien le responde a Winston Smith, un hombre atacado por el Estado, que teme por su vida, ya que en ese cuarto, todos enfrentan su mayor miedo personal. Estas líneas de George Orwell forman parte de 1984, libro que el autor inglés escribió entre 1947 y 1948, pensando en cómo sería un mundo totalitario 36 años en el futuro, en donde un partido único rige Gran Bretaña, con el lema “La guerra es paz, la libertad es esclavitud, la ignorancia es la fuerza”.

En esta distopía, el Gran Hermano (Big Brother) vigila todo el tiempo a quienes habitan Oceanía, uno de los tres súperestados mundiales, controlados por INGSOC, gobierno incuestionable que está en constante lucha con Eurasia y Asia Oriental.

Desde adentro del régimen, Emmanuel Goldstein, personaje enigmático y fuera del radar de Oceanía, busca desestabilizar el poder del Big Brother. Winston comienza a cuestionar su realidad, el pasado y el futuro, porque cree que este líder insurrecto podrá dar fin a INGSOC.

La novela publicada en 1949 ha sido una amplia influencia mundial en el pensamiento crítico-social, sobre todo en momentos donde impera la desinformación en redes sociales, se habla de la posverdad y de las fake news. Ahora, el texto de Orwell se adapta al teatro en México, con la dramaturgia de Robert Icke y Duncan Macmillan

El panorama mexicano y 1984

El país se encuentra bajo el gobierno de la llamada Cuarta Transformación y a poco más de un semestre de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tomara el cargo, se ha mostrado la poco tolerancia que el mandatario tiene con la prensa, a quienes señala de “fifís” cuando tienen una postura en contra del poder ejecutivo, por lo que para los productores, el montaje de este proyecto es muy oportuno.

“Hoy en día sí corremos mucho riesgo, porque percibo un fanatismo, justamente esta polaridad de o estas completamente con el régimen o eres fifí o contrincante, cuando lo que estamos haciendo es levantar la mano y decir ‘eso no es real’ o ‘no me parece’”, comenta José Manuel López Velarde, director del montaje.

Al igual que él, Antón Araiza, quien encarna a Smith en la producción teatral, platica con Reporte Índigo sobre cómo México se encuentra en una situación distópica, que bien podría recordar a la ficción planteada por Orwell hace 70 años.

“Yo sí voté por el actual presidente y me da vergüenza la verdad, saber que otra vez, es la idea de uno, la manera de pensar de uno (…) No digo que sea fácil ser presidente, pero a mí me costaría mucho trabajo estar ahí, sabiendo que mis decisiones están siendo tomadas a veces al garete y que estoy defraudando y traicionando. Eso que luego decimos nosotros de ‘mi país’ y ‘mi México’, yo no sé para esos señores cuál sea su país o en que planeta vivan, no siento una identidad hacia lo que pudiera llegar”, dice Araiza.

1984 ofrece funciones los viernes a las 20:30, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, hasta el 8 de septiembre, en el Teatro Helénico

El ‘doblepensar’ actual

En la ficción de Orwell, la neolengua mezcla y fusiona palabras para darles un nuevo significado: crimental, dobleplusbueno o doblepensar, que encierra dos opiniones que se contradicen, pero coexisten simultáneamente. En la obra dirigida por López Velarde se hace una constante analogía de este vocablo, que además ejemplifica con la vida nacional actual.

“Tuiteé un día acerca de un tablero de votación de la Guardia Nacional y decía ‘damos un paso para desmilitarizar el país’, porque acababa de ganar el sí a la creación de esto; entonces, ¿de qué me estás hablando? Es un doblepensar, se está haciendo otro cuerpo militar, con otro nombre para desmilitarizar el país y hay muchísimas cosas así”, argumenta el director de teatro.

Araiza ejemplifica que Smith se encuentra con un constante terror, por seguir sus impulsos contra el Estado y combatir al Gran Hermano, o frenarse para evitar ser castigado, este paralelismo con la realidad, le da un sentido presente a la obra, por lo que el actor cree que con estas analogías se logrará conectar con el público.

Es inevitable que te identifiques con la novela, con el montaje y con las palabras que Winston dice
Antón AraizaActor

Aquí Smith se encuentra en un constante salto, entre el 1984 descrito por Orwell, mezclado con el 1984 real que vivió el mundo, para generar otra versión alternativa.

“Es un Winston que está perdido, viajando en el tiempo y espacio, no sabemos si desde la habitación 101 o hacia la habitación 101, tenemos muchas escenas que les llamamos recuerdos del futuro, esto vuelve a la obra muy dinámica, como con un ritmo de videojuego”, elabora el director escénico.

Los overoles socialistas al estilo ruso quedaron atrás, pero se respeta la atmósfera que el autor inglés le imprimió, así como el resto de los personajes que aparecen en su libro más reconocido.

Araiza reflexiona y dice que lo que más le ha marcado de su rol es la decepción a la negación, al cambio universal.

“Hay una desazón, una tristeza, cuando se da cuenta de que él cree que la fraternidad, la humanidad, el espíritu del hombre y el amor, van a acabar con la maldad, y se percata que eso no es suficiente, eso es un desasosiego y es un hoyo negro que incita a decir ‘¿cuándo cambiaremos? ¿Este planeta para qué está destinado?’”, puntualiza el actor.

¡No te la pierdas!

  • 1984 Teatro Helénico
  • Viernes a las 20:30, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas
  • Boletos de 350 y 600 pesos