Mexicanos rinden homenaje a Toledo en Bellas Artes (FOTOS+VIDEO)

Con papalotes y flores, los mexicanos rinden homenaje al artista oaxaqueño Franciso Toledo, en el Palacio de Bellas Artes
Pablo Espindola Pablo Espindola Publicado el
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Francisco Toledo era tan libre como aquellos papalotes que vuelan sueltos por los aires, como aquellos papalotes con los que un día protestó por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; tan libre como los insectos que polinizan las flores que embellecen los paisajes, así como su obra lo hizo con la cultura mexicana.

Hoy, son con flores y papalotes que se le rinde un homenaje al artista plástico mexicano más importante de los últimos tiempos. El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas este fin de semana para que la gente se despidiera del maestro que falleció el jueves por la noche, a las 79 años de edad.

Mientras los visitantes dejan flores o escriben pensamientos en honor al maestro Toledo, suena la Banda Sinfónica Comunitaria de Texcoco, bajo la dirección del maestro José Pedro Arpide Flores.

Piezas como el Vals núm. 2, de Shostakovich, Aire y aleluya, de Mozart, y diversos sones nacionales resuenan en el lobby del recinto de mármol. A las 17:00 horas, se presentará el Ensamble Escénico Vocal, parte del Sistema Nacional de Fomento Musical, con la interpretación de pasajes de la Pequeña misa solemne, de G. Rossini.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatuta ha abierto este espacio justo para que el público mexicano se acerque y se sume a esta ofrenda floral que se está rindiendo al maestro Francisco Toledo
Laura Elena Ramírez RasgadoINABAL

La funcionaria aseguró que el día de ayer habían venido más de mil 500 personas a despedirse del artista plástico oaxaqueño, quien estudió grabado con Arturo García Bustos y Rina Lazo y pintura con Castelar, Dosamantes y Silva Santamaría.

El altar cuenta con siete obras del artista juchiteco provenientes del Museo Nacional de Arte Moderno y del Museo Nacional de la Estampa.

Algunos de los arreglos florales que se encuentran en el lobby son de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo.

Diversos mensajes tomados de redes sociales adornan los paplotes que se encuentran junto a canastas llenas de mazorcas de maíz como parte de la ofrenda. ” ¿Quién cuidará de Oaxaca”, se puede leer en uno atribuido al cantante Enrique Bunbury.

“Es muy conmovedor ver cómo el público mexicano ha venido a acercarse al palacio de bellas artes a esta ofrenda floral. Mañana seguiremos teniendo música y libros donde la gente puede expresar sus pensamientos hacia el maestro Toledo“, comenta Ramírez Rasgado.

La vida de un grande

Francisco Benjamín López Toledo nació el 17 de julio de 1940, fue el cuarto de siete hijos. En 1960, con 20 años de edad, viajó a París para ingresar al taller de S.W Hayter. Allá conoció a Rufino Tamayo y a Octavio Paz.

Creó un lazo estrecho con los talleres de grabado Murlot y Bramsen & Clot. Permaneció ahí cinco años en los cuales frecuentó galerías y museos y diversificó su cultura plástica. Después viajó a Nueva York para exponer obra gráfica realizada en el taller de Kahlil. Luego en México, trabajó en el taller de Mario Reyes.

Toledo fue irreverente y transgresor, sus obras mostraban su amor por la naturaleza y las tradiciones mexicanas, ya que recuperó técnicas antiguas e investigó otras nuevas, tanto en la pintura como en la escultura y la cerámica.

A pesar de la grandeza de su obra, Toledo no se consideraba un artista internacional. “Decía que sólo Frida Kahlo, Diego Rivera y Rufino Tamayo se podrían ubicar como mexicanos con cierta internacionalización”.

El también ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes en área de Bellas Artes el 15 de diciembre de 1998, fundó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), que cuenta con el mayor acervo de obra gráfica de creadores internacionales y una completa biblioteca de arte, además de publicar El Alcaraván, una revista imprescindible en el mundo del grabado.

Su última exposición en vida se encuentra en el Museo Nacional de Culturas Populares, la cual reúne más de 600 piezas que abarcan desde artículos de la vida cotidiana, bocetos, prototipos, modelos, objetos intervenidos, hasta obras múltiples y piezas únicas.

La muestra “Toledo ve” le permite al visitante adentrarse en el universo creativo del oaxaqueño y conocer diversas etapas de producción de la amplia gama de bienes funcionales que ha diseñado durante varias décadas.

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