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Margo Glantz, la escritora que hizo de Facebook y Twitter su laboratorio

La escritora mexicana Margo Glantz recibió este domingo la presea Cervantina, otorgada por el Festival Internacional Cervantino, que dedica su XLIV edición a conmemorar a Miguel de Cervantes Saavedra a 400 años de su muerte.

Glantz se define a sí misma como escritora, profesora periodista, tuitera, feisbuquera, viajera, dijo en al Festival cervantino en una entrevista de semblanza proyectada en el emblemático Teatro Juárez, en la ciudad de Guanajuato.

Escribe a mano y a máquina, pero también también emplea las redes sociales como herramienta para otros textos.

La escritora mexicana Margo Glantz recibió este domingo la presea Cervantina, otorgada por el Festival Internacional Cervantino, que dedica su XLIV edición a conmemorar a Miguel de Cervantes Saavedra a 400 años de su muerte.

Glantz se define a sí misma como escritora, profesora periodista, tuitera, feisbuquera, viajera, dijo en al Festival cervantino en una entrevista de semblanza proyectada en el emblemático Teatro Juárez, en la ciudad de Guanajuato.

Escribe a mano y a máquina, pero también también emplea las redes sociales como herramienta para otros textos.

“Son como una especie de laboratorio para mí porque escribo fragmentos breves y pues el Twiter es ideal porque son 140 caracteres”, dijo la escritora.

En alguno de sus libros ha incluido sus publicaciones de Twitter y ahora que está en la plataforma creada por Marc Zuckerberg, utiliza las indicaciones de la red para escribir, no siempre, el estado de ánimo en que ella se encuentra, o el del mundo como ella lo ve.

“Me encontré con que la terminología del Facebook es completamente arbitraria y que la gente la toma al pie de la letra, yo la tomo también al pie de la letra”, comenta en le entrevista al Cervantino.

De esta forma, lo aprovecha para hacer un nuevo libro, pues considera que aún tiene mucho que decir.

Glantz, (Ciudad de México, 1930) ha vivido la mayor parte de su vida en el siglo 20 y se considera sobreviviente del 21 y se retroalimenta de los jóvenes en su etapa de profesora.

“Si no tengo secretos, vivo”.

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