El libro de Peña no es solo una memoria política, es un ensayo que cuestiona la idea tradicional de liderazgo. Foto: Especial

Marcos Peña: “El liderazgo no es lo que hacemos, es lo que somos”. Aprende a ser un buen líder

El exjefe de Gabinete de Mauricio Macri lanza “El arte de subir (y bajar) la montaña”, un ensayo íntimo sobre liderazgo, salud mental y la conexión humana

Marcos Peña cambió la arena política por la reflexión personal y profesional. Desde que dejó su cargo como jefe de Gabinete del gobierno de Mauricio Macri en Argentina en 2019, Peña inició un profundo proceso de autoexploración. Tras más de 18 años en política, afirma haber sentido la necesidad de tomar distancia. “Esto es lo que hago, no lo que soy. Necesito iniciar un proceso personal para entender mejor la dimensión humana”, explica.

Ese viaje lo llevó a escribir El arte de subir (y bajar) la montaña (Siglo XXI, 2024), un libro que recoge sus aprendizajes sobre liderazgo desde una perspectiva realista y centrada en la persona. “Quería cuestionar esa imagen del líder que aprendimos desde niños, esa figura solitaria y heroica. Es una mentira. Detrás de cada líder hay un equipo, desafíos y un ser humano con sus propias dificultades”, asegura el autor en entrevista con Reporte Índigo.

Peña buscó deconstruir la figura del líder omnipotente y encontrar una conexión más auténtica con su dimensión humana. “Necesito tomar un poco de distancia y entender mejor la cuestión de la dimensión humana”, cuenta.

Así, durante cinco años, se sumergió en conversaciones con líderes de diferentes ámbitos, exploró nuevos enfoques sobre el liderazgo y, sobre todo, reflexionó sobre su propio camino.

“Hoy me encuentro acompañando a personas en situaciones de liderazgo del mundo político y empresarial. Les ayudo a trabajar su modelo de incidencia e impacto”, comenta Peña sobre su presente profesional.

Marcos Peña propone una nueva mirada sobre el liderazgo

El libro de Peña no es solo una memoria política, es un ensayo que cuestiona la idea tradicional de liderazgo, esa imagen de “un hombre solo, valiente, que se sacrifica por los demás”. Según el autor, esta concepción es una ilusión que a menudo desconoce la realidad detrás de las figuras de poder.

“Comparto la idea de que esa imagen que aprendimos desde chicos es una mentira. Siempre hay una persona detrás de esa figura, generalmente un equipo, con dificultades y miedos”, señala. A lo largo del libro, Peña revela cómo el ejercicio del poder puede desconectar a los líderes de su propia humanidad y los riesgos que eso implica.

“Cuanto más tiempo estás expuesto al poder, más probable es que te enfermes de la enfermedad del poder”, advierte.

Dicha perspectiva no es exclusiva del ámbito político. Peña encontró patrones similares en líderes empresariales, deportivos y artísticos. “El ser humano, al final del día, es el mismo, por más que creamos que alguien está por encima de su condición”, opina.

Salud mental y liderazgo, una conversación pendiente

Uno de los ejes centrales de El arte de subir (y bajar) la montaña es la importancia de cuidar la salud mental en el ejercicio del liderazgo. Peña reconoce que, durante su carrera política, sintió en carne propia el costo de la desconexión.

“Cuanto más tiempo estás expuesto al poder, más probable es que te enfermes de la enfermedad del poder

“Uno se va volviendo más insensible, va perdiendo registro emocional y aguantando el combate diario, y eso tiene un costo”

“Uno se va volviendo más insensible, va perdiendo registro emocional y aguantando el combate diario, y eso tiene un costo”, admite durante su visita a México. 

El autor lamenta la falta de apoyo emocional que tuvo en su trayectoria política y advierte sobre la autosuficiencia como un mal habitual en ese ámbito. “La política muchas veces no permite mostrar vulnerabilidad. Hablar de temas como el pánico, la depresión o el estrés es un tabú, pero es esencial abrir esa conversación para buscar ayuda”, reflexiona.

El autor considera que hablar públicamente sobre la salud mental puede normalizar el tema y ayudar a otros líderes en situaciones similares. “Hoy escucho a personas jóvenes en política decirme: ‘Qué bueno que hables de esto, porque yo también tengo ansiedad o ataques de pánico’. Eso puede marcar la diferencia”.

Lecciones de Mandela y otros maestros de Marcos Peña

Además de las experiencias del autor, el libro también recoge aprendizajes de figuras que admira, como Nelson Mandela. “Es un ejemplo de liderazgo que trabaja por la paz, por la unidad, por construir puentes en lugar de destruirlos”, comenta.

Sin embargo, Peña no idealiza la figura del líder. Para él, el desafío es reconocer las limitaciones humanas y aprender de diferentes disciplinas.

“Del deporte aprendí mucho. La conexión humana en esos entornos genera una energía muy especial. También del arte, donde los procesos creativos nos recuerdan nuestra condición humana”, señala.

Esa perspectiva amplia también le permitió cuestionar las narrativas locales que dominan la política. “Lo que te pasa en tu realidad nacional no es tan original como uno cree. Hay procesos globales e históricos que debemos entender para no quedarnos atrapados en nuestro metro cuadrado.

Más que un libro para políticos, Peña busca que su obra sea útil para cualquier persona que quiera reflexionar sobre su vida y su liderazgo. “Trato de abrir mi propio proceso personal con mucha honestidad, porque creo que eso puede servirles a otros”, explica.

Además de presentar el libro, Peña está desarrollando un proyecto llamado Campamento Base, que busca acompañar a líderes de diferentes ámbitos en su formación. “No me gusta tanto la palabra formación, prefiero pensar en dispositivos de acompañamiento que permitan a los líderes conectar con lo humano mientras realizan su tarea”, detalla.

Al cerrar el libro y su etapa de autoexploración, Peña comparte una reflexión que resume el espíritu de su obra: “La política es una herramienta maravillosa, pero no debería definirnos por completo. Lo importante es cuidarse, dejarse ayudar y trabajar en la salud mental”.

A sus 46 años, Marcos Peña parece haber encontrado una nueva montaña que escalar: la de ayudar a otros a enfrentar los desafíos del liderazgo desde una perspectiva más humana y consciente.

“Este libro es un testimonio humano que puede servirle a cualquiera para reflexionar y crecer”, concluye.

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