En la Cineteca Nacional se presentará, hasta el 19 de abril de 2020, la exposición Buñuel en México

Luis Buñuel al desnudo en la Cineteca Nacional

En la Cineteca Nacional se presentará, hasta el 19 de abril de 2020, la exposición Buñuel en México, exponiendo las películas más emblemáticas del cineasta, las cuales, según especialistas, ayudan a analizar el desarrollo social que ha tenido el país

En los años 40, Luis Buñuel, un amante del mundo cinematográfico que huyó de una España en guerra en busca de exponer y hacer crecer su arte, encontró en México un escenario casi perfecto para crear historias, anécdotas que, con el tiempo, lo catapultarían como uno de los directores más reconocidos a nivel internacional.

“Ha sido México el que me ha hecho profesional del cine mexicano. Antes no era más que un aficionado. Aquí aprendí el oficio”, mencionó Buñuel, en entrevista con el escritor español José de la Colina.

A través de fotografías, vestuarios, videos, cartas personales y pinturas se recuerda al cineasta

Las palabras del cineasta están plasmadas en las paredes de uno de los recintos culturales y cinematográficos más representativos de México, la Cineteca Nacional, donde, bajo la exposición Buñuel en México, se reflejan tanto los éxitos como algunos fracasos del español nacionalizado mexicano.

Gabriela Bautista, crítica de cine y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comenta, en entrevista con Reporte Índigo, que el presentar el trabajo de alguien como Buñuel en el país que le ofreció un hogar y una inspiración casi infinita representa un valor muy importante, pues su obra brinda un panorama extenso del desarrollo social.

“(Buñuel) retrata de manera fantástica y detallada lo rural y lo urbano, y poder contrastar eso con la sociedad que tenemos hoy de convivencia, de valor, de modelos y de paradigmas de éxito y fracaso, es algo invaluable”, detalla la especialista.

En ese contexto, Bautista recuerda Los Olvidados, un filme que Buñuel realizó en 1950 y en el que reflejó con minuciosidad la pobreza registrada en ese entonces. Y aunque fue uno de sus proyectos más emblemáticos, en su tiempo no obtuvo el resultado que deseaba, pues los cinematógrafos de ese entonces sólo exponían la vida económicamente inferior con aspectos positivos y de éxito.

Cuando surgen las películas de Buñuel, en ese momento, resultaron incómodas, no tuvieron el éxito que hoy pueden tener entre cierto sector social, porque no son masivas, difícilmente te va a gusta ver esa tragedia que seguimos viendo hoy
Gabriela BautistaCrítica de cine

Para la crítica, las películas de Luis Buñuel representan una aportación cinematográfica grandísima, ya que tienen una estética basada más allá en lo surrealista, en un cine tipo italiano y europeo donde se comienza a ver a detalle los defectos sociales y económicas que presenta México y que ahora funcionan como elementos de registro histórico.

“Nos ayudan a tener un análisis, nos sirven como una memoria histórica muy importante de nuestro devenir social”, mantiene Bautista.

Buñuel Bajo el techo de la Cineteca

Aunque la Ciudad de México ha estado sin Luis Buñuel y su arte por más de 30 años, tras su fallecimiento, la Cineteca Nacional decidió vestir su Galería con los reflejos que dejó su trabajo en el país.

A través de fotografías, vestuarios inspirados en algunas de sus producciones, así como videos, cartas personales y pinturas, es que 10 módulos de la Galería fueron dedicados al cineasta, con el único propósito de revivir la gama cultural y social que le dejó a los mexicanos.

Con Gran Casino (1947) es que Buñuel en México le da la bienvenida al público, especificando, a través de la entrevista que el español tuvo con José de la Colina, cómo fue que el director percibió el recibimiento de este film.

Después, un módulo se viste de La gran Calavera (1949), para luego seguir con Los Olvidados (1950), presentando los pósters de la película que se exhibieron en Argentina, Francia, Bélgica y Dinamarca.

“Iba a los barrios bajos de la Ciudad de México (…) Estuve cerca de seis meses conociendo esos lugares. Salía muy temprano en autobús y caminaba al azar por callejas, haciendo amistad con la gente, observando tipos, visitando casas”, se lee en una de las paredes del la Galería, citando a Luis Buñel, quien detallaba los métodos que utilizó para crear Los Olvidados.

En un cuarto módulo, por otra parte, se encuentran cartas que Buñuel recibió del escritor Octavio Paz, contándole que, desde Francia, estaba impulsando su película, pues le especificaba a través de sus letras que era un reflejo de la vida que debía ser visto.

En el resto de la exposición se presentan los pósters de Susana (1951), que filmó en sólo 20 días; La hija del engaño (1951), proyecto que admitió no le gustó en lo absoluto, pues sólo estaba experimentando; Una mujer sin amor (1952), “la peor que he hecho”, así como Subida al cielo (1952), señalado como uno de sus filmes más mexicanos jamás realizados.

También aparecen recortes visuales y reseñas sobre El Bruto (1953), un proyecto melodramático; Él (1953), con el cual buscó regresar al éxito fílmico; Un ensayo en crimen (1955), señalado como un esfuerzo dramático de Bueñuel; La ilusión viaja en tranvía (1954), reflejando diversos aspectos de la realidad social; Nazarín (1959), hecha en sólo cinco semanas, y Viridiana (1961), una película de humor.

De acuerdo con la crítica de cine Gabriela Bautista, los mexicanos no deben perderse una exhibición como Buñuel en México, pues es a través de proyectos como este que se sigue manteniendo vivo el legado de un grande del cine nacional.

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