Los otros drones

Los skaters profesionales acostumbran grabar sus trucos en video; existe toda una cultura de las producciones audiovisuales en el mundo del skateboarding. Con cámaras colocadas en varios ángulos y a veces montados en patinetas que acompañan en movimiento a los skaters a filmar, los productores editan sus videos con tomas que básicamente son terrestres. 

Pero a finales del año pasado Samadhi Production, una casa productora de la República Checa, dio un paso, o mejor dicho un vuelo, más allá. 

Como en todo avance tecnológico, habrá que valorar los peligros que conlleva que puedan volar por ahí ‘libremente’. Tan solo en el tema de la privacidad: ¿paparazzi con drones? No, gracias

Los skaters profesionales acostumbran grabar sus trucos en video; existe toda una cultura de las producciones audiovisuales en el mundo del skateboarding. Con cámaras colocadas en varios ángulos y a veces montados en patinetas que acompañan en movimiento a los skaters a filmar, los productores editan sus videos con tomas que básicamente son terrestres. 

Pero a finales del año pasado Samadhi Production, una casa productora de la República Checa, dio un paso, o mejor dicho un vuelo, más allá. 

En diciembre lanzaron en Vimeo el video “Firefly”, un novedoso corto dirigido por el skater Jan Minol que presenta tomas nunca antes vistas en el deporte: Minol va haciendo trucos de noche por las calles de Praga con una patineta iluminada con luces LED… pero todas las tomas son aéreas. Esto fue posible gracias a que montaron una cámara en un hexacóptero, una variación de un vehículo aéreo no tripulado (UAV, por sus siglas en inglés) o infamemente conocidos como drones. 

También existen cuadricópteros y octacópteros y su uso se está popularizando entre los entusiastas de la fotografía y el video.  Tanto así, que el video musical de “Take A Walk” de la banda Passion Pit, dirigido por el británico David Wilson, fue filmado  con una “helicam” (la palabra compuesta por “heli” de helicóptero y “cam” de cámara). 

Los drones son “junto a los smartphones y las impresoras en 3D, una de las pocas tecnologías verdaderamente transformadoras que han emergido en los últimos 10 años”, dice el periodista Lev Grossman en un artículo próximo a publicarse en la edición impresa de la revista TIME. 

Y es que no es la primera vez que un avance tecnológico–militar termina por ser adoptado y adaptado para fines comerciales–civiles, ahí está el emblemático ejemplo de las computadoras e Internet. Aunque los drones se han vuelto el arma de elección del gobierno estadounidense en los últimos 12 años, no pasó mucho tiempo para que surgiera un movimiento tecnológico de carácter civil que tiene puestas sus esperanzas en el aire. 

El nuevo juguete

Chris Anderson solía ser hasta hace unos meses uno de los editores más exitosos en el mundo del periodismo. Durante 11 años estuvo al frente de la revista Wired, posición que le permitió conocer de primera mano las tendencias y los avances tecnológicos y científicos de mayor importancia.

Gracias a esta envidiable posición, Anderson tomó una decisión que le cambió su estilo de vida. El año pasado renunció como editor en jefe de la revista para dedicarse de lleno al desarrollo de dos industrias con un potencial de crecimiento enorme: las impresoras en tercera dimensión y los drones. 

Para ello, Anderson fundó 3D Robotics, una de las tantas empresas que están surgiendo para desarrollar vehículos aéreos no tripulados que se pueden conseguir desde 349 dólares en Internet. 

“Lo que alguna vez fue tecnología militar ahora puede ser usado por niños y estoy seguro que una generación que crezca con drones –mis hijos los vuelan en el parque los fines de semana–encontrará mejores usos del que yo me puedo imaginar”, dice Anderson en una editorial publicada en TIME. 

El camino que están siguiendo los drones es el mismo por el que han pasado tecnologías como las computadoras o los smartphones. Los primeros modelos son pesados, torpes y costosos. Pero poco a poco la tecnología se está volviendo más compacta, precisa y asequible. 

Hoy se puede “pilotear” por 469 dólares un vehículo aéreo no tripulado como el modelo francés Parrot AR.Drone con un iPhone, un iPad o un aparato Android a través de una app. O por 349.99 dólares, se puede conseguir un kit completo del modelo 3DR ArduCopter Hexa-B en el sitio de 3D Robotics, un vehículo diseñado en San Diego, California, y manufacturado, por cierto, en Tijuana, México. 

Pero los drones no solo pueden ser un novedoso juguete. Google otorgó 5 millones de dólares al World Wildlife Fund (WWF) para adquirir una flotilla que se encargue de vigilar la caza ilegal de especies en peligro de extinción en África. Y este solo es un ejemplo. 

La empresa Brain Farm se ha hecho de un nombre al desarrollar drones con equipo de video para grabar espectaculares tomas de deportes tales como el surfing o saltos espectaculares en motocicleta. Las imágenes que logran captar con estos vehículos aéreos, quitan el aliento. 

En medio de una época en la que los drones acaparan portadas de diarios internacionales a raíz de ataques mortíferos en países como Pakistán o Irak, vale la pena descubrir los otros usos que se le está dando a una tecnología que nació con fines militares. 

Pero también, como en todo avance tecnológico, habrá que valorar los peligros que conlleva. Tan solo en el tema de la privacidad: ¿paparazzi con drones? 

No, gracias.

Los otros usos

En un futuro no muy lejano, tal vez no se nos haga extraño voltear al cielo y encontrar cientos de drones de uso comercial, seguridad o personal, sobrevolándonos, incluso chocando entre ellos. ¿Les levantarán infracciones los “transitodrones”?

A diferencia de los usados para fines militares, los drones comerciales son compactos: los hay desde 60 centímetros de largo y medio kilo de peso. Con estas características, se le pueden encontrar usos tan diversos como un simple juguete de fin de semana hasta el futuro de la paquetería. ¿FedEx vía drones? ¿Por qué no? 

— En el campo
Agricultores que tengan grandes extensiones de tierra podrían echarle un vistazo más rápido a sus cosechas, sin dar un solo paso.

— En el volcán
El modelo Vector Wing 100 es utilizado en Costa Rica para monitorear actividad volcánica en sitios de difícil acceso para los geólogos. 

— En la construcción
Adiós al mecate. Trabajadores de la construcción podrían enviar materiales no tan pesados a estructuras altas en menor tiempo. 

— ¿El nuevo FedEx?
Matternet, una compañía californiana, está planeando usar drones para el envío de paquetes urgentes. Piensen en medicamentos o trasplantes de órganos de un hospital a otro. 

— De camino a la escuela
Chris Anderson dice que conoce el caso de un padre de familia que programó su vehículo aéreo no tripulado para acompañar el trayecto de su hijo a la parada del transporte escolar. ¿Sobreprotección paternal o una buena medida de seguridad?

— En el set de grabación
Gracias a empresas como la británica Skypower, las escenas de persecución en el cine serán todavía más espectaculares. Su modelo Cinipro es capaz de transportar cámaras de calidad de cine.  

Made In Tijuana 
Por 349.99 dólares, se puede conseguir el modelo 3DR ArduCopter Hexa-B en el sitio de 3D Robotics, un vehículo diseñado en San Diego, California, y manufacturado, por cierto, en Tijuana, México.

Skateboarding aéreo
Impresionantes tomas aéreas en el video “Firefly”

FIREFLY from JamCopters on Vimeo.

Contra la afición
Un pequeño accidente en un partido de futbol en Brasil

Drones y Música 
Un video de Passion Pit con ayuda desde el aire

Te puede interesar