Los Juegos del pop
El Estadio Olímpico de Londres no solo fue sede del espectáculo atlético de Usain Bolt o de hazañas como el crossover paralímpico de Oscar Pistorius, también sirvió de escenario para el desfile de las glorias y promesas musicales de Gran Bretaña en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos (JO) más pop desde Atlanta 1996.
Juan Antonio Zertuche"La música ha sido la exportación cultural más fuerte de GB de los últimos 50 años. La intención es producir una ceremonia de clausura que sea una promoción única de la grandiosa música popular británica”
El Estadio Olímpico de Londres no solo fue sede del espectáculo atlético de Usain Bolt o de hazañas como el crossover paralímpico de Oscar Pistorius, también sirvió de escenario para el desfile de las glorias y promesas musicales de Gran Bretaña en las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos (JO) más pop desde Atlanta 1996.
La vanguardia musical del pop casi siempre se hace presente en los espectáculos musicales que acompañan a los grandes eventos deportivos. Pero a diferencia del show de medio tiempo en un Super Bowl, por ejemplo, los JO funcionan más bien como una ventana de promoción cultural del país sede… y no precisamente de cultura pop, a menos de que la ciudad se llame Los Ángeles, Atlanta o Londres.
La cultura pop corre por la sangre de los británicos y la influencia que tiene sobre las sociedades occidentales es notoria en la música y el cine. Como lo demostró la escena más emblemática de la Ceremonia de Apertura de Londres 2012, bajo la dirección de Danny Boyle (director de cine y teatro): el supuesto descenso en paracaídas de la Reina Isabel II junto al actor Daniel Craig, quien personifica actualmente a “James Bond”.
Para la Clausura, el encargado de ensamblar el espectáculo fue Kim Gavin, un “maestro en la coreografía de eventos a gran escala”, según lo describe la BBC. Esa fama se la ha ganado a pulso con credenciales que incluyen la organización del Concert For Diana en 2007, un espectáculo de 8 horas de duración y 27 actos musicales que celebró el que hubiera sido el cumpleaños 46 de la Princesa Diana; además, produjo “Circus” (2009) y “Progress” (2011), las últimas dos gigantescas giras para estadios del grupo Take That.
Con estos antecedentes, los organizadores de Londres 2012 también lo seleccionaron para dirigir el cierre de los Paralímpicos. Así que no dejen de sintonizar la clausura el próximo 9 de septiembre, porque el show contará con Coldplay como la banda estelar.
Sinfonía británica
A diferencia del espectáculo de apertura de Boyle, la clausura fue abierta y descaradamente pop, nombrado apropiadamente como “A Symphony of British Music” o “Una Sinfonía de Música Británica” .
Con un gigantesco escenario en forma de la emblemática bandera del Reino Unido –diseñado por cierto por el artista Damien Hirst–, durante la noche compartieron el mismo suelo todos los atletas, John Lennon y Freddie Mercury en enormes pantallas, Brian May y Roger Taylor de Queen, Nick Mason de Pink Floyd, la banda The Who, Liam Gallagher, el reencuentro de las Spice Girls, Pet Shop Boys, Ray Davies (The Kinks), Fatboy Slim, Eric Idle de “Monty Python” y hasta Pelé.
Pero a pesar de la espectacularidad de la Ceremonia, también fueron notorias –y sensibles– algunas ausencias. Todos nos quedamos helados cuando se escuchó “Space Oddity” y varios fragmentos de canciones de David Bowie para terminar con “Fashion”, y con la decepción de ver solo a unas cuántas supermodelos y no al “desaparecido” artista.
Adele, la artista británica más exitosa de los últimos años, estaba más ocupada viendo el show desde la comodad de su televisión y embarazo. ¿Dónde quedaron The Rolling Stones, Phil Collins, Brian Eno, Elton John o incluso el fenómeno televisivo–YouTube de Susan Boyle?
La lista es interminable. No se le puede dar gusto a todos, menos en un país con una gama de artistas tan vasta.
Las promesas
Emili Sandé, la cantante escocesa de soul y R&B, fue la encargada de abrir el show con su sencillo debut, “Read All About It (Pt. III)”. Aunque con más años y 5 álbums bajo el brazo, la banda Elbow (de Manchester) sigue tratando de expandir su épico sonido más allá de las fronteras británicas. Con “One Day Like This” y “Open Arms” musicalizaron la llegada de los atletas. Ed Sheeran le dio un toque de nostalgia al cantar el clásico de Pink Floyd, “Wish You Were Here”, con Nick Mason, integrante original, en la batería.
Las leyendas
Los británicos pueden presumir que tienen algunos de los nombres más grandes en la historia de la música popular contemporánea: The Beatles, Pink Floyd, Queen y The Who. Su música, en especial la hecha por los Beatles, estuvo presente durante la Apertura y la Clausura. Un detalle para quienes se dividen el gusto por las canciones de Lennon y McCartney: “Hey Jude” abrió los Juegos, mientras que “Imagine” estuvo en el cierre. “We Will Rock You” de Queen y “Wish You Were Here” de Pink Floyd, retumbaron en Londres.
Los regresos
Para los melómanos de música británica fue una tortura seguir la transmisión de la Clausura que incluía la reunión de las Spice Girls o la aparición de George Michael, y al mismo tiempo ver el concierto paralelo en Hyde Park con Blur, New Order, The Specials y Bombay Bicycle Club. De pronto, Londres 2012 parecía más 1996 cuando de unos taxis se bajaron las cinco Spice para cantar “Wannabe”. Por su parte, George Michael relanzó y sepultó su carrera musical en un abrir y cerrar de ojos con “Freedom” y un nuevo sencillo que no enganchó a nadie.
Fiesta pop
“La Michael Phelps” de la ceremonia de Clausura sin duda fue Jessie J, quien estuvo presente no en una, ni dos, ni tres, sino en cuatro diferentes canciones en el show. Y esto se debe tal vez a que la londinense ocupó el espacio que dejaron voces como las de Amy Whinehouse y Adele. También la sensación juvenil de One Direction hizo su aparición con su éxito mundial “What Makes You Beautiful”. Mientras que el hip hop británico fue representado por Tinie Tempah y la música bailable de antro la proporcionó Taio Cruz y su “Dynamite”.
Los ausentes
Quizá las dos ausencias más sentidas fueron las de David Bowie y Adele. El primero porque se ha mantenido en los últimos años alejado de los escenarios, con rumores sobre su estado de salud. La segunda, porque es la artista británica que más discos vende en el mundo. Escuchar “Rolling In The Deep” hubiera puesto a cantar a los cinco continentes. Kate Bush es una de las voces más consentidas en el Reino Unido, pero se desaparece por largos periodos. Decepción solo escuchar “Running Up The Hill”, pero sin su presencia.
Pulso de la Clausura
Monitoreo oficial en redes sociales del show
