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¿Por qué no llega a México la pastilla anti-VIH?

La PrEP, el medicamento que reduce hasta en un 96 por ciento las posibilidades de contagiarse del virus VIH, en México estará disponible en el sector salud en el escenario más optimista hasta el 2020

La PreEP es sin duda el medicamento del momento entre la comunidad LGBT para evitar contagiarse del virus VIH si uno tiene relaciones sexuales con una persona infectada.

La Organización Mundial de la Salud desde hace 3 años recomendó este tratamiento para prevenir contagios de VIH en el mundo, medida que fue secundada por autoridades de salud de Europa. Desde el año pasado Brasil suministra como parte de su sistema de salud esta terapia antirretroviral a los jóvenes y la población en alto riesgo de infección como sexoservidoras, personas transgéneros y homosexuales.

Pero en México está muy lejos de ser suministrado por el sector salud.

¿Por qué?, es la principal pregunta que se hacen los miembros de la comunidad LGBT.

La PrEP o profilaxis preexposición es un tratamiento que tiene la función de prevenir el Virus de Inmunodeficiencia Humana en personas que se encuentran en un alto riesgo de contraerlo.

En México se vende el medicamento Truvada que en su presentación sencilla (no compuesta) es recetada para personas que ya están infectadas de VIH. Es precisamente esto lo que propicia que exista desinformación sobre tratamiento que apenas está en etapa de investigación en México a través de un programa piloto que ha despertado muchas expectativas y esperanza para su implementación, aunque se prevé que de ser aceptado, llegue hasta mediados del 2020.

“Coloquialmente la gente ya hace sinónimo de PrEP con la pastilla (Truvada compuesta), pero lo que tiene que quedar muy claro es que la PrEP no implica sólo la toma de un medicamento, sino una serie de acciones alrededor de la misma.

“La PrEP es una medida preventiva que tiene la idea de que las personas que son negativas al VIH tomen de forma diaria la pastilla y de esa manera, si llegan a tener una relación sexual no protegida, tengan la certeza de que no se van a contagiar”, explica Hamid Vega, investigador principal del proyecto ImPrEP en el país.

El proyecto ImPrEP está considerando una población de 3 mil personas donde el medicamento será financiado por un organismo llamado UNITAID

La implementación de la PrEP este año en México está relacionada a un proyecto de investigación llamado “ImPrEP, que se realiza en colaboración con Brasil y Perú.

La finalidad principal de acuerdo con Vega, es generar evidencia para que los gobiernos locales puedan decidir si incorporan la PrEP o no a sus servicios de salud pública y de prevención de VIH.

“La idea es que en los tres países se pueda implementar la PrEP a nivel nacional, digo, esa es la idea, todo depende de la región que hablemos, sus características y políticas para decidir si se implementa o no”, aclara Vega.

Brasil es el primer país en el mundo que implementó la PrEP a nivel nacional en su programa de salud para todos sus ciudadanos desde el pasado 1 de diciembre de 2017.

Ante la confusión sobre la entrada del medicamento a México el investigador del ImPrEP explica que se trata de un proyecto de implementación, es decir, un programa demostrativo que apenas se verá si funciona en el país.

Para este proyecto se está considerando una población de 3 mil personas de sitios específicos de la Ciudad de México y el estado de Jalisco, donde el medicamento se encontrará financiado por un organismo llamado UNITAID, que surgió de una iniciativa internacional que promueve el acceso al tratamiento de enfermedades como el SIDA.

“Internacionalmente el proyecto está financiado por el UNITAID, organismo que respalda de forma económica el proyecto de los tres países (Brasil, Perú y México), sin embargo, es importante acotar que cada país también cuenta con el apoyo de sus propios gobiernos”, expresa el investigador.

Hamid Vega señala que en México, organismos públicos como la Secretaría de Salud apoyan el proyecto a través de sus instituciones, personal, insumos y otras cuestiones más sin cobrar u obtener algún tipo de recurso.

En el caso de la Ciudad de México, el recurso proviene del gobierno local.

La adopción de este tratamiento podría traducirse en una mayor libertad en el ejercicio de la sexualidad de personas que se encuentren en riesgo de contraer el VIH -tomando en cuenta otros métodos de protección y otras enfermedades que no previene-, pero sobre todo, coadyuvaría a reducir el problema de salud pública que implica las consecuencias de este virus como el SIDA.

El refuerzo vs. el SIDA

Para investigadores como Hamid Vega, la PrEP viene a complementar lo que existe ya en el tema de prevención, partiendo de la idea de que al tomar la Truvada del PrEP, se tendrá que acudir cada tres meses a un centro de salud para dar seguimiento y realizar exámenes periódicos que, en el mínimo caso de dar positivo, se podrán tratar y controlar en su etapa más temprana, evitando el contagio.

El anuncio de la implementación del programa PrEP que dio a conocer el CENSIDA en 2017 causó la expectativa de muchas personas en situación de riesgo, debido a la poca información emitida en los sectores.

Ante ello, se destaca la importancia de llevar a cabo y bajo todos los protocolos un proyecto demostrativo que permita evaluar a las poblaciones y focalizar esta medida preventiva a las personas más vulnerables, sobre todo porque el precio comercial de la Truvada compuesta oscila en los 10 mil pesos en su presentación de 30 tabletas al adquirirlo de manera comercial.

Para fines del proyecto, el medicamento que se va a utilizar fue donado por la farmacéutica estadounidense GILEAD.

Uno de los componentes más importantes de este proyecto es evaluar cómo se podría hacer para que el medicamento sea más barato o en su defecto se pueda considerar la opción de utilizar tratamiento genérico, comenta Vega.

“En este sentido, Brasil es el país latinoamericano que lleva el liderazgo en cuestión del PrEP, pero evidentemente muchas ciudades de Europa y Estados Unidos como San Francisco y Nueva York ya tienen esta medida preventiva en su paquete de servicios preventivos”, dice Hamid Vega.

Parte del proyecto pretende que en México no suceda lo que en Estados Unidos, en donde si no tienes un seguro, no puedes acceder al medicamento, dejando desprotegidas a las poblaciones vulnerables de ese lugar.

“En un país recursos limitados como el de nosotros, no puedes decir que esto va a ser para todo el mundo que quiera, más bien debemos tratar de focalizar los casos y las poblaciones que presenten mayores problemas”, comenta.

De acuerdo con Vega, en México se están terminando los trámites para que la donación de medicamento llegue a México y se comience la implementación.

“El protocolo está proyectado a mediados del 2020, sin embargo, puede que se extienda un poco más.

“Para esas fechas esperamos que ya exista una discusión pública, una decisión fuerte de cómo hacerle para poder lograr que esta medida preventiva sea factible para todos los que quieran y estén en riesgo de adquirir VIH”, agrega.

No te convierte en ‘superman

La PrEP se ha utilizado con gran éxito en diversas ciudades del mundo como un doble refuerzo contra la enfermedad en estudios comprobados, pero es probable que aunque ayude a detectar de forma temprana otras enfermedades como la sífilis y la gonorrea, debido a las continuas revisiones médicas no te proteja de ellas.

“Como todo protocolo, es importante evaluar si la persona es candidata, tener citas de seguimiento y hacer pruebas periódicas que indiquen que se sigue siendo negativo al VIH.

“La pastilla de la PrEP no sustituye otros métodos de prevención como el condón, por ejemplo, más bien debe utilizarse como un refuerzo porque finalmente te protege de VIH, pero no te protege de otras enfermedades”
Hamid VegaInvestigador de proyecto ImPrEP

Como todo medicamento para la prevención, el medicamento del PrEP resulta benéfico, si se utiliza con responsabilidad y seguimiento médico.

De acuerdo con Hamid Vega, también médico en psiquiatría, los efectos secundarios que se pueden tener durante los primeros días son nauseas, dolor de cabeza y en un caso muy grave una disminución renal que se quita inmediatamente después de dejar el tratamiento.