A lo largo de dos horas y 20 minutos, el guión de McCarten se aproxima a mostrar una Whitney Houston de carne y hueso A lo largo de dos horas y 20 minutos, el guión de McCarten se aproxima a mostrar una diva de carne y hueso. Foto: Especial

Las claves de la biopic de Whitney Houston

Escrita por el guionista de Bohemian Rhapsody, Anthony McCarten, la  biopic de la cantante estadounidense celebra su exitosa carrera y se adentra en los claroscuros de su vida

Estrenada en Estados Unidos, en diciembre de 2022,  I wanna dance with somebody (Quiero bailar con alguien), la biopic de Whitney Houston, ha puesto de nuevo el nombre de la artista en los titulares de los medios e Internet, plataformas donde se recuerdan sus momentos de gloria y, sobre todo, los episodios escandalosos que protagonizó por su dependencia a las drogas y por su explosiva relación con su pareja, el también cantante Bobby Brown.

Protagonizada por la actriz británica Naomi Ackie, la cinta, la cual llegó ayer a los cines mexicanos, celebra su exitosa carrera, pero también repasa los claroscuros de su vida.

Después de su muerte, el 11 de febrero de 2012, catalogada como un ahogamiento accidental por consumo de drogas y medicamentos, el nombre de la intérprete de “I Will Always Love You” también ha seguido presente en los medios para recordar que su música sigue batiendo récords, ya que se considera la primera artista de origen afro de la historia en alcanzar tres discos de diamante.

Su espectacular voz sigue sonando y maravillando a millones de seguidores, pues como en esta película menciona el reconocido productor musical Clive Davis, interpretado por Stanley Tucci, la de Whitney fue una voz única en su generación.

Por eso, vale la pena reconocer la actuación de Naomi Ackie, ya que las gesticulaciones y la sincronización labial que hace para acompañar la voz original de Whitney Houston logran ser bastante convincentes.

Dirigida por Kasi Lemmons, directora de Harriet  (2019), y escrita por Anthony McCarten, quien escribió Bohemian Rhapsody, la película compendia desde los inicios de la cantante como corista en una iglesia bautista en su natal New Jersey, pasando por su etapa de mayor notoriedad, hasta su declive, cuando su dependencia por las drogas se endurece y su matrimonio va en picada.

A lo largo de dos horas y 20 minutos, el guión de McCarten se aproxima a mostrar una diva de carne y hueso, ya que explora cuestiones como su bisexualidad, su relación con Robyn Crawford (interpretado por Nafessa Williams), quien fue su asistente y su mano derecha y con quien mantuvo una relación sentimental que ocultó por muchos años.

También se acerca a la complicada relación con su padre, quien desde sus inicios vio en ella una marca comercial que explotar, así como a la complicidad con su madre, protagonizada aquí por Tamara Tunie, quien la impulsó y la sostuvo en todos los momentos de su vida. Una parte de la historia se enfoca  en mostrar también su tormentosa relación con Bobby Brown (Ashton Sanders).

Y aunque apenas aparecen como pinceladas, la historia esboza algunas circunstancias dolorosas que contribuyen a crear un retrato íntimo de la protagonista de El guardaespaldas, como  es el caso de un aborto espontáneo, las críticas que recibió de la comunidad afroamericana por cantar canciones de blancos y el instinto de proteger a su hija de las turbulencias a su alrededor.

 

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Como en Bohemian Rhapsody, Quiero bailar con alguien regala al espectador escenas que recrean memorables conciertos y presentaciones televisadas de la cantante, así como un soundtrack que nos transporta a finales de los años 80 y principios de los 90.

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