La seducción de Koons y Duchamp

Con la exposición Apariencia Desnuda: el deseo y el objeto los artistas representan el gusto que todo espectador tiene ante un artefacto expuesto de manera sexual e infantil

Dos de los artistas más influyentes del siglo XX llegaron a México, pero no arribaron solos, trajeron consigo algunas de sus piezas más características, pretendiendo demostrar que el único objetivo de su trabajo es dejar que los espectadores aprecien y se deleiten con los objetos.

Jeff Koons, nacido en Estados Unidos hace 64 años, se presentó ante la prensa exponiendo, por primera vez en México, lo que sabe hacer: buen arte. Pisó suelo mexicano un día después de que una de sus piezas, Rabbit (1986) se vendiera por 91 millones de dólares, catalogándola como la obra de arte más cara jamás vendida; sin embargo, para el artista, el valor económico no es lo esencial de su trabajo.

“Siempre quise ser un procurador del diálogo. Desde que inicié (como artista), mi vida y mi obra han sido las mismas, no pretendo otra cosa, sólo me enfoco en que haya una participación entre las personas y el objeto”
Jeff KoonsArtista

El Museo Jumex alojará algunas de sus piezas a través de la exposición Apariencia desnuda: El deseo y el objeto, del 19 de mayo al 29 de septiembre.

Koons se acercó al arte desde que era un niño, cuando una de sus tías lo llevó de la mano al Philadelphia Museum of Art; reconoce que fue antes de la adolescencia cuando vio por primera vez una obra de Marcel Duchamp, personaje con el que ahora, en México, comparte escenario.

“Duchamp me comunicó (con su arte) que ya todo está aquí, que tú sólo tienes que abrirte a lo que ves y escuchar para darte cuenta que la vida es una interacción de cómo el mundo externo afecta a las personas y viceversa”, declaró el artista.

Además, compartió que en su carrera como pintor, escultor y fotógrafo ha aprendido que todos los objetos externos son metáforas para la gente, pues pueden incorporarse al diálogo de las personas con sólo verlos; interpretándolos como bienes de consumo, mercancía y deseo.

Actualmente, tras 20 años de carrera en el mundo del arte, reconoció que su objetivo como artista ha sido, y sigue siendo, que toda la gente que llegue a encontrarse con alguna de sus piezas, logre entenderla y apreciarla.

En ese sentido, Koons enfatizó que las obras que hace no necesitan de mucho estudio o contexto para lograr sentir algo por ellas, como lo hacen algunas otras, para las cuales el espectador debe conocer y entender antecedentes históricos para capturar el deseo que su autor quiso implementar en ella.

Para el curador de la exposición, Massimiliano Gioni, haber juntado a dos artistas en una misma exposición, Duchamp, quien falleció en 1968, y Koons, fue un gran placer, principalmente porque, a pesar de las décadas que los separan, encontró que tenían muchas cosas en común, como su fascinación por el deseo y el gusto.

“Al ver la obra de ambos, la gente se dará cuenta cómo se reflejan entre sí, como un espejo. Los dos cuestionaron la función de los objetos y la fascinación por los bienes de consumo, al mismo tiempo que desarrollaron filosofías individuales, pero complementarias al gusto, proponiendo nuevas formas de pensar el arte y el yo”, detalla Gioni, director artístico del New Museum de Nueva York

Por su parte, María Emilia Fernández, asistente de curaduría de la exposición, comenta a Reporte Índigo que toda la muestra de arte va a permitir que los espectadores reflexionen sobre el consumo, las mercancías, el deseo y la culpa que a veces sienten con relación a estos.

Cinco sesiones

Apariencia Desnuda: El deseo y el objeto está desglosada en Museo Jumex en cinco sesiones: “La erótica de las cosas”, “El Sex Appel de lo inorgánico, “Vice Sans Fin o Las anatomías del deseo”, “Identidad como medio” e “Inocencia y corrupción”. Se exhiben más de 80 obras, provenientes de más de 30 colecciones de Europa y América.

En la primera parte, el francés Marcel Duchamp y el estadounidense Jeff Koons comparten una sorprendente preocupación por el modo en que los objetos cotidianos pueden evocar al deseo y proyectar o reflejar la sexualidad.

Para Koons, sólo cuando las personas comienzan a amarse y a ser sinceras consigo mismas, pueden ver la sensualidad en lo que los rodea. Para demostrar eso, expone productos de consumo ordinario, como una pelota de basquetbol, en One Ball Total Equilibrium Tank (1885); a los lados de esta pieza, se colocaron imágenes de basquetbolistas, provocando al observador un interés y un deseo secreto por obtener un objeto que puede ser común para algunos.

En la segunda parte, los artistas utilizan aparatos mecánicos y productos tecnológicos como elaboradas metáforas del cuerpo humano. A través de la serie The New, Koons busca representar la respiración de una persona con aspiradoras Hoover, las cuales parecen selladas en vitrinas de acrílico y bañadas con luz fluorescente blanca, como objetos intactos de deseo.

Con Las anatomías del deseo, el erotismo y la sexualidad de ambos artistas afloran. En Jeff in the Position of Adam(1990), Koons muestra a su novia desnuda, literalmente, y quizá de forma radical expone un espíritu de, según el artista, pluralismo y aceptación.

Marcel Duchamp, por su parte, comparte dibujos de parejas en la intimidad con The Lovers: Select Details after Cranach and Relache

En “Identidad como medio”, ambos artistas desarrollan sus propias filosofías acerca del deseo y el gusto; para hacerlo, representaron nuevas formas de pensar sobre la identidad y la imagen pública. Duchamp creó un alter ego femenino, “Rrose Sélavy”, con el cual firmó muchas de sus obras. Por otro lado, Koons expone, con Ad Art Portfolio (1988), diferentes supuestas portadas de revista con él como modelo.

“Inocencia y Corrupción” es la última parte de la exposición, y es a través de esta en la que los artistas describen al infante como el escenario ideal para la mecánica del deseo y la atracción. Koons expone piezas como Balloon Dog (1994-2000), Play-Doh (1994-2014 ) y Lobster (2007-2012).

“Los objetos de Jeff están expresando ‘¿De quién somos?’ Él quiere que la gente se sienta sin culpas al ver sus obras y sólo disfrute coincidir con ellas”, aseguró Massimiliano Gioni.

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