La resistencia de la literatura fantástica

A 10 años de su creación, la revista Crisálida se reinventa para mostrar una realidad alterna a sus lectores; los creativos detrás de la impresión están convencidos de que a través de sus letras podrán generar un cambio cultural, al traer historias inspiradas en la cotidianidad mexicana

La inquietud por escribir, su gusto por lo dark, el horror y los juegos de rol, fue lo que motivó a un grupo de estudiantes universitarios, en el 2000, a crear una revista de literatura fantástica.

Tres intentos resultaron fallidos, una con el tentativo nombre de Dragón y gestada desde el tianguis El Chopo, la siguiente publicación ni siquiera logró despegar por un choque de egos y la tercera fue Sotobosque, que incluso tuvo logotipo y hasta una propuesta para llevarla a imprenta.

Pero el proyecto cayó por falta de cohesión ideológica entre los miembros, sería con pretexto de su titulación de la carrera de Diseño de comunicación gráfica, que Esther Manjarrez decidió recuperar escritos e ilustraciones y fundar Crisálida.

“Me titulé con la revista y sacamos el número uno, y saliendo de ahí me puse a trabajar, y no fue hasta un año o dos después que tuve los recursos, ya trabajando como diseñadora, para poder publicar e imprimir”, recuerda Manjarrez, en entrevista con Reporte Índigo.

150 mil
pesos recibió Crisálida de la Secretaría de Cultura federal para su publicación de este año

En 2008, al fin la publicación llegó a imprimirse, con un tiraje de 10 mil ejemplares, Manjarrez creía que podría comercializar el impreso literario, pero hasta la fecha, los esfuerzos de su distribución se mantienen de manera independiente.

Hoy en día estoy convencida de que Crisálida combate la violencia en todas sus formas, desde lo simbólico, justamente, porque retoma la cotidianidad y sobre todo, porque se enfoca en lo horroroso, en esa parte de la sociedad que no queremos ver y de nosotros mismos
Esther ManjarrezDirectora editorial

Aunque la idea era publicar dos números por año, el magacín no logró mantener su ritmo editorial, por lo que sólo se han impreso nueve números a la fecha, el más reciente dedicado al cyberpunk y que salió a la luz en julio, pasando seis años desde su último fascículo.

Crisálida se vio beneficiada con el programa Colectivos Culturales Comunitarios Ciudad de México 2019, por parte de la Secretaría de Cultura capitalina, el monto de 150 mil pesos ayudará a que este año, Manjarrez pueda publicar el número 10 a finales de noviembre, el cual estará dedicado a brujos y nahuales, además de que tendrá un tiraje de cuatro mil ejemplares que serán distribuidos de manera gratuita.

El futuro es ahora

Los editores de la revista se decidieron a hablar del cyberpunk en su noveno número, porque ven que este género de la literatura está más presente que nunca, que desde esta literatura se puede hacer crítica a la sociedad desigual actual.

“La estética romántica del cyberpunk yo sí la percibo en nuestra realidad, porque aunque no haya androides, sí hay inteligencias artificiales en las redes sociales que son capaces de manipular la percepción de la sociedad”, platica Manjarrez.

Cuando el género se acuñó a finales de los 70 y principios de los 80, se buscaba hacer un reflejo de las crisis económicas y sociales en el mundo, proyectadas hacia una distancia y progresión lógicas, lo que ahora se hace presente de varias maneras.

“Muchas cosas a lo mejor visuales o estéticas del cyberpunk no se cumplieron y probablemente nunca se cumplan, al menos no así, pero desde el punto de vista del trasfondo que nos intenta decir, es sumamente real, por ejemplo, la desigualdad de clases. Hace un par de semanas hospedé a unas personas de Estados Unidos y ellos decían que México era cyberpunk, o sea ves la choza junto al edificio multimillonario”, agrega Joel Cuéllar, quien forma parte de Crisálida en el área administrativa.

La batalla por la distribución de la literatura en Crisálida

Desde el inicio de Crisálida, la intención era poder llegar a todos los públicos, Manjarrez comenta que a la fecha, vive un bloqueo comercial por parte de las grandes corporaciones, quienes tienen una falta de interés por distribuir el producto fantástico.

“Fuimos a Sanborns, hablé con la persona de la tienda, le enseñé el proyecto y me dijo ‘está bien padre, está bien hecho, seguramente te lo van a aceptar’ y después ya no me quiso contestar la persona, y hasta que por fin me explicó que le dijeron que sería competencia desleal, porque no hay otra publicación que se le parezca a esta”, narra la diseñadora.

Lo mismo ocurrió con los voceadores de la capital, quienes en teoría se negaron a moverla entre sus puestos, y cuando los dependientes la pedían a la central de distribución, les comentaban que la publicación no existía.

“La industria editorial, como muchas en México, es un monopolio, así que si nosotros representamos de alguna forma competencia, y hoy entiendo que estos lugares en los puestos de revistas y periódicos están muy peleados y no les conviene que Crisálida se venda, porque quieren tener su material para vender, entonces te bloquean”, señala la fundadora.

Consigue la revista

Crisálida se encuentra disponible en la Librería Ríus, al interior del metro Zapata de la línea 3; en la tienda del Museo Universitario del Chopo y en el Café La tregua. Se pueden conseguirse sus nueve publicaciones por 350 pesos con gastos de envío incluidos.

Página web crisalida.info/

Te puede interesar