Daniel Krauze refleja lo que ocurre al interior del poder mexicano en Tenebria

‘La política, el pretexto para hablar’, Daniel Krauze

A través de su más reciente novela, Tenebra, en la que se presenta una historia de ficción tomando como punto de partida el sexenio pasado, Daniel Krauze refleja lo que ocurre al interior del poder mexicano, el cual siempre ha generado controversia y descontento en la sociedad

La inconformidad y el saberse molesto con las problemáticas de México, sobre todo por el mal manejo de sus gobernantes, es lo que ha sido el combustible para Daniel Krauze durante años; primero, con su libro de cuentos Cuervos, en 2007; después con Fiebre, en 2010; lo mismo con su primera novela Fallas de origen, publicada hace ocho años; y ahora con Tenebra.

Para realizar este último libro, el también guionista conversó con periodistas y personajes de la política nacional de distintos partidos durante casi un sexenio, eso lo llevó a crear un retrato ficcionado de la realidad mexicana, que aunque no apunta hacia ningún legislador, edil o diputado directamente, sí se sienten latentes estas figuras en la narrativa de Krauze.

“Todos mis libros nacen de un sentimiento de indignación, de las cosas que me incomodan, que me molestan, me parece que es como la mejor gasolina para sentarme a escribir. Lo que me contaba la gente cercana a la grilla en México me paraba los pelos de punta y ahí empiezas a darte cuenta cómo funciona la política”, describe el escritor, en entrevista para Reporte Índigo.

En Tenebra, libro publicado bajo el sello Seix Barral, Daniel Krauze quiso reflejar cómo, al sazón de los tragos, en las cantinas de opulencia y en los restaurantes de cortes, en esas mesas donde pasa el alcohol y la comida sin límites, porque al final son pagadas con los impuestos ciudadanos, es donde se pactan los tratos entre la gente de los partidos.

“Es tan delirante y tan escandaloso que me dio para una novela entera y de eso va Tenebra, básicamente. Aunque no ocurran en el Congreso ni en el Senado estos tratos, sí se hacen en otro lado si conoces los lugares correctos, ahí ves muy claramente quién está haciendo pactos con quién y a mí me tocó ver sentada a gente de Morena con los del PAN, del Partido Verde o del PRI”, agrega el autor.

En su libro, el guionista de 38 años cita nombres de políticos como Enrique Peña Nieto, además de sus allegados y otros funcionarios federales que estuvieron en Los Pinos, previamente. Incluso, Krauze prefirió reescribir parte del final de Tenebra, durante el último periodo del sexenio pasado, y admite que de haberse llevado a las imprentas, habría generado incomodidad.

“Creo que hubiera sido posible (publicarla), pero no hubiera sido deseable. No quería que se sintiera como una novela escrita en contra del PRI, porque no es el caso; es decir, la política es un pretexto para hablar de temas que me obsesionan, incluso desde mi primer libro, los abusos de la gente en el poder en México”, reitera.

Daniel Krauze Evita la copia

Para escribir su segunda novela, Daniel Krauze dejó de lado la literatura política que existe en el país, no quiso “contaminarse” de otros autores para evitar caer en el plagio indiscreto, por eso se fue por la libre y sólo se basó en lo que fue recopilando al interior de lo que sucedía más allá del Congreso de la Unión.

“No quise leer nada de literatura política antes de escribir Tenebra, porque soy muy copión como escritor, porque si leo a Luis Spota o a Jorge Zepeda Patterson o La guerra de Galio, de Héctor Aguilar Camín, les voy a acabar copiando cosas, entonces de verdad me di a la tarea de no leer novela política mexicana”, admite el literato.

Así, buscando la originalidad, es como Krauze quiso presentar su nuevo libro, en el que sus dos personajes principales, Julio Rangel, joven político apadrinado por un senador priista, y Martin Ferrer, quien ha ido perdiendo la fortuna familiar y tiene deseos de venganza contra el legislador, convergen en la opacidad del poder.

“Siempre he visto al libro como una llavecita, digamos, que le va a permitir al lector abrir una puerta en la cual verá un universo que estoy seguro que no conoce o que conoce a medias. Insisto, no es la política que lees en los periódicos, que ves en Twitter o redes sociales, es lo que pasa en la tenebra, en lo oscurito, siempre digo, tras bambalinas”, señala.

Una reflexión de los gobiernos

El coeditor de Letras Libres muestra no sólo su decepción con las pasadas administraciones federales, sino que también con la actual. Considera que el proyecto de país que se tenía en mente, antes de que el candidato de Morena llegara a la presidencia, ahora es muy distinto de lo que se había prometido en campaña.

“Esto no te lo digo como novelista, sino como ciudadano, yo veo en Morena al PRI con algunos peores vicios, peores hábitos, no sé. A pesar de lo de (Emilio) Lozoya, que evidentemente me da mucho gusto, o lo de (César) Duarte, me gustaría que fuera parejo, me parece que hay algunas figuras ‘tenebrosas’ de la 4T, a las que les debería tocar el mismo tratamiento que al señor Lozoya, vamos a ver si es un corte de caja, todavía es temprano en el sexenio”, dice.

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