La obra Quemar los campos se llevará a escena del 19 al 29 de enero los jueves y viernes, a las 20 horas; y sábados y domingos, a las 18 horas, en el Foro A Poco No

La obra de teatro “Quemar los campos” cuestiona los feminicidios que ocurren en México

La propuesta Quemar los campos busca la reflexión en torno a los feminicidios del país, tomando como referencia el caso de Diana Velázquez Florencio, quien en 2017 fue reportada como desaparecida y días después fue hallada sin vida en la morgue

Memoria, resistencia y lucha fueron tres de los componentes para llevar a escena Quemar los campos, obra de Ingrid Bravo, la cual se creó en 2019 para abordar el caso de Diana Velázquez Florencio, quien en 2017 fue víctima de un feminicidio, pero que su caso, como el de miles, quedó impune.

La pieza, que se llevará a cabo en el Foro A Poco No, toma como eje a las madres de víctimas de feminicidios, de cómo han tomado los lugares públicos para buscar la justicia ante un Estado que se muestra indolente ante los crímenes.

“Empezamos a cuestionar mucho lo que queríamos, y no, mostrar. También tuvo que ver con las noticias y lo que se muestra, porque estamos bombardeados de la violencia y de cómo se encuentran los cuerpos, la forma en que son asesinadas las mujeres y pensamos en el campo, en sus procesos para fertilizar la tierra. No tiene que ver con quemar absolutamente todo, pero sí lo necesario para volver a tener vida”, aclara Ingrid Bravo.

En entrevista con Reporte Índigo, la actriz explica que Quemar los campos es una pieza documental que reflexiona en torno al crimen feminicida, además de cuestionar el ángulo mediático que se realiza sobre los feminicidios, los cuales, en algunas ocasiones se victimiza a las mujeres y a las familias.

“Algo que nos ancla mucho es la relación que hemos generado con la familia de Diana Velázquez, porque aprendimos que ellas no podían ser quienes sostuvieran las funciones. Aunque sí nos atraviesa el dolor, no nos toca de manera directa. Nos duele, pero no nos apropiarnos de ese sentir, eso también nos ha dado una guía y un ancla para seguir llevando el tema en escena de manera clara y concretamente”, precisa Ingrid Bravo.

Un encuentro con el feminismo

Ingrid Bravo explica que Quemar los campos fue una manera colectiva de iniciar un proceso de investigación sobre el feminismo y la forma de hacer un teatro más reflexivo y simbólico.

Junto con la compañía Teatro de la grieta han caminado en un proceso para hablar desde la escena sobre temas que les atañen y que, pocas veces, se pueden poner sobre la mesa.

“Venía de un lugar de no saber absolutamente nada y conforme empezó el proceso de investigación tuvimos la fortuna de encontrarnos con personas muy generosas. No sólo fue una cosa de hacer nuestra pieza y bye, nos hemos involucrado con el tema, a tener más información al respecto para poder abordarlo desde un lugar más empático y ético”, relata.

Para la dramaturga, esta pieza también sirve como una forma de acompañamiento, pues admite que muchas personas se les han acercado para poder obtener más información.


Incluso, durante la pandemia, asegura que Quemar los campos sirvió para hacer un duelo colectivo, aunque, sí han tratado también de poner una línea límite, pues aunque sí abordan el tema, no son expertas. El fin de la pieza es acercar estas temáticas para que el mensaje se siga difundiendo.

“Durante la pandemia veíamos que todas las mamás seguían en la calle exigiendo justicia, hicieron un plantón en el Zócalo en plena pandemia. Nosotras, en realidad, lo que hacemos es teatro, entonces era ver cómo desde nuestras herramientas podíamos seguir.

“Luego es duro, porque no somos psicólogas, ni activistas, nos preguntamos mucho cómo no dejar que se nos salgan de las manos, pero nuestro objetivo no es decir qué se puede hacer al respecto, porque eso les toca a las autoridades, más bien es intentar abrir un espacio de duelo y de reflexión”, concluye.

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