La nueva psicodelia cósmica

05 de Dic, 2018

Con sonidos que surgen de una ligera calma arranca “Overhead Intelligence”; la canción sube de potencia hasta estallar entre compases de guitarra, batería y bajo que no parecen tener fin, es como si iniciara un viaje interestelar en el cerebro.

El track da cuenta de la proeza que logra Cosmic Fall, trío que se dedica a tocar rock psicodélico en Alemania, demostrando que este género sigue más vivo que nunca, a más de cinco décadas de su concepción.

En la batería Daniel Sax, Klaus Friedrich desde el bajo y Martin Morawski con la guitarra, se convierten en un grupo que ingenia canciones dispuestas a transportar a sus melómanos hasta los confines del espacio; son como “jinetes intergalácticos” que mantienen vigente el género en pleno siglo XXI.

“Esa es la música que más me gusta escuchar y tocar. Es una escena pequeña y amigable, se trata de música y no de comercialismo; eso es lo que amo”

Cosmic Fall comenzó en 2016 como un proyecto de músicos que buscaban explorar su género favorito. Después de que se conocieron por Internet, se juntaron a ensayar y grabaron cada sesión improvisada que tenían para estudiar con detenimiento las canciones, que luego resultaron en un LP.

Fue así como llegó First fall, su primer disco; después continuaron con Kick Out The Jams e In Search Of Outer Space, durante tres años consecutivos. Actualmente, los tres LPs de la agrupación, en sus versiones físicas, están completamente agotados.

El trio teutón juega con la posibilidad de tener un nuevo material para el 2019, aunque se siente despreocupado, ya que nunca ha estado en un sello discográfico que los mantenga estresados.

“Estamos en el proceso de planificación ahora mismo. No tenemos plazos en este momento. Pero, sin duda, ¡hay muchas cosas buenas, nos gustaría grabar!”, agregan tanto Morawski como Friedrich, vía correo electrónico.

Entre probetas y experimentos

A sólo dos meses de que se juntaran por primera vez en 2016, Friedrich, Sax y en ese entonces el guitarrista Mathias Rosmann, se propusieron grabar su primer disco, el cual increíblemente quedó en menos de quince días, así lo recuerda el baterista de la banda.

“Hasta ahora, siempre grabábamos los álbumes en nuestras salas de ensayo, excepto por una canción que grabamos en una escalera. Al principio, fuimos bastante rápidos, hicimos nuestro primer álbum en una semana”, describe Sax.

Del lugar donde esto ocurrió, Friedrich dice que esas sesiones ocurrieron al interior de un viejo salón de instrumentos quirúrgicos, algo bastante diferente a un estudio de grabación.

La banda Cosmic Fall comenzó, en 2016, como un proyecto de músicos que buscaban explorar y tocar su género favorito

“El lugar donde grabamos los primeros dos álbumes era un viejo laboratorio en el que trabajaba un amigo mío. Era una sala de operaciones donde los científicos experimentaban con ratas. Mierda, bastante raro”, comenta el bajista.

El lenguaje musical

Después de la partida de Rosmann, con el segundo álbum, Sax y Friedrich buscaron a un nuevo guitarrista en el sitio berlinmusiker.de, mismo donde los tres se habían conocido. Así fue como Morawski llegó a la banda.

“Tengo que ser honesto, me gusta cantar, pero no soy el mejor cantante y creo que, en primer lugar, este género es sobre la música en sí y no sobre el mensaje”, confiesa Friedrich.

El consenso es general entre los integrantes es que prefieren que sus instrumentos hablen por ellos, además de que a Morawski le fascina hacer solos con su lira y Sax no siente que haya un talento vocal sobresaliente en Cosmic Fall.

“Lo instrumental se ajusta a la música, no necesitas muchas voces. Además, ninguno de nosotros es un buen cantante, sin ofender, Klaus”, dice el baterista.

Rock desde la infancia

Desde que tenía siete años, Sax recuerda haber encontrado el punk en su vida, su padre no lo limitó en sus gustos musicales, aunque estos fueran estridentes y fuera de lo ordinario para un chico de su edad.

“A lo largo de los años, mi gusto musical cambió mucho y ahora estoy más que nada en stoner rock y el rock psicodélico. No puedo pensar en una canción que se convirtiera en un eco en mi mente cuando era niño, pero probablemente sea algo de The Offspring”, precisa Dan.

Morawski en su niñez escuchó “Invaders”, de Iron Maiden, en un tocadiscos de su padre, la portada de The Number of the Beast, tercer álbum de estudio de la agrupación inglesa lo hipnotizaba y al reproducir el vinil, su vida cambió.

“La puse y la aceleré a 78 rpm. Me quedé boquiabierto. Tenía alrededor de 8 años. Soy un rebelde natural y el rock and roll se trata de ser un rebelde, así que creo que es como un reflejo de mi vida”, finaliza el guitarrista alemán.

Sin drogas para viajar

Se podría pensar que los músicos que rondan los 20 años de edad son consumidores de estupefacientes alucinógenos, pero indican que no se someten al uso de drogas; sin embargo, apoyan la legalización.

“Creo que nadie debería decirte lo que puedes o no hacer. Eso es ser grosero. Las drogas son malas pero, ¡qué bien por Canadá!”, añaden Morawski y Friedrich.

Al infinito y más allá

Cosmic Fall ha trabajado arduamente durante los últimos tres años, logrando sacar tres placas, más una en colaboración con otra agrupación alemana; actualmente los discos se encuentran disponibles de manera digital

• First Fall (2016)
• Kick Out The Jams (2017)
• Starsplit (2017)*
• *Producción compartida con Aphodyl
• In Search Of Outer Space (2018)