La noche en que Freddie Mercury desató una ‘lluvia de estrellas’ en Wembley

Sólo Freddie Mercury ha sido capaz de congregar a tantos ídolos de la música en un mismo escenario; su muerte reunió a la elite de la música para rendirle tributo

La lluvia de estrellas más espectacular de todos los tiempos ocurrió el 20 de abril de 1992 en el Estadio de Wembley en Londres y fue obra del gran Farrokh Bulsara, el vocalista que alcanzaría la inmortalidad bajo el nombre de Freddie Mercury; el artista total.

Tras la muerte de Mercury el 24 de noviembre de 1991, Bryan May, Roger Taylor y John Deacon, los miembros restantes de Queen, congregaron a la élite mundial de la música para rendir un homenaje póstumo al hombre que fusionó en un solo estilo al rock, la ópera y el teatro.

Metallica, Guns N’ Roses (GNR), Def Leppard, Roger Daltrey de The Who, Robert Plant de Led Zeppelin, Tony Iommi de Black Sabbath, David Bowie, Elton John, George Michael, Paul Young, Liza Minnelli, U2, James Hetfield, Axl Rose y Slash, fueron los encargados de rendir pleitesía a Mercury.

Aquel mítico concierto estuvo dividido en dos partes, primero saltaron al escenario las bandas influenciadas por Queen, es decir, Metallica, Extreme, Def Leppard, Spinal Tap, Guns N’ Roses y U2, quien no pudo viajar a Londres, pero desde California dedicó la canción Until the End of the World.

Lo más de 70 mil espectadores quedaron fascinados con la primera parte del concierto, sin embargo, la verdadera lluvia de estrellas estaba por empezar. Bryan May comenzó a tocar la canción Tie Your Mother Down e inmediatamente se le unieron Joe Elliot de Def Leppard y Slash de GNR.

A partir de allí, la llegada de astros fue vertiginosa, May presentó a Iommi y juntos tocaron la introducción de la canción Heaven and Hell, la cual de la nada se transformó en la entrada de Pinball Wizard de The Who para dar entrada a Daltrey al escenario y cantar I Want It All de Queen.

Iommi permaneció en el escenario con los miembros de Queen, Hetfield de Metallica se unió a ellos para la canción Ston Cold Crazy, la cual es considerada una de las primeras piezas de Thrash Metal de la historia, la presentación del vocalista fue salvaje y el mar de gente en Wembley lo ovacionó.

Siguió Robert Plant de Led Zeppelin, quien no salió en su mejor noche y brindó una pobre exhibición con la canción Innuendo, aunque se reivindicó con Crazy Little Thing Called Love, el vocalista hizo que el público repitiera tres veces la parte ‘ready Freddie’ para conmemorar a Mercury.

Quien se llevó la noche fue David Bowie al interpretar con Annie Lennox el clásico de Queen Under Presure, luego invitó a más músicos al escenario y cantó Heroes, sin embargo, el momento más emotivo fue cuando el británico se hincó en el escenario y rezó un Padre Nuestro por Freddie.

El concierto estuvo llenó de momentos emotivos, uno de ellos fue la interpretación de George Michael de la canción Somebody to Love, la cual está considerada una de las mejores ejecuciones de su carrera, a tal grado que el guitarrista Brian May estuvo al borde las lágrimas.

Los miles de asistentes quedaron conmovidos y preparados para la parte final del show, de la mano de Elton John comenzaron a sonar las primeras notas de Bohemian Rhapsody, la canción en la que Mercury alcanzó la perfección con su estilo ecléctico.

Elton cantó la primera parte de la obra, pero por respeto no interpretó la sección en la que Freddie canta con un sinfín de matices, por lo que en las pantallas del estadio se proyectó la imagen de Mercury cantando la parte climática de esta pieza.

Para la segunda parte, Axl Rose subió de nuevo al escenario y cantó a dueto con Elton John, la voz salvaje del vocalista de los Guns N’ Roses contrastó un tanto con la pulcritud con la que cantaba Mercury, pero al público no le importó, pues habían llegado al clímax total.

Elton cantó The Show Must Go On y AXL hizo lo propio con We Will Rock You, sin embargo, ninguno de los dos sería el encargado de cerrar aquella mágica noche, la elegida fue Liza Minnelli, la amiga y confidente de Mercury, quien cantó We Are the Champions.

A la mitad de la última canción, Minelli invitó al escenario a todos los músicos que habían participado en el show. Al final, todos los artistas cantaron con el público el coro de We Are the Champions; la lluvia de estrellas había llegado a su fin.

Aquella presentación llevó el nombre de Concierto Homenaje a Freddie Mercury para el Conocimiento del Sida, la enfermedad que provocó la muerte del vocalista. Todas las ganancias de aquella noche y la venta de las grabaciones estuvieron destinadas a la investigación de esta causa.

Te puede interesar