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La mujer guerrera, independiente, creativa

"Mujer", el vocablo, puede leerse estos días acompañado de un sinnúmero de adjetivos y frases que la encajonan y someten. Van desde el “sexo débil”, la “víctima de su condición” o la que “nació para ser madre”.

Sin embargo, muchas son las mujeres que se sacudieron esos prejuicios y, a pesar de los obstáculos que debieron sortear –reales, y no solo de la sociedad, sino de sí mismas–, hoy se definen como mujeres completas y en la plenitud de sus vidas.

“Mujer”, el vocablo, puede leerse estos días acompañado de un sinnúmero de adjetivos y frases que la encajonan y someten. Van desde el “sexo débil”, la “víctima de su condición” o la que “nació para ser madre”.

Sin embargo, muchas son las mujeres que se sacudieron esos prejuicios y, a pesar de los obstáculos que debieron sortear –reales, y no solo de la sociedad, sino de sí mismas–, hoy se definen como mujeres completas y en la plenitud de sus vidas.

Se trata de tres mujeres artistas, de diferentes generaciones, que comparten una visión del mundo y la feminidad: la mujer no es una víctima, es lo que cada una quiere ser.

Para conmemorar el Día de la Mujer, Reporte Indigo habló con Fher Val, diseñadora e ilustradora; Arlett Carreño, periodista y documentalista; y Rocío Boliver, artista de performance, y muestra que la mujer mexicana es mucho más que esa reflejada en las telenovelas.

ROCÍO BOLIVER
La ‘congelada de uva’

Conocida por ser una irreverente artista de performance, Rocío Boliver, la llamada “Congelada de uva” es contundente: la mujer no es víctima; la mujer es valiente, es guerrera, es independiente.

Boliver señala que en su arte da vida a la mujer poderosa, manipuladora, dueña de sí y su cuerpo, esa que lleva el control absoluto de las cosas. Ella misma es un ejemplo de su filosofía.

Nació y creció en el seno de una familia donde predominaba el arte. Su padre, muralista y filósofo. Su madre, una mujer que llegó a México gracias al exilio español. Sus seis hermanos que se dedican al arte, que viven de él.

Con su arte irreverente, cargado de sexualidad, la “Congelada de uva” comenzó su carrera en un México donde la represión era cosa de todos los días. Poco a poco, las cosas fueron cambiando.

Tomó notoriedad por la irreverencia de su trabajo. Su nombre artístico se derivó de un performance que realizó en el que se masturbaba con una congelada de saborz uva.

“Lo fuerte y lo cabrón del performance es que tu mente está en un vacío de reflexión, en un vacío de pensamiento. Es una acción constante en donde no cabe ningún pensamiento extra porque pierdes el aquí y el ahora”, comentó en entrevista.

Para Boliver, la mujer tiene formas infinitas de expresión y su verdadera lucha actual es rebelarse contra una sociedad que le impone formas de pensar y de vivir, que le vende ideas y productos para verse más joven, para ocultar quien es realmente.

“Ver que hay muchos otros valores que no es simplemente que la carne esté arriba o abajo, sino que hay algo mucho más trascendental para seguirse valorando y para seguir en pie de lucha… porque la vida es una lucha”, afirmó.

Boliver se encuentra trabajando en el tema de la mujer en la menopausia y la vejez. Crea sobre ello para mostrar que la vida de una mujer no termina en esas etapas.

“Es doloroso que la mujer doble las manos y se deje vencer, cuando no hay nada por lo cual terminar con tu vida. Sigues vivo o viva, y mientras sigas vivo tienes miles de cosas que hacer, que degustar, por las cuales alegrarte, por la cuales tener orgasmos, placeres. Y encerrarse a ser víctima de algo que ya es caduco es responsabilidad nuestra”, sentenció.

En este proyecto lleva ya tres años, apoyada por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) y como miembro del Sistema Nacional de Creadores.

FHER VAL
Los animales de ojos cerrados

Sus dibujos de animales con los ojos cerrados contrastan con su mirada penetrante.

Fher Val es una diseñadora que ha pasado las fronteras mexicanas y ahora sus ilustraciones están pegadas –literalmente- en muros y anuncios de Nueva York o Italia.

Sus ilustraciones, mayormente de animales con los ojos cerrados, son el reflejo de su éxito y su expresión.

“Literalmente, no quería trabajar en mi vida. Quería hacer lo que me gusta y que me pagaran por ello”, confesó en entrevista.

Desde los tres años, Fher descubrió su vocación: cuando su madre la llevaba a los restaurantes y pedía papel y crayolas para ella, la pequeña daba vuelo a su imaginación y dejaba que sus trazos crearan figuras y formas con sentido.

Mientras pinta un autorretrato, Val se declara fan de los sueños y sus efectos. Por eso, sus animales llevan siempre los ojos cerrados, porque así no se sabe si están soñando, están enamorados o están en algún otro lado, imaginando.

Para ella, soñar es el primer paso para que una mujer logre sus objetivos, cualquiera que estos sean y para los que a veces hay oposición.

“Muchas personas me dijeron que no y no me rendí. Y muchas personas te van a decir que no, porque eres mujer. Y suena súper retrógrada, pero pasa”, reconoció.

El sueño de Fher Val es reinventarse en Nueva York y continuar estudiando en México. Es convertirse en una referencia del arte mexicano pero, sobre todo, ser una inspiración para sus amigos y para otras mujeres que se atrevan a seguir sus sueños.

ARLETT CARREÑO
Una contadora visual de historias

Arlett Carreño se ha adentrado en la forma de dar a conocer historias por medios visuales.

Periodista, fotógrafa y documentalista, Carreño ha contado historias que tocan la realidad de los seres humanos. Lo mismo ha documentado las vicisitudes de una familia que enfrentó la crisis en España, que el triunfo del equipo de basquetbol de los niños Triquis.

Comenzó su carrera en una televisora mexicana. Sin embargo, la pantalla chica no le alcanzó, y decidió irse a estudiar a Barcelona, España, para expandir sus horizontes.

“No importa el lenguaje, no importa la lengua, no importan los pasaportes, sino que hay un lenguaje visual que nos une, y también historias que pueden ser muy parecidas, pese a la distancia”, expresó en entrevista.

Carreño es creadora del cortometraje “La caza”, la historia de una familia que perdió su casa durante la crisis de España y que ha sido exhibido en varios festivales de cine.

Para la documentalista, aunque la mujer tiene mayores espacios en todas las esferas, lo cierto es que aún falta alcanzar la igualdad.

“Creo que, en México, nos falta más apoyo a las mujeres. Lo vemos, en los trabajos, no solo en el arte, sino en los trabajos comunes. La mujer todavía tiene salarios debajo de los hombres. ¿Qué quiere decir esto? Que todavía no hay una equidad de género”, afirmó.

Para Carreño, aunque hay “muchas otras cosas de las cuales preocuparse”, el hecho de que haya igualdad de género es primordial para mejorar las condiciones del país.

Además de pugnar por la igualdad, Carreño sostuvo que México necesita una mayor dosis de cultura, libros y arte.

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