Orgasmos en el fondo propone un diálogo desde una mirada femenina con la arquitectura emocional de Mathias Goeritz. Foto: Especial

La exposición “Orgasmos en el fondo” habla sobre el deseo en el arte

El Museo Experimental el Eco presenta Orgasmos en el fondo, exposición de Elsa-Louise Manceaux conformada por pinturas que se despliegan sobre temas que versan sobre lo pictórico, la historia, el lenguaje y el deseo

El deseo mueve el mundo a través de una cadencia entre fantasías, sueños y anhelos. Y para la artista Elsa-Louise Manceaux, además de ser una fuente de inspiración en su obra, también ha sido el impulso de la raza humana y de la historia misma.

Manceaux parte de esta tesis para presentar Orgasmos en el fondo, exposición curada por Paola Santos Coy y que se puede visitar en la Sala Daniel Mont, en el Museo Experimental El Eco.

La artista explica a Reporte Índigo que para esta muestra realizó varios paralelos con distintos momentos de la historia; es el caso de la historia de la sexualidad, de cómo los cuerpos se empezaron a acercar entre sí o la historia de la pintura misma.

“Los títulos de las piezas como La farandola de los amantes y Amantes en el moshpit  son un guiño a esa línea del tiempo a través de la historia de la danza, desde  las farandolas, las danzas dionisíacas en la antigüedad en Grecia, pasando por  la Edad Media, hasta llegar a los bailes de pareja”, explica Manceaux.

En Orgasmos en el fondo, Manceaux presenta nueve pinturas y una escultura. Parte de la idea de reutilizar sus propias pinturas (realizadas entre 2017 y 2018) y transformarlas en nuevos lienzos que se originaron en sueños, orgasmos o visiones nocturnas.

La exposición de Elsa-Louise Manceaux Orgasmos en el fondo estará disponible hasta el 6 de abril en el Museo El Eco de la UNAM

Elsa explica que vuelve a esas obras para mirarlas no como piezas terminadas, sino como obras en proceso. En algunos casos, incluso, cortó obras de gran formato con la intención de obtener varios lienzos.

“Durante la pandemia y el encierro pensé en la escasez de material y lo difícil que sería conseguirlos. Por ello, me dije que mi próxima exposición sería un eco a ese sentimiento y a esas pinturas pasadas; como lo sugiere el título, muchas de mis primeras obras eran visiones que podían llegar a un acto de orgasmo y a la vez pensar cómo conectarlo con el placer mismo de pintar”, indica.

El uso del color

La serie se presenta como una instalación que se despliega a través de diferentes paletas de colores, mismas que construyen una línea de tiempo personal.

Los delicados trazos en gamas cromáticas que la artista asocia con diferentes épocas de la historia dejan ver fragmentos de patrones y geometrías, de uno o más cuerpos (piernas, manos, vulvas, ojos, bocas, comisuras, orificios…), creando dibujos seductoramente delirantes.

“También trabajé con líneas de tiempo a partir de paletas de color para distintas épocas, una para el medievo, el Renacimiento, para los años 20, 60, 80, hasta ver cómo se desarrolla de manera muy sutil a algo más luminoso conforme vamos en el tiempo”, relata.

Las capas, registros y relaciones que Manceaux sumó se encuentran claramente atravesadas por el deseo, el cual opera como un lente a través del cual emerge un imaginario personal, y también como un puente entre pasado, presente y futuro.

La inspiración en Goeritz

Orgasmos en el fondo propone un diálogo desde una mirada femenina con la arquitectura emocional de Mathias Goeritz mediante el énfasis que las pinturas y la escultura que conforman la exposición hacen en relación con la conciencia del cuerpo en el espacio

“Estaba también la conversación de cómo habitar este espacio y cómo hacer la exposición específica para El Eco y los vínculos de Goethe. A partir de la arquitectura emocional, hago un énfasis en relación del cuerpo y el espacio, por un lado, el montaje no es simétrico completamente. Además incorporo una escultura, una referencia personal que evoca un diván, un símbolo del psicoanálisis y de la terapia”, agrega.

Para la artista, las curvas plasmadas en su escultura dialogan con las pinturas, las cuales reflejan la danza infinita de los cuerpos. Incluso, a través de estas piezas, la artista hace una reflexión de cómo “la historia oficial en el mundo del arte” ha mostrado el uso de la sexualidad con la representación de la figura femenina.

“Me gustaría seguir trabajando con el tema sobre el paso del tiempo y las capas de lectura que se le pueda ir sumando”
Elsa-Louise ManceauxArtista

“Al revisar distintos momentos de la historia del arte se ve el canon del desnudo, donde por cierto, porque casi siempre es el cuerpo de la mujer y me permite reflexionar sobre el eroticismo y cómo se fue construyendo a lo largo del tiempo, de esconder una parte y mostrar solo otra.

“Espero que la gente se lleve  muchas lecturas, desde la Historia de la humanidad y cómo se le ha relacionado con el deseo, hasta nuestra forma de ser y sentir en la actualidad”, concluye Elsa-Louise Manceaux.

Referencias históricas

Manceaux parte de fuentes visuales provenientes de la historia del arte, la arqueología y la cultura popular como referencias para sus dibujos, los cuales después transforma en imágenes caleidoscópicas por medio de un proceso de digitalización.

El trazo de su mano sobre las líneas de fuentes visuales provenientes de períodos de la historia de Occidente como la antigüedad clásica (Los amantes de Pompeya, año 79 d.C.), la Edad Media (Breviari d’amor, de Matfré Ermengau, 1250-1322) o la modernidad (El sueño, de Gustave Courbet, 1866).

Conoce el trabajo de Manceaux

El trabajo de Elsa-Louise Manceaux, quien vive en la CDMX, evoca una especie de entrecruzamiento de temporalidades.

Su práctica pictórica explora, de forma recurrente, la relación entre contexto y significado, información y materia. 

Te puede interesar