La “canción del siglo”, o ese acertijo llamado ‘American Pie’

Pocas canciones en la historia de la música han sido tan debatidas y estudiadas como American Pie de Don McLean, la cual narra un etapa clave para el desarrollo de la humanidad; la década de los 60

¿Cómo condensar la historia de una generación en poco más de ocho minutos? El artista Don McLean logró la hazaña en noviembre de 1971 con su famosa American Pie; una canción llena metáforas, acertijos y referencias a la cultura popular disfrazadas de poesía.

La relevancia de esta obra la llevó a ser llamada la “canción siglo”. Y no es para menos, pues en sus letras aborda la evolución del rock, algunos de los sucesos políticos más trascendentes, así como los cambios sociales que experimentó el mundo antes, durante y después de la década de los 60.

McLean tuvo la capacidad lírica de hablar sobre personajes como The Beatles, The Rolling Stones, Bob Dylan, Janis Joplin, Buddy Holly, Elvis Presley, Charles Manson, John F. Kennedy y Martin Luther King, pero sin mencionar en ningún momento el nombre de estas icónicas figuras.

Al no enunciar el nombre de ninguno de estos personajes, la canción se convirtió en objeto de interpretaciones y sobreinterpretaciones, algunas más afortunadas que otras; las cuales fueron alimentadas por la reticencia de McLean de hablar sobre el verdadero significado de su obra.

Sin embargo, muchas de esas hipótesis e interpretaciones hallaron una respuesta en abril de 2015, cuando el manuscrito original de la canción, el cual contenía anotaciones del puño de McLean, fue subastado en 1.2 millones de dólares por la casa Christie’s en Nueva York.

“Hace mucho, mucho tiempo. Aún recuerdo aquella música que me hacía sonreír. Sabía que si tuviera una oportunidad, podría hacer bailar a la gente. Y tal vez ellos serían felices por un rato. Pero febrero me hizo estremecer con cada periódico que entregaría”, señala la parte inicial la canción.

McLean, quien para 1959 era un joven repartidor de periódicos en bicicleta, se enteró la mañana del 4 de febrero que la anoche anterior habían muerto en un accidente aéreo los pioneros del rock y sus ídolos, Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper.

El artista bautizo aquel acontecimiento como “el día que la músico murió”, pues marcó el fin de los años 50 y la etapa del rock clásico, alegre, bailable y despreocupado. “Pero algo me tocó muy profundamente el día que la música murió”.

“Así que adiós, Señorita American Pie. Conduje mi Chevy al dique, pero el dique estaba seco. Y ellos, muchachones buenos, estaban bebiendo whisky y centeno. Cantando ‘Este será el día que me muera’. Este será el día que me muera”, señala el famoso coro de la canción.

Tanto el pay de manzana como los autos de la marcha Chevrolet son símbolos de la cultura estadounidense, por lo que estas palabras hacen referencia a la pérdida de la inocencia de toda una generación que durante la década de los 60 experimentaría cambios radicales.

“El musgo crece sobre una piedra rodante, pero no es así como solía ser. Cuando el bufón cantó para el Rey y la Reina con una chaqueta prestada de James Dean y una voz que vino de ti y de mí”, continua McLean.

La estrofa es una clara referencia a Bob Dylan, quien cambió su guitarra acústica por una eléctrica, al tiempo que se convirtió en la voz de su generación. El ahora premio Nobel de Literatura apareció en su segundo álbum con una chaqueta similar a la del actor James Dean.

Además, Dylan compuso la canción Like a Rolling Stone. “Y mientras el Rey miraba hacia abajo, el bufón robó su corona de espinas”, es decir, el cantante ocupó el lugar que alguna vez tuvo Elvis Presley, quien en la década de los 60 se volvió un tanto conservador.

“La audiencia en el tribunal fue aplazada. No hubo ningún veredicto. Y cuando Lennon leyó un libro de Marx, el cuarteto practicó en el parque. Y nosotros cantamos endechas en la oscuridad”, indica la siguiente parte de la canción.

Este segmento ha sido interpretado como una referencia al asesinato de Kennedy, pues nunca se pudo dictar un veredicto contra su ejecutor, Lee Harvey Oswald; quien a su vez fue muerto a tiros frente a la mirada del mundo, poco después de haberse declarado un chivo expiatorio.

La referencia “cuando Lennon leyó a Marx” podría indicar la transformación del cuarteto de Liverpool, el cual abandonó las letras y los ritmos simples para inmiscuirse en temas políticos y progresiones musicales más complejas.

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“Helter Skelter en un calor sofocante de verano. Las aves volaron como resguardo de la radioactividad, se elevaron ocho millas y cayeron rápido. Aterrizaron en el césped”, esta parte de la canción es una alusión a los asesinatos orquestados por Charles Manson.

En agosto de 1969, miembros de la familia Manson allanaron la residencia del matrimonio LaBianca en Los Ángeles. Al terminar de matar brutalmente a la pareja, los asesinos escribieron con la sangre de las víctimas “Healter Skelter”, el nombre de una popular canción The Beatles.

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“Ahora el aire de medio tiempo era un dulce perfume. Mientras los sargentos tocaban una marcha. Todos nosotros nos levantamos a bailar. Oh, pero nosotros nunca tuvimos la oportunidad. Porque los jugadores intentaron tomar el campo. Los de la banda se negaron a continuar”, prosigue.

McLean continúa con referencias a The Beatles, a quienes llama sargentos por el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band publicado en 1968. En esta misma estrofa, el artista habla de la separación de la banda, la cual coincide con el final de la década de los 60.

Respecto al dulce perfume, la referencia parece apuntar al consumo de marihuana. Sobre la parte que habla de los jugadores que toman el campo y no permiten a los jóvenes bailar, se ha interpretado como la represión policiaca hacia la juventud rebelde.

“Oh, y allí estábamos todos en un lugar. Una generación perdida en el espacio, sin tiempo para comenzar nuevamente. Pues vamos: ¡Jack sé ágil, Jack sé rápido! Jack se sentó rápido sobre un candelero. Porque el fuego es el único amigo del diablo”, señala la canción.

La referencia no es del todo clara, pero al parecer McLean alude al festival de Woodstock con la frase “estábamos todos en un lugar”. Mientras que la generación perdida en el espacio podría ser otra referencia a las drogas, quizá al Space Oddity de David Bowie o la llegada a la Luna.

Es entonces que comienzan las alusiones a The Rolling Stones, quienes en ese entonces tenían éxitos como Jumpin’ Jack Flash y Sympathy for the Devil. McLean hace una descripción del trágico concierto Altamont Speedway Free Festival; descrito como el día más oscuro en la historia del rock.

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“Oh, y mientras lo miraba sobre el escenario, apretaba los puños con rabia. Ningún ángel nacido en el infierno pudo romper aquel hechizo satánico. Y mientras las llamas subían alto en la noche para alumbrar el rito del sacrificio, yo vi a Satanás riendo con deleite”, señala.

Para aquel concierto, The Rolling Stones contrató a la pandilla de motociclistas Hells Angels para resguardar el escenario, sin embargo, terminaron apuñalando a un joven afroamericano, quien tenía un arma, todo esto mientras sus satánicas majestades daban el show.

“Conocí una chica que cantaba blues y le pregunté por alguna noticia feliz, pero ella sólo sonrió y se fue. Vine a la tienda sagrada donde yo escuchaba música años atrás, pero el hombre allí dijo que la música no tocaría más”, prosigue el artista.

Los turbulentos 60 habían terminado y los 70 no comenzaron muy bien que digamos; pues el 4 de octubre de 1970 murió Janis Joplin, “la chica que cantaba blues”, un mes antes se había ido Jimmy Hendrix y el año siguiente sería turno de Jim Morrison. “La música no tocaría más”.

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“En las calles los niños gritan, los amantes lloran y los poetas sueñan, pero no se habló ninguna palabra. Las campanas de la iglesia estaban rotas y los tres hombres que yo más admiro: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo tomaron el último tren hacia la costa el día que la música murió”, señala.

La sociedad estadounidense estaba dividida por la Guerra de Vietnam, muchos de sus ídolos y guías morales ya no estaban. El tema de la Guerra Fría y la amenaza de una guerra nuclear se volvían cada vez más fuerte; en pocas palabras, la década los 70 no pintaba del todo bien.

Respecto a la parte bíblica, McLean puede referirse a la muerte de Holly, Valens y Bopper; sin embargo, también ha sido interpretada como una alusión a los asesinatos de John F. Kennedy, Martin Luther King y Robert F. Kennedy; tres símbolos que se fueron durante los 60.

Estas son sólo unas cuantas referencias que contiene American Pie; algunas resultan bastante claras y otras son simplemente imposibles de descifrar, aún con el manuscrito original subastado hace tres años en Nueva York.

Esto se debe a que McLean combinó momentos importantes de la música y la política con sus propias experiencias; primero como niño ilusionado con el rock clásico, luego como adolescente solitario y finalmente como un adulto poco optimista.

McLean, más que hacer un largo recorrido por la década de los 60, muestra el proceso de transformación de una generación ilusionada que poco a poco pierde la inocencia y cae en cuenta que el mundo puede ser bastante duro.

“Bye, bye, Miss American Pie”.

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