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Kendrick Lamar, un rapero de ‘Pulitzer’

El rap triunfó por primera vez en los galardones otorgados a los logros dentro del periodismo, la literatura y la composición musical en Estados Unidos. El nombre del músico de hip hop que se acaba de convertir en leyenda: Kendrick Lamar

Galardonado por fusionar la política y la complejidad de la vida afroestadounidense con las letras de sus canciones y el hip-hop, Kendrick Lamar, fue merecedor del Premio Pulitzer por su álbum Damn, material que fue lanzado en abril del año pasado.

Lamar, no sólo representa un éxito al destacar de la industria comercial del hip-hop, sino que además se convirtió en una de las leyendas de la música al ser el primer rapero premiado por su labor revolucionaria enfocada a la transformación de los derechos humanos.

El Pulitzer para la categoría de composición musical había sido entregado a creadores de música clásica, de ópera o del jazz, y algunos de estos géneros fusionados con el teatro u otras artes; por lo que este galardón para Lamar le dota al rap aún más reconocimiento a nivel internacional.

Compositores como Du Yun, Henry Thereadgill, Julia Wolfe o John Luther, son los galardonados en años pasados por géneros musicales totalmente distintos al de Lamar.

Considerado por expertos como el mejor rapero de la historia, Kendrick Lamar logró proyectar en su último material musical, lo que venía trabajando desde su primer álbum discográfico Good kid, m.A.A.d city, To Pimp A Butterfly, que muestra una lucha por los derechos de las personas negras y otra propia, desde la identidad con un ángulo religioso y cristiano del rapero.

Una situación que hace interesante a Lamar es su capacidad de lograr que todos sus materiales suenen diferentes, además de abordar diversos temas políticos de la sociedad con una perspectiva afroestadounidense y de derechos humanos.

Sensible y sincero a la realidad que le rodeaba desde muy temprana edad, Lamar lanzó después de algunos intentos Good kid, m.A.A.d city, álbum que expresa la historia de sus experiencias adolescentes en las calles llenas de pandillas y drogas de su natal Compton, en California.

El álbum, le permitió lograr cuatro nominaciones en los Premios Grammy en la edición 56 incluido el otorgado a Álbum del Año.

Por otra parte, ese álbum se hizo acreedor a siete nominaciones a los Premios Grammy 2014, incluyendo Álbum del año, Mejor Artista Novel y Mejor Canción de Rap, sin lograr ganar.

El álbum representó aún sin galardones un incentivo para muchos nuevos raperos gracias a la lírica y su innovadora rítmica revolucionaria dentro del género.

Buen estudiante, Lamar transformó su gusto por escribir poesía en realizar composiciones de rap.

Actualmente, Damn ha vendido más de un millón de copias físicas que sumadas con las del internet aumentan a más de tres millones.

La batalla de Lamar contendió con álbumes como Quartet, del músico clásico Michael Gilbertson; y Sound from the Bench, una cantata del compositor Ted Hearne.

El reinado de la música clásica en los Premios Pulitzer entregados durante muchos años a diversos compositores, dejó entrever con Lamar que las propuestas de otros géneros también pueden conseguir éxitos