El viaje de Katya Echazarreta al espacio ha generado un gran orgullo en los mexicanos, pero ella quiere que sirva más allá

Katya Echazarreta quiere llevar a más mexicanos al espacio

El viaje de Katya Echazarreta al espacio ha generado un gran orgullo en los mexicanos, pero ella quiere que sirva más allá de una simple inspiración, busca que se creen programas educativos que impulsen el desarrollo de mexicanos en este rubro

Su abuelito falleció en 2021 y no se enteró de que Katya Echazarreta viajaría al espacio, convirtiéndose en la primera mujer nacida en México en hacerlo; sin embargo, sabía que su nieta lo lograría, así que siempre le decía: “cuando subas, que no se te olvidé saludarme”.

Katya no sólo logró “subir”, sino que se llevó consigo parte de las cenizas de su abuelo para honrar su memoria y de toda su familia, quien reconoce que siempre la apoyó, principalmente su madre.

“Mi mamá es mi Sol, yo estoy aquí gracias a ella, todo esto es gracias a su sacrificio y gracias a que ella decidió terminar un ciclo que vivían todas las mujeres en su familia hasta ahora. Así que este logro no solo es mío, sino de mi mamá”, afirma la joven ingeniera.

Echazarreta viajó al espacio en el cohete New Shepard, de la empresa Blue Origin, seleccionada por la organización sin fines de lucro Space For Humanity. De entre más de siete mil aspirantes de más de 100 países, ella fue seleccionada para cumplir una misión.

“Mi misión era psicología, queremos investigar algo que se llama ‘El efecto perspectiva’, un cambio psicológico que le sucede a los astronautas cuando ven el planeta Tierra desde afuera, así que para mí era muy importante pasar casi todo el tiempo viéndolo para poder investigar ese efecto después”, explica, en entrevista con Reporte Índigo.

La misión de Katya Echazarreta era investigar más sobre el llamado ‘Efecto perspectiva’, un cambio psicológico que le sucede a los astronautas cuando ven el planeta Tierra desde afuera

La ingeniera de 26 años explica que los astronauta, científicos e ingenieros que van al espacio y ven la Tierra desde fuera algo cambia en ellos y regresan siendo activistas humanitarios con una necesidad de ayudar al mundo, así que la pregunta era: ¿qué es lo que sucedería si mandamos al espacio a personas que ya se sienten así, que ya son activistas y que tienen la necesidad de cambiar las cosas?

Katya Echazarreta fue la primera persona con esta misión y su experiencia, los cambios que vive y su “nueva perspectiva”, serán analizados para recabar datos y profundizar en esta investigación.

“La idea es seleccionar a personas de todo el mundo para plantarlos como semillitas y ver qué es lo que podemos hacer todos juntos para cambiar el mundo. Esta organización se llama Space For Humanity, así que si alguien en México o en todo el mundo siente que quiere esta experiencia, y siente que también es una persona que está haciendo algo para tratar de cambiar al mundo, por favor apliquen, existen muchos planes”, recomienda la mexicana.

 Acciones, no palabras para Katya Echazarreta

Esta experiencia y el impacto mediático que está teniendo, Katya Echazarreta los quiere usar para provocar un cambio en México más allá de únicamente inspirar a más personas a llegar al espacio, sino impulsando políticas públicas que favorezcan el camino.

“Tenemos que empezar a dejarles la idea de que es posible desde niños, pero no sólo eso, no dejar niños inspirados, sino crear las posibilidades también de desarrollo para que se puedan preparar y lo vean como una posibilidad y empiecen a abrirse esos caminos”
Katya EchazarretaIngeniera mexicana

Katya Echazarreta platica que está trabajando de la mano de la diputada Gabriela Cárdenas, del Congreso de Jalisco, y con Juan Carlos Flores Miramontes, secretario de Educación de Jalisco, para impulsar la creación de programas educativos. También con Roberto Chalo Flores, alcalde de Xochitepec, Morelos.

“Chalo Flores me llevó a la comunidad para que platicara con los niños, con la comunidad, y sucedió algo muy bonito después de que me fui, el alcalde comenzó a crear eventos relacionados con el espacio para seguir motivando a los niños, para que ellos sientan que esto es una posibilidad”, cuenta la ingeniera mexicana.

Los programas educativos relacionados con el espacio son necesarios, dicen, tanto en primaria, como en preparatorias y universidades, porque existen muchos ingenieros que quieren trabajar en este rubro, pero no existen las oportunidades ni tampoco una educación especializada para que puedan continuar.

“Aquí el plan es que no sean puras palabras, no llegar sólo a eventos, a pláticas, que existan hechos. El apoyo tiene que venir de varias maneras, de parte del gobierno, de las escuelas, de las universidades, de los padres, de las familias y de empresas privadas”, resalta Katya Echazarreta.

Si bien la mexicana quiere construir un camino más concreto y amigable para que las futuras generaciones lo recorran sin tanto obstáculo, mientras tanto los impulsa a no detenerse ni esperar a que alguien más lo haga por ellos.

“Nunca he tenido un camino, ni siquiera tierrita, yo por mi cuenta me he ido preparando, iba viendo por dónde podía ir, así que eso es lo que siento que le hace falta a las personas, y yo lo entiendo, porque es difícil y existe el miedo a fracasar, porque tal vez no funcione y sí fracases, pero lo importante es seguir adelante, continuar, y seguir buscando la manera, ni modo, la vida es una y lloras si tienes que llorar, pero te limpias las lágrimas y a seguir”, opina Katya Echazarreta.

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