
Jis: “yo sí sentí el fin de una era con la llegada del internet”
En “Gato Encerrado”, el caricaturista recopilan historietas de los años 80 y 90 que exploran temas de la vida cotidiana. A pesar de la crisis en los medios y la predominancia del humor político, la hoja en blanco sigue siendo su motor creativo
Karina CoronaEntre las inquietudes más persistentes de un creador, pocas resultan tan fascinantes como la idea de volver al origen. Para José Ignacio Solórzano, Jis, ese regreso más allá de ser una mirada al pasado, se vuelve un redescubrimiento de las historias, los personajes y las emociones que definieron una etapa crucial de su carrera.
Gato Encerrado (Grijalbo, 2024), su más reciente libro, recopila historietas publicadas entre los años 80 y 90, una etapa en la que la historieta en México buscaba reinventarse y que marcó una visión fresca y provocadora del género.
“Mis dibujos son confesionales”.
El monero @jisvagoimperial celebra 40 años de trayectoria con el lanzamiento de su nuevo libro “Gato encerrado”, publicado por Penguin Random House.
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“Tengo un enorme gusto de voltear hacia atrás y revisar lo que he hecho. Además de que siempre me ha gustado, creo que se ha acrecentado por la edad. Me gusta mucho trabajar, soy todavía plenamente productivo, pero sí me noto en un área totalmente nostálgica, me fascina abrir cajones, ver fotos con amigos, irnos a otras épocas”, comenta Jis en entrevista con Reporte Índigo.
El origen de Gato Encerrado se remonta a las páginas de La Jornada Semanal, donde el monero e ilustrador publicó una serie de historietas que exploraban los pequeños dramas de la vida cotidiana, pues para él, el uso de la caricatura es una especie de crónica autobiográfica.
“Me emocionó mucho ver este material, porque además de que creo que está bueno, ya no hago historietas. Fue ver las cosas con las que me sigo identificando y de las que ya me alejé. Se dividen por temáticas, mismas que me siguen fascinando, desde el agua, las piedras, los árboles, las nubes, la Luna, el matrimonio, la muerte, el desamor, el sexo, frustraciones, los estados alterados con la onda psicodélica y las invenciones moneras”, expone.
A contracorriente de la caricatura política
El humor gráfico en México ha tenido una larga tradición de intervenir en los debates políticos, pero para Jis no puede ser limitado a la política. Desde su perspectiva, la caricatura debe ser una herramienta para capturar la cotidianidad, para dar cuenta de la vida tal y como es, en su complejidad, su absurdo y su contradicción. Sin embargo, el cambio en las dinámicas de consumo de información lo han llevado a replantearse el rol de su oficio.
A lo largo de su carrera, Jis ha experimentado el auge y la caída del periodismo gráfico, y aunque reconoce la importancia de la caricatura política, también ha sido un firme defensor de la posibilidad de usar la caricatura como un medio más amplio.
“Yo sí sentí el apagón, el fin de una era en el modo de trabajar de los humoristas gráficos con la llegada del internet y el tronadero de periódicos y revistas, o la disminución de sus espacios y de su personal. Sí se me vino una crisis total porque ya casi no tengo chamba de humorista gráfico y eso se me hace muy deprimente; pensé que la vida iba a ser para mis dibujos y el periódico”, apunta.
En Gato encerrado, su nuevo libro, hay “Muchos alucines y la onda pacheca que tanto me gusta”, asegura Jis. @jisvagoimperial @KarenCiencia @Canal22 @GrijalboMexico pic.twitter.com/qtczEJaWku
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La situación de los moneros, como Jis, se ha complicado en un panorama de constantes transformaciones. Para él, lo peor no es solo la escasez de trabajo, sino la creciente obsesión por lo político que ha permeado todo.
Desde el inicio de su carrera, dice, defendió que la caricatura podía ir más allá de lo político. No obstante considera que en México hay una obsesión con este género.
“Aunque hay moneros políticos muy buenos, esto se convierte casi en un imperativo. Yo siempre aposté por otras posibilidades, por la caricatura como un medio de humor general sobre la vida cotidiana. A pesar de eso, la caricatura política acabó acaparando todo, y los que sobrevivieron en la crisis de los medios fueron los que se dedicaron a ella.
Volver a leer estas historias fue como reencontrarme con una parte de mí que ya había olvidado. Es extraño, pero también reconfortante”
“Pero, ¿qué pasa con los caricaturistas que trabajamos con temas más personales o reflexiones privadas? Estamos prácticamente fuera. Creo que hoy, más que nunca, la resistencia ante lo que estamos viviendo pasa por el humor, porque fue lo que nos ayudó a sobrellevar la pandemia y todo lo demás. Pero los medios solo dan cabida al humor político, y eso me parece frustrante”, opina.
Sobre la hoja en blanco
Una de las constantes en la obra de Jis es el enfrentamiento con la hoja en blanco, un tema que él mismo ha convertido en narrativa. En una de las viñetas titulada “La dura vida del monero”, aborda este desafío con humor y autocrítica, desde la perspectiva de un artista.
Este proceso, según Jis, está lleno de contradicciones. Aunque puede ser aterrador, también es un motor creativo, pues nunca sabe qué va a salir de ahí, y esa incertidumbre es tanto un reto como un placer.
“Hay muchos temas que, de pronto, me atrapan, que se van convirtiendo en un motivo para el regodeo monero y uno es precisamente la hoja en blanco. Me llama mucho la atención poner gente queriendo imaginar cosas, desde poetas a artistas, lo que sea. Entonces, este primer momento en que nos enfrentamos con esa especie de vacío donde no sabemos cómo proceder, y sale la frustración de no saber cómo forzar a los dioses”, cuenta.
Asiste y diviértete! pic.twitter.com/j3kTVigOOC
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La discusión, incluso, ha salido entre las pláticas con sus amigos y conocidos, quienes “repelan” de esta metáfora y lo ven como una “excusa de los artistas frustrados”. No obstante, para el historietista la hoja en blanco es un motor que lo impulsa y motiva a la creación.
“Quizá con sus motivos muy razonados lo ven como un problema falso de artistas que andan trabados y frustrados que lo ven como ‘la gran aventura de la hoja en blanco’ y que puede ser pamplinas, pero, incluso, aunque fuera todo pura chabacanería personal, finalmente lo que está buscando es encontrar motivos que le permitan a uno imaginar cosas, asuntos que, por algún motivo, hacen que nos quedemos magnetizados con ese tema y le estamos dando vueltas y salgan cosas”, opina.
¿Qué es el error?
Este concepto es fundamental en el trabajo de Jis y la clave de su creatividad. Influenciado por las Estrategias Oblicuas de Brian Eno, lo ha convertido en un punto de partida para explorar nuevas posibilidades en su arte.
“Para mí es un concepto muy chingón. Yo tenía arriba de mi cama un lema de esta especie de tarot para artistas que dice ‘honra a tu error’, como si fuera una intención oculta, y se me hace una chulada, porque normalmente lo vemos como la torpeza y es lo que está conformando tu personalidad”, define.
Sobre el ocio
Para Jis los momentos de distracción, a menudo considerados improductivos, son esenciales para que las ideas surjan de manera espontánea. En su visión, “el vagabundeo sin sentido” y las pausas absurdas forman parte del proceso creativo en sí.
“Todo eso que está alrededor del trabajo concentrado –el hojear una revista, meterte un rato a Facebook, poner otra canción, o hasta servirte un vaso de agua– forma parte del nervio de no saber qué hacer, de cómo inspirarte.
El futuro del trabajo
Lo que distingue a Jis de otros moneros es su capacidad para balancear el humor con reflexiones profundas sobre la condición humana. En sus viñetas, los personajes se enfrentan a dilemas tan simples como elegir un cereal o tan complejos como cuestionar el sentido de la vida.
En Gato encerrado, su nuevo libro, hay “Muchos alucines y la onda pacheca que tanto me gusta”, asegura Jis. @jisvagoimperial @KarenCiencia @Canal22 @GrijalboMexico pic.twitter.com/qtczEJaWku
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“Siempre me han fascinado las pequeñas tragedias. Esas cosas que parecen insignificantes pero que, si las miras de cerca revelan algo mucho más grande”.
Aunque el caricaturista ha evolucionado como creador, dejando atrás la historieta para centrarse en ilustraciones sueltas, reconoce que este tipo de ejercicios son fundamentales para entender su trayectoria.
“A veces sientes que estás cerrando un ciclo, pero luego te das cuenta de que esos ciclos nunca terminan realmente. Todo lo que haces se conecta de alguna manera. Al final, creo que todo se reduce a seguir creando, a seguir explorando. No importa si estás empezando o si ya llevas años en esto; lo importante es nunca perder la curiosidad”, concluye.