James Hetfield, un músico obsesionado con la religión y la muerte

La muerte de su madre definió la carrera de James Hetfield, así se puede observar en distintas letras de la banda Metallica

Intensos conflictos con la muerte y las consecuencias de una fe ciega en la religión, son los conceptos que han inspirado la ajetreada carrera de James Hetfield, uno de los dos líderes fundadores de la banda Metallica; pues son situaciones con las que el músico tuvo que lidiar durante su infancia y adolescencia.

Hetfield, hijo de una cantante semiprofesional de opera y de un camionero, vivió sus primeros años bajo los estrictos principios de la Ciencia Cristiana, un sistema de creencias religiosas y espirituales a través de las cuales, según sus fieles, se pueden curar enfermedades sin tratamiento médico.

Cynthia, la madre del músico, era fiel creyente de esta doctrina, por lo que sometió a su hijo a actividades religiosas y lo alejó de cualquier medicamento, pues según sus fe Dios debía interceder para restablecer la salud de los enfermos.

El futuro vocalista de Metallica aceptó las órdenes y enseñanzas de sus padres hasta la adolescencia, cuando su madre fue diagnosticada con cáncer; suceso que cambiaría por completo su visión de la vida y la música.

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La mujer rechazó todo tratamiento, aunque los médicos le aseguraron que tenía posibilidades de sobrevivir. También ignoró las peticiones de su hijo para atenderse. La madre de Hetfield lo tenía claro; el único que podía salvarla era Dios. Ella murió meses después.

James, quien por ese entonces ya había estado en algunas bandas, comenzó a escribir con mayor frecuencias canciones relacionadas con la decisión de su madre y el estricto control al que era sometido por sus padres cuando de religión se trataba.

Ya como vocalista de Metallica, el músico plasmó esas vivencias en gran parte de sus canciones, pero es en piezas como Dyers Eve, Mama Said, Until It Sleeps y The God That Failed donde se expresa con mayor claridad sobre esos conflictos.

Gran parte de la obra de Metallica habla sobre la muerte y la religión, ya que Hetfield participó en la composición de casi todas las canciones de la banda, excepto en dos. El vocalista encontró en la música la manera de lidiar con los sentimientos hacia la decisión de su madre.

Prueba de esto es que la banda aborda en varios temas motivos bíblicos, así como el suicidio, la pena de muerte, la autodestrucción a través de las drogas y el alcohol, la caída de jóvenes en la guerra y la manera en que la fama consume a las personas.

Tras su última rehabilitación en 2003, Hetfield experimentó una transformación y comenzó a llevar una vida más espiritual, sin profesar un religión o creencia en concreto como lo hicieron su padres, pero sí hacía una especie de paz interior.

“Sí, creo en un poder superior. No sé si es él, ella o algo, pero lo veo en todas partes. Es todo para mí. Y si decido verlo, me hace sentir mejor. Creo que es un poder superior, sea lo que sea”, señaló Hetfield hace poco para la revista francesa Clique. 

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