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Consejos para ir de shopping con responsabilidad

La cultura consumista en la que vivimos inmersos no toma en cuenta las consecuencias que provoca en el planeta y en la vida de las personas, un ritmo de compras tan acelerado.

En los últimos años la industria de la moda ha aumentado sus ventas drásticamente, según la investigadora y diseñadora Clara Vuletich. De acuerdo a lo que dijo en una conferencia, en la actualidad la gente tiene cuatro veces la cantidad de ropa que la que tenían nuestros padres. 

La cultura consumista en la que vivimos inmersos no toma en cuenta las consecuencias que provoca en el planeta y en la vida de las personas, un ritmo de compras tan acelerado.

En los últimos años la industria de la moda ha aumentado sus ventas drásticamente, según la investigadora y diseñadora Clara Vuletich. De acuerdo a lo que dijo en una conferencia, en la actualidad la gente tiene cuatro veces la cantidad de ropa que la que tenían nuestros padres. 

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La llamada ‘moda rápida’ o fast fashion, se refiere a empresas minoristas que controlan todo el proceso desde el diseño hasta que la prenda llega a las manos del consumidor. Las tiendas de este tipo renuevan sus prendas aproximadamente cada dos semanas. Para mantener la velocidad requerida, las empresas reducen gastos en todo el proceso: el diseño, la calidad de la costura, la calidad de la tela y, claro, las condiciones de los trabajadores. Estas empresas copian el trabajo de otros diseñadores y simplemente lo replican. 

Gracias a estos recortes se pueden vender las prendas a precios bajos y aún así la empresa genera ganancias. El conflicto aqueja a los trabajadores que cosen y producen la ropa en varios países del mundo. En estas fábricas, también conocidas como fábricas de sudor, la gente labora en condiciones precarias durante jornadas demasiado largas por un pago mínimo. Sin embargo de acuerdo a Clara Vuletich cuando conoció a mujeres que trabajan en este tipo de fábricas en China se dio cuenta que la mayoría de ellas provienen de pueblos y que les gusta trabajar ahí para tener un ingreso seguro.

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Más allá de las condiciones políticas y económicas que intervienen en este problema, esto es lo que puedes hacer tú para consumir con más responsabilidad, de acuerdo a la bloguera Justine Leconte:

No compres ropa que sabes que ya no estará de moda en poco tiempo,

Si pasa de moda, dejarás de usarlo. Busca cosas clásicas, estilizadas que te servirán por mucho más tiempo.

Tiendas de segunda mano

Hay lugares en que puedes conseguir precios bajos por prendas de buena calidad. También hay opciones donde puedes llevar tu ropa para intercambiarla o puedes hacerlo con tus amigos o conocidos.

Revisa las etiquetas

Todas las prendas tienen una etiqueta en la que se indica el lugar de origen, si notas que el país de procedencia es uno donde seguramente se hizo en malas condiciones, no la compres.

Visita la página web de la marca

Busca su página web e investiga lo necesario en la sección ‘about us’. Mientras más específica, clara y extensa sea ésta sección, más puedes confiar en ella.

Googlea

Busca en Google o en el buscador de tu preferencia la empresa y evalúa si la prensa habla bien o mal de ella y por qué.

Busca certificaciones

Para comprar en línea busca las certificaciones e investiga los significados de los símbolos. Esto puedes hacerlo en la página de Echo Fashion World.

Compra menos

Compra cosas que sepas que seguirás usando después de mucho tiempo y que sepas que son de buena calidad. No siempre las cosas caras son de mejor calidad. Trata de comprar menos, recuerda que las compras no son sinónimo de felicidad.

 

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