Inclusión y diversidad en la danza

Inspirado por pertenecer a la comunidad LGBTTI y de saberse mexicano, Carlos Antúnez se motivó de la danza folklórica y creó una compañía de baile con temática gay, México de Colores, con la que ayuda a otras personas a no sentir miedo de ser ellas mismas

“La danza me ha dado mucho. Yo vivía mi identidad más reprimido, pero desde que soy parte de este proyecto, no sólo me he desarrollado como bailarín, sino que también he podido aceptarme más. México de Colores me ha dado la libertad y plenitud de vivir mi preferencia”, dice Julio César Fuentes, uno de los 22 bailarines que conforman la compañía de danza con temática gay.

Para Carlos Antúnez, director general de México de Colores y quien ha dedicado su vida al baile, destaca que en la compañía viven su homosexualidad y sentir desde donde más inclusión pueden tener: la danza.

En entrevista con Reporte Índigo, Antúnez confiesa que para poder expresar el orgullo que siente de ser mexicano y de pertenecer a la comunidad gay, usa el folklore, típico del país, en el proyecto que nació hace ya ocho años.

“A veces me preguntan si somos un ballet drag queen porque nos maquillamos y usamos ropa de mujer, pero no, nos basamos en un personaje que solamente los folklóricos tenemos muy manejado, que es la maringuía”, dice Antúnez.

La maringuía, según el bailarín, la representa un varón que se traviste de mujer, dándole un subtexto que tiene que ver con la diversidad sexual y con el derecho a que cada quien puede querer a quien desee

“En esta compañía de danza tenemos un lema y es que, aquí, el amor es para todos y háganle como quieran”, agrega.

Al ritmo de los chasquidos y aplausos del maestro y el conteo de un, dos, tres, los jóvenes bailarines comienzan a danzar al interior del Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris. “Y va de nuevo, y otra vez, y puede salir mejor, muchachos”, les dice el profesor, corrigiéndolos, dejando todo para que la coreografía salga bien.

“Nosotros no hacemos un espectáculo gay para gente gay, aquí trabajamos para todo el mundo”, resalta Atúnez.

Una creación por accidente

Vestido con su ropa de ensayo, Alberto Salgado, bailarín y fundador de México de Colores, cuenta que la compañía nació en 2011 cuando el coreógrafo José Rivera, director de danza contemporánea, invitó a Carlos Antúnez para crear danzas con temática gay para un festival en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“En nuestra primera presentación no esperábamos una respuesta tan buena de la gente, empezaron a insistir en que se volviera una compañía formal y por eso el maestro Antúnez habló con nosotros y decidimos aventarnos”, detalla Salgado.

Por su parte, Antúnez recuerda que para esa primera función, la compañía apenas contaba con seis alumnos y no tenían un nombre oficial; sin embargo, el maestro de ceremonias, quien también quedó encantado con su trabajo, pidió que el baile no se quedara ahí.

“El maestro de ceremonias me dijo ‘esto tiene que continuar’, así que leyó su papeleta y dijo ‘México de colores tiene que seguir’, así nos bautizaron, y a ocho años puedo decir que el nombre, como la compañía, nació casi por accidente”, platica Antúnez.

En este camino de baile y dedicación, el director de México de Colores no sólo destaca la satisfacción que siente cuando ve a sus muchachos bailar, sino también cuando nota que la compañía tiene una labor social.

“Una vez un joven nos escribió y nos dijo que acabábamos de salvarle la vida, estaba a punto de suicidarse, pero que al ver el orgullo con el que nosotros nos representábamos le dimos fuerzas para seguir adelante (…) Esta compañía se ha vuelto mi misión y responsabilidad social, una que puede alcanzar a más gente”, confiesa Antúnez.

Alberto Salgado, por otra parte, comparte que lo más apreciado que le ha pasado en una de sus presentaciones fue cuando en Poza Rica, al final de su show, una señora de la tercera edad se acercó y le afirmó que se sentía muy contenta de verlos, ya que ahora podía entender mejor a su nieto.

“Me dijo que le gustaría que su nieto fuera como nosotros, ahí fue donde a mí me sorprendió la vida porque me cayó el veinte de que esta compañía ya estaba yendo más allá, alcanzando un trasfondo social”.

Sin embargo, no todo ha sido fácil para Alberto. Uno de los retos que tuvo que enfrentar en su camino a la aceptación fue amar más a su cuerpo.

“Me costó mucho el autoreconocimiento, me daba mucha pena salir con falda transparente, pero poco a poco aprendí a quitarme ese tabú, entendí que me tenía que quitar eso para hacer llegar un mensaje de amor, tolerancia y mucha empatía con las necesidades de la comunidad LGBTTTI, porque esta compañía al final de cuentas es un vehículo para tratar de construir un mundo mejor”.

Guerreros por la danza

Encontrar a jóvenes con la disciplina y constancia adecuada es lo que busca Carlos Antúnez en aquellos que quieran formar parte del proyecto México de Colores.

“Es como ir al gimnasio, todos se inscriben y ya cuando ven que es una friega dejan de ir, la compañía sí tiene una parte divertida y glamorosa, hay aplausos y reconocimiento, pero la parte del esfuerzo supera por mucho todo lo demás”, afirmó su director.

Alberto agrega que uno de los lemas que tienen entre ellos es que “para verse como princesas, hay que sudar como cargadores”. Para él, México de Colores es fuerza, amor y compromiso, tres cosas que considera importantes para poder ser parte del proyecto.

Antúnez no vaciló en decir que para querer unirse a la compañía de danza se necesitan valientes de verdad.

No creo en el talento, yo creo en la disciplina, en la constancia y en el esfuerzo. Lo que aquí se busca y necesita son guerreros
Alberto SalgadoFundador de México de Colores

 

Sé parte de México de Colores

De acuerdo con el director de la compañía, será el próximo 27 de julio que llevarán a cabo audiciones para los que estén interesados, y sugirió que estén pendientes de sus redes sociales. En Facebook los encuentran como @ciamexicodecolores y en Twitter, como @MEXICODECOLORES.

Además, este 27 de junio, México de Colores celebrará su octavo aniversario en el Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris, con repertorio de la compañía y con dos estrenos que son Las chavas del ocho y La Noche Anterior con música de Oaxaca.

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