Horror y danza con acento italiano

11 de Ene, 2019

La pasión por el baile, por sumergirse en cada movimiento de su cuerpo y electrizarce con sus pasos, fue lo que llevó a Susie Bannion a dejarlo todo en su natal Ohio, Estados Unidos, para entregarse por completo a la danza en una academia de Berlín Oeste, Alemania.

El hermetismo al interior de este grupo dancístico estaba marcado por el rigor y la disciplina de Madame Blanc, quien dirige la compañía. La intriga y el misterio que rodean al grupo de mujeres bailarinas no le importó a Bannion con tal de seguir bailando.

Pero cuando la joven estadounidense se enteró de la desaparición de Patricia Hingle, otra estudiante de danza, y empezó a tener pesadillas que la atormentaban, fue que vislumbró la terrible verdad del matriarcado, que tras su fachada de artistas, se escondía un aquelarre de hechiceras.

Bajo esta premisa fue que Luca Guadagnino realizó Suspiria, largometraje inspirado en la película del mismo nombre que hizo, en 1977, Dario Argento. Trayendo una historia retorcida marcada por el horror y la violencia sobrenatural.

Con un reparto encabezado por Tilda Swinton, como Madame Blanc, además de Dakota Johnson, quien interpreta a Susie Bannion, y Chloë Grace Moretz en el rol de Hingle, es como se sostiene esta ficción en la que se empodera al rol femenino, ya que prácticamente no existen los hombres a cuadro

Después de haber cautivado con Call Me by Your Name (Llámame por tu nombre) en 2017, Guadagnino dio un giro estrepitoso por completo hacia el género giallo —thriller de horror italiano— logrando cumplir un sueño que tenía desde su infancia: el hacer su propia versión a partir de la de Argento.

“Estaba aterrado y excitado por su descaro, su formal atrevimiento, la música, el evocador poder del concepto de las brujas. Esta película tuvo un impacto tan enorme en mí que empecé a pensar ‘quiero verla otra vez. Quiero leer más sobre ella’”, aseguró el cineasta italiano, a través de un comunicado.

Después de causar escozor internacional y dividir a la crítica, Suspiria llegará a México este fin de semana, a las salas comerciales.

La cinta de horror intentará recuperar su inversión de 20 millones de dólares.

Experimento carmesí

Lejos de ser una copia fiel de lo realizado por Argento, Guadagnino tomó los elementos que creyó necesarios para hacer su propia Suspiria, dejando fuera lo gore o el exceso sangriento del cineasta italiano de horror.

Swinton ha declarado en varias ocasiones que la visión de Guadagnino es como si fuera una reinterpretación de una canción original, como un cover que se desprende a su manera, teniendo su propio sonido y autenticidad.

“El impulso de hacer esta película viene de un profundo afecto por el incomparable clásico de Argento. Estoy muy feliz de que Luca finalmente haya materializado lo que había empezado a visualizar hace tantos años”

A diferencia de los colores cálidos y estridentes de Argento, Guadagnino se fue hacia una paleta de tonos sombríos, guardando los contrastes rojizos para la última parte del filme, en la que la danza desata un ritual inesperado entre las matronas, volviéndose un momento experimental a cuadro.

Tilda Swinton: talento por tres

El papel de Madame Blanc que tiene Swinton es el encragado de marcar carácter y liderazgo al interior de la academia comandada por mujeres, pero aparte de este rol, la actriz también interpretó a dos personajes más, que gracias a la magia del maquillaje son prácticamente irreconocibles.

Durante el rodaje y todavía meses después de concluir la producción, se había dado a conocer la contratación de Lutz Ebersdorf, un hombre desconocido y sin formación actoral para encarnar al doctor Josef Klemperer, un psicoterapeuta de la tercera edad que trata a Hingle y cree en su conspiración de brujería.

Pero después de que circularon rumores cercanos al estreno del largometraje en octubre pasado, sobre que ese adulto mayor no existía, fue que Swinton reveló que ella estuvo detrás del alias de Ebersdorf todo el tiempo.

Además, quien se disputa la cabeza del ensamble de danza con Blanc, la Madre Helena Markos, una anciana creadora del grupo de baile de la que sólo se habla, pero no está presente en la mayor parte del filme, también Swinton se enfundó en esa actuación especial.

El toque Yorke

Guadagnino no sabía qué tipo de tonalidad musical le iba a impregnar a Suspiria, tomando en cuenta que raramente utiliza a algún compositor para orquestar sus filmes. Él reconoció que sí quería tener su propio fondo melódico, que causara perturbación en la audiencia.

Fue así como le propuso a Thom Yorke, vocalista y compositor de Radiohead, que se sumara al proyecto. El músico nunca había realizado un soundtrack, por lo que este fue su debut en el séptimo arte

“Thom tiene profundidad y una dedicación absoluta a su música, y también una incansable curiosidad que hacen de él la voz musical de nuestra generación. Al mismo tiempo, es alguien que nunca se ha sentido intimidado por la música implacable y perturbadora. Sabía que sería el autor adecuado para crear la música de nuestra película”, agregó el cineasta.

El resultado son piezas hipnóticas que se acompasan con las imágenes disruptivas que creó Guadagnino, mostrando una atmósfera de miedo, misterio e intriga en distintas partes de la ficción.

Las secuelas pendientes

El realizador italiano no descarta en un futuro hacer una precuela de Suspiria, en la que explore más sobre el origen de las matronas brujas. Además de esta idea, también tiene pendiente la secuela de Llámame por tu nombre, la cual empezó a gestar desde que se estrenó la primera parte, teniendo el apoyo del reparto y del escritor de la novela homónima, André Aciman, quien ya se encuentra escribiendo la continuación narrativa.