Héctor Infanzón conmemora 45 años de su camino musical y lo celebrará con un concierto en el que interpretará los temas más representativos

Héctor Infanzón celebra 45 años de carrera con un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris

Héctor Infanzón conmemora 45 años de su camino musical y lo celebrará con un concierto en el que interpretará los temas más representativos de su trayectoria, en el cual la noción del juego es el fundamento de la creación

El pianista y arreglista mexicano Héctor Infanzón pasó su infancia en el Centro de la Ciudad de México, en un edificio de San Juan de Letrán, que se caería posteriormente por el temblor de 1985. Su mirada inquieta e, inevitablemente, su sentido del oído estaban maravillados por el esplendor que se apreciaba en las calles de aquel México.

Pregones de los vendedores ambulantes y los cláxones eran para él una especie de cantos y melodías que, hasta el día de hoy, lo siguen maravillando para seguir creando.

“La temática de mi música tiene que ver con la ciudad, nací en el Centro, me crié ahí y todo el tiempo ha sido motivo de inspiración. Mientras más salgo y conozco otras ciudades, más me gusta mi país; las historias que me gustan contar son y tienen que ver con mi apreciación personal sobre esta hermosa ciudad”, relata el también productor musical a Reporte Índigo.

En enero iniciará la grabación de un nuevo disco, del cual presentará el 3 de septiembre un adelanto

Empieza el juego de la creación

De esta forma, agradecido por todos los aprendizajes que ha obtenido a lo largo de 45 años de trayectoria musical, Héctor Infanzón celebrará la vida y la creación con un concierto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris este sábado 3 de septiembre.

En entrevista, declara que no hay mejor lugar que el recinto de Donceles para celebrar su carrera. Si bien durante todo el año se presentó en otros lugares para realizar esta conmemoración, el 3 de septiembre coincide con la fecha en la que empezó a estudiar música.

“Haré una semblanza de todo lo que he hecho, incluyendo música nueva; mi orquesta, bailarines, actores y trabajo multimedia me acompañan en esta historia. Con temas que tienen sentido de ocupación y preocupación social, del México que fue y del que quiero”, explica.

El concierto lleva por título Héctor Infanzón Orquesta ¡Juega! pues, el pianista declara que la música siempre le representó un juego.

“Cuando decidí dedicarme profesionalmente fue un estudio diferente, pero el juego previo es el que me encantó y añoro. El sentido de este espectáculo es el de no olvidar la imaginación, el hecho de jugar con cualquier objeto y que los sueños son el motor de la creación y de la creatividad”, comparte.

Éxitos como “La botica de Don Carlos”, “¡Azúcar!”, “Singapur” y “Las rumberas” son algunas de las piezas que sonarán en el Teatro de la Ciudad.

Más allá de ser un homenaje para el pianista mexicano, Infanzón dice que es un encuentro para celebrar a la música y agradecerle por todos los buenos y malos momentos.

“Es un mensaje desde mi experiencia para compartirlo de manera universal, acompañarnos de música, para soñar y seguir jugando. Es un homenaje a la niñez, y a la imaginación con la reflexión de que no dejemos de sorprendernos de la vida, tomársela más ligera porque tenemos una sola oportunidad y hay que aprovecharla”, indica.

Este mensaje toma aún más fuerza después de 2020, cuando el mundo vivió el periodo más complicado debido a la pandemia por COVID-19.

Infanzón tradujo esta experiencia a sonidos en dos discos: Días sin tiempo, a raíz de tener la sensación de que no había temporalidad y Tres historias concertantes, junto con la Orquesta Sinfónica de la Radio Nacional de Bulgaria, los cuales son producto del encierro.

Por lo que un festejo, en el cual evoque sus experiencias y la gratitud por la vida, es lo más adecuado.

Héctor Infanzón Orquesta ¡Juega! se realizará el 3 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, a las 19:00 horas

Los sonidos del presente de Héctor Infanzón

Además de recordar y rememorar la ciudad en la que creció y vivió. Por ejemplo, en otro de sus más recientes discos, Citadino, el pianista recopiló gran parte de las armonías que fluyen a diario en la llamada ‘selva de concreto’ y que lo hacen recordar su niñez en el Centro de la Ciudad de México.

“Salir a la calle es escuchar los sonidos del coche, el tránsito, armonías aparentemente desordenadas que a mí me parecen muy interesantes. En el fondo oigo unos huapangos, el bullicio de la gente caminando, voltear y ver la Torre Latinoamericana, al otro lado Bellas Artes, fue muy fuerte para mí; en la adolescencia recopilé estos sonidos, siempre los vi como una oportunidad de hacer música y la asocio con mis vivencias para traducirlas en música”, recuerda.

El compositor expresa que mientras más estudia la historia de la Ciudad más se maravilla, no termina de conocerla, pues siempre está llena de sorpresas.

“Una de las cosas que hago es cerrar los ojos y dejarme impregnar por la sonoridad que me salte en ese momento, la grabo y, a veces, la traduzco en música. Lo que la gente podría considerar como un ruido para mí puede ser un gran elemento para realizar una composición y me encanta; la ciudad siempre me ofrece historias de toda índole”, explica.

“Me siento contento, honrado y, sobre todo, muy agradecido con la vida, con las personas que me ayudaron en el camino, haciendo siempre proyectos, inventándose nuevas ideas y formatos”
Héctor InfanzónPianista

En los últimos años esa ciudad con la que creció ha cambiado vertiginosamente, recintos han caído, otros se han alzado y con ellos la sociedad también se ha tenido que ir adaptando.

Por lo que, actualmente, para Héctor Infanzón la Ciudad de México suena totalmente diferente, cuando la transita suenan cosas distintas.

“Los artículos que se venden son diferentes y eso pareciese cualquier cosa, pero no, suena a más gente. Es muy interesante lo que ha estado cambiando y eso también es otro México que se ha transformado, hay que apreciarlo porque este es el tiempo que estamos viviendo, los personajes que han desaparecido.

“Me suena a esta modernidad, una hibridez más agresiva, pero son los sonidos de estos tiempos y habrá que traducirlos, honrando a los lugares que ya desaparecieron, están a punto, o se resisten a desaparecer y es conjuntar lo que uno vive con la añoranza, pero no que quedo ahí, me gusta seguir viviendo el día a día, aprendiendo y apreciando a la ciudad con sus nuevas sonoridades”, reflexiona.

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