‘El guardián entre el centeno’, la novela que inspiró al asesino de John Lennon

Luego de matar a John Lennon en Nueva York, Mark David Chapman confesó haber estado influenciado por el libro que narra las aventuras juveniles de Holden Caulfield

El cuerpo del compositor de Imagine se desangra en el suelo, acaba de recibir cuatro tiros en la espalda, a unos metros de él se encuentra sentado en la acera su asesino, Mark David Chapman, mientras intenta leer el libro que lo inspiró para asesinar a John Lennon; el nombre del texto es… El guardián entre el centeno.

La mañana del 8 de diciembre de 1980, Chapman salió de su hotel en Nueva York, antes de llegar al edificio Dakota compró una copia del libro escrito por J. D. Salinger en 1951, en el que escribió “Esta es mi declaración” y lo firmó como “Holden Caulfield”, el protagonista de la polémica novela.

El guardián entre el centeno narra la historia de Holden Caulfield, un adolescente de 16 años que tras ser expulsado de la preparatoria se dirige a Nueva York para visitar a su hermana, se trata de un joven misántropo que piensa que la mayoría de las personas son falsas e hipócritas.

La travesía de Caulfield inicia un sábado de diciembre en un Nueva York con ambiente prenavideño, nadie sabe que el joven esta está en la ciudad, deambula por las calles de la gran manzana hasta llegar al Central Park, en donde se pregunta una vez más a dónde irán los patos en invierno.

Aquel sábado 8 de diciembre, Chapman intentó copiar la travesía de Caulfield… se paseó por las calles de un Nueva York prenavideño, nadie sabía que estaba en la ciudad y al llegar al edificio de Lennon, justo frente a Central Park, se preguntó una vez más a dónde irán los patos en invierno.

El asesino de John Lennon pudo haberlo asesinado antes

Chapman pudo matar a Lennon o herir a su familia en varias ocasiones, primero al verlo descender de un taxi durante la mañana, después cuando la niñera de Sean Lennon lo sacó a dar un paseo, el sujeto se acercó al hijo del músico y le dijo Beautiful Boy en referencia a la canción de Lennon.

Cerca de las 17:00 horas, Lennon y Yoko Ono salieron del edificio Dakota, Chapman se les acercó, el músico británico estrechó la mano de su asesino y le autografió una copia del disco Double Fantasy, la pareja subió a su limosina y el hombre sólo los vio partir.

“En ese momento, mi parte buena ganó y quería regresar a mi hotel, pero no podía. Esperé hasta que regresó. Él sabía dónde van los patos en invierno y yo quería saberlo”, dijo Chapman una vez que fue detenido por la policía, sin oponer mayor resistencia, pues nunca intentó huir del lugar.

La limusina de Lennon regresó cerca de las 23:00 horas, el músico y su esposa se dirigieron a la entrada del edificio, pasaron al lado de Chapman, quien sacó un revólver de entre sus ropas y disparó en cinco ocasiones contra la espalda de su ídolo; sólo falló uno de los tiros.

“Estoy seguro que la mayor parte de mí es Holden Caufield, el personaje principal del libro. El resto de mí debe ser el Diablo”, dijo Chapman a la policía tres horas después de ser detenido afuera del edificio Dakota; la polémica sobre el libro estaba servida y no tardó mucho en explotar.

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Al ser expulsado de la escuela, el asesino de John Lennon se unió a una asociación cristiana en donde un amigo le recomendó el libro, una vez que terminó de leerlo supo que quería moldear su vida a imagen de la Caulfield, al mismo tiempo que generó una obsesión por la música de Lennon.

Aquella obsesión de Chapman por Caulfield y Lennon quedó plasmada en la cinta independiente Chapter 27, en la cual Jared Leto tuvo que subir 30 kilos para interpretar al asesino del músico, una película que recibió malas críticas, pero que hizo que Leto se ganará los aplausos con su actuación.

La película lleva por nombre Chapter 27, pues El Guardián entre el centeno tiene 26 capítulos, es decir, el director Jarret P. Schaefer intentó simbolizar el asesinato de Lennon como la parte final de la novela escrita por Salinger.

Este filme deja de lado a Lennon para mostrar un retrato psicológico de Chapman y muestra los días previos al asesinato, así como la obsesión del asesino con el libro. Sean Lennon calificó la cinta de ‘hortera’, es decir, corriente aunque intenta ser todo lo contrario.

Otras polémicas del guardián 

Esa no fue la primera vez que El Guardián entre el centeno estuvo involucrado en la polémica, pues desde su lanzamiento escandalizó a las buenas conciencias de los Estados Unidos al hablar libremente de la sexualidad en la adolescencia, la prostitución, el consumo de alcohol y tabaco, así como personajes que hablan sin tapujos; algo muy fuerte para la época.

Sin embargo, Chapman no ha sido el único que ha citado como influencia a El Guardián entre el centeno para cometer un crimen, pues John Hinckley Jr, el hombre que intentó asesinar al presidente Ronald Reagan en 1981, confesó estar obsesionado con el libro de Salinger.

Otro caso fue Robert John Bardo, quien en julio de 1989 asesinó a la actriz Rebecca Schaffer, a quien llevaba acosando durante tres años, al momento de disparar a quemarropa en contra de la artista, el hombre llevaba una copia de la historia de Caulfield.

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 Tras estos tres crímenes, algunos intentaron encontrar relación entre el libro y los asesinatos cometidos por la Familia Manson, así como en el magnicidio perpetrado por Lee Harvey Oswald en contra de John F. Kennedy, pero no hay pruebas contundentes de ello.

Otras más aseguraron que el libro fue creado por Salinger a petición de la CIA como parte de un programa de control metal, la teoría se reforzó cuando comenzaron a circular versiones de que el asesino de John Lennon, Chapman, había estado en un campamento de la Agencia Central de Inteligencia, sin embargo, la mayoría de esas hipótesis tienen un tufo conspiranoico.

Sobre el título del libro

El nombre del libro deviene de una reflexión de Caulfield en la que narra un sueño en el que ve a muchos niños jugando cerca de un precipicio, sin ningún adulto que los cuide, y cada que uno de los menores se acerca al borde, el joven sale de entre el centeno para evitar que caiga.

“Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno”.

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