Gilberto Santa Rosa seduce al Cervantino con su ritmo y sus canciones

El cantante protagonizó una noche llena de música en Pastitos, como parte de los 50 años del FIC. Entre baile, amigos y chelas, la gente vivió una verdadera fiesta latina
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
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Si bien el Cervantino es llamada la “Fiesta del espíritu”, el cuerpo no quiere quedarse atrás y, al ritmo de la música de Gilberto Santa Rosa, se mueve, vibra, suda y no se detiene.

Los gritos de la gente al unísono anunciaban que el concierto había empezado. El saxofón sonaba y el público aplaudía para recibir en el escenario de Pastitos al “Caballero de la salsa”.

“Como pajarillo amado que vuelve te esperé una mañana sentado ante mi ventana, mirando el campo más verde y al verte aparecer, entre las flores del campo, me llegó mejor tu canto, pues volví de nuevo a verte. Amor mío no te vayas”, canta Gilberto, mientras los celulares de cientos de personas inmortalizaban el momento.

Mientras la gente cantaba, Gilberto bailaba. Sus pasitos salseros enloquecían a los presentes que, ante la destreza del hombre de 60 años, no hacían más que rendirse ante él.

Un momento cumbre de la noche se vivió cuando el puertorriqueño entonó “Todo lo que sube tiene que caer”. “Déjala que siga yo la agarro bajando, yo la agarro bajando, yo la agarro bajando; déjala que siga yo la agarro bajando, yo la agarro bajando, yo la agarro bajando…”, cantaba Santa Rosa y la gente se grababa bailándola.

Gilberto Santa Rosa hizo de Pastitos una fiesta, con baile, chelas y amigos. Todos celebrando la vida, el regreso a los espacios públicos sin cubrebocas, sin miedo a contagios y, como dijo uno de los presentes “con un chingo de ganas de seguir viviendo”.

“La conciencia me dice que la debo olvidar y el corazón me grita que no puedo. La conciencia no sabe que no se puede hacer más cuando te vuelves preso de unos besos, de un te quiero, del deseo del corazón”, hizo que los corazones rotos expresaran sus sentimientos.

Vestido con saco gris y pantalón negro, Gilberto tomó el micrófono: “Buena noche a todos; estoy gustoso de estar aquí por primera vez, es la primera vez que venimos a Guanajuato y al Festival Cervantino, en sus 50 años. Muchas felicidades a los que componen esta gran familia”.

La noche siguió con un segmento de boleros, con más gritos y aplausos. Con algunas lágrimas de los presentes, quienes grababan audios y videos para mandarlos, ya sea a amigos o amantes. El punto era atesorar el concierto del “Caballero de la danza”.

“Un montón de estrellas”, “Sombra loca”, “Almas gemelas”, “Vivir sin ella” y “For Sale” hicieron que la gente no dejara de bailar. “Salud por el amor”, se escuchó gritar entre la gente.

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El saxofón sonó y Santa Rosa expresó “Prepárese, caballero, que aquí se vino a gozar; te hubieras quedado en casa si no viniste a bailar”-

El gran éxito llegó y para invitar a la gente el puertorriqueño comentó “Aquí no se deben saber la letra, solo saber contar hacia atrás…” y comenzó “Conteo regresivo”.

El final se acercaba y Santa Rosa Quiero invitó a cantar “No volveré”, “Perdóname”, “Que alguien me diga” y “Que manera de quererte”.

“Ha sido un placer para nosotros estar por primera vez en este distinguido Festival” y así el saxofón marcó el final.

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