Finitud  es la primera parte de lo que será una trilogía teatral, en la que el director abordará el proceso de la muerte, el duelo y la existencia. Foto: Especial

Finitud, obra que reflexiona sobre la vida y la muerte

La obra Finitud del dramaturgo y director Víctor Weinstock cuestiona el sentido de la muerte y la necesidad de creer en un ser superior que dé esperanza frente a una vida que se pierde tras un accidente automovilístico

El humano, al ser consciente de su propia muerte, lo puede volver más libre. Para el dramaturgo Víctor Weinstock se convirtió en una especie de consuelo, además de pensar que no hay un “más allá”, que las personas tienen un desenlace, no son infinitos.

Estas reflexiones surgieron a partir de la muerte del hijo de dos de sus conocidos y amigos, el actor Mario Zaragoza y la actriz Patricia Blanco, quien falleció de manera inesperada. De esta experiencia decidió escribir la obra Finitud, la cual se estrenará el 8 de mayo en el Teatro Varsovia.

“Pensé en el dolor que esas pérdidas provocan, pero lo admirable de todos ellos, de mí mismo, de mis propias pérdidas, de otras gentes cercanas, para aceptarlas, salir adelante y seguir viviendo. Escribí esta pieza para darme consuelo sobre la finitud, y tener esa conciencia me libera, me hace gozar más cada segundo de vida”, comenta Weinstock.

En entrevista con Reporte Índigo, el también director del montaje, asegura que llegar a estos pensamientos es algo, quizá, difícil de tolerar y asimilar, pero esto le ha dado la oportunidad de gozar más de su existencia, y saber que incluso el universo tendrá un punto final.

“Ese gozo también es parte de la obra, porque lo que buscan los personajes es salvarse a través de la alegría, del recuerdo, del tenerse el uno en otro y del amor. Claro que hay dudas, no es fácil ese proceso”, agrega.

Finitud se llevará a escena los lunes, a partir de 8 de mayo, hasta el 18 de julio, en el Teatro Varsovia, a las 20:00 horas

El camino hacia la aceptación

Finitud  es la primera parte de lo que será una trilogía teatral, en la que el director abordará el proceso de la muerte, el duelo y la existencia.

En esta primera parte, se expondrá cómo una pareja decide hacer un viaje por carretera; sin embargo, tras un desperfecto mecánico tuvieron que orillarse en una curva, mientras su hija duerme en el asiento de atrás.

Un camión sin frenos los sorprende y arrolla al carro. Ambos logran escapar ilesos, pero la niña y el camionero mueren al instante. Esta pieza tragicómica trata de las primeras horas inmediatas a dicho suceso cuando intentan explicarse su situación en el mundo tras una pérdida de semejantes proporciones, que los arrastra por los territorios de la culpa, el reproche y el dolor.

“No tuve que inventar, es algo que traía dentro desde hace mucho tiempo, son debates que existen en uno mismo. Para mí bastó trasladar estas reflexiones en cuadros, tanto existencialistas como absurdos, tal cual un retrato de la humanidad debatiendo consigo misma entre la magia y la razón, qué es la muerte,  el amor,  la vida misma.

“Con esa carga, se narra con pelos y señales cómo esta pareja, que no ha tenido una vida fácil, pasan por la muerte de su bebé y el proceso de su muerte y duelo”, explica Victor.

A pesar de plantear un tema complejo, Finitud también utiliza la comedia, no como una especie de burla haciala muerte, sino de la alegría que también, en medio del duelo, puede ayudar a las personas para recordar a su ser querido y seguir adelante.

“A mí y a mis hermanos nos pasó con la muerte repentina de mi padre, recordar su humor y los momentos felices nos salvó de no sufrir, y sufrir no significa que no te duela. Nos ayudó para no olvidarlo y sostener que la gente sí deja una huella, y hay que aprovechar eso”, explica Weinstock  sobre su experiencia, la cual, pretende también dejar con Finitud.

Sobre la compañía

Victor Weinstock creó la compañía Teatro de Fuego con el fin de mostrar que el trabajo en equipo puede ser una salvación para aprender a trabajar en colectivo.

“Cada vez que ensayamos sentimos que estamos alrededor de la fogata, como clan, sabiendo que no estamos solos y que el teatro no puede funcionar de otra manera. Pensamos que así es como se inicia el teatro alrededor del fuego y que el fuego tiene esa dualidad de dar calor y de consumir también lo que toca, ese ha sido el aprendizaje para todos”, cuenta.

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