Escritores crean antología inspirada en el Covid-19

Ante la urgencia de la pandemia mundial, el escritor y periodista Samuel Parra lanzó una convocatoria a través de Internet para reunir textos inspirados en la crisis sanitaria, la respuesta fue inminente y de 150 escritos, seleccionó 30; el resultado fue No somos islas

La creciente pandemia global puso en alerta al escritor Samuel Parra, a finales de marzo pasado, inspirado en el libro Sopa de Wuhan, que se hizo público por  Pablo Amadeo, profesor de Comunicación Social en la Universidad Nacional de La Plata, el literato mexicano decidió hacer su propia versión de la antología, pero extenderlo fuera del terreno académico.

A  contrarreloj y después de tres semanas de convocatoria abierta en redes sociales, fue que Parra reunió 150 manuscritos, de los que seleccionó 30 para hacer una antología titulada No somos islas, en reflexión a la frase que expresaba el poeta británico John Donne.

“En un principio nace como una necesidad de comunicación de saber qué es lo que estaba ocurriendo, primero, en otras partes de la República Mexicana, cómo a través de los grupos de Facebook, que son cientos, donde hay escritores amateurs, ensayistas y reporteros que tienen necesidad de comunicarse a través de las letras”, platica Parra, en entrevista con Reporte Índigo.

Para diferenciarse de Sopa de Wuhan, en donde colaboraron pensadores como Slavoj ZizekByung-Chul Han, entre otros, Parra apostó por textos menos académicos y con mayor sintonía social.

La respuesta trascendió México, llegó hasta España, República del Congo, Armenia, Rusia, Colombia, Perú, Argentina  e Italia.

No somos islas, que reúnen poesía, narrativa, cuento y ensayo, se encuentra disponible para descarga gratuita en el sitio SlideShare

“A juicio de que alguien más investigue y diga lo contrario, creo que podemos ser la primera antología que se hizo en México con autores de distintos países sobre el Covid-19, estamos ahorita en veremos, se hizo una propuesta al Fondo de Cultura Económica, a ver si están interesados en publicarla o nos ayudan a distribuirlo de manera digital, vamos a ver qué pasa”, comparte el escritor.

Universalidad en las letras de la pandemia

Algo que observa Parra en la actualidad es que la creatividad es volátil y esto ocurre en cualquier parte del mundo, muestra de ello fue No somos islas, en donde hay historias diversas, que los autores están deseosos de querer compartir con los lectores.

“Los temas son muy variados, hay desde una enfermera que está en España y muestra cómo es el angustioso momento de recibir a los pacientes y limitar a las familias o el relato de una joven que se queda sin empleo y decide atender una última oportunidad que es ayudando en la inseminación de caballos. También hay un catedrático de la Universidad Autónoma de Sinaloa que nos muestra cómo en el carnaval de Mazatlán, durante la quema del mal humor, se escogió al virus del Covid-19, antes de que fuera la pandemia que es hoy y no se pudo quemar, es algo irónico”, expresa el también editor.

Parra insiste en que sin el confinamiento y sin esta crisis de salud, las letras que hoy conforman la antología nunca hubieran existido, por lo que es menester el leer a estos autores internacionales y de México, para seguir reflexionando y pensar en los panoramas que ocurren en otras locaciones globales.

 “Mazatlán está muerto”

Como muchos escritores, Parra también busca sobrevivir de algo más que sea la redacción y publicación. Él atiende junto a su familia un negocio de comida en Mazatlán, ahora mismo, sólo cuentan con servicio a domicilio, por disposición oficial.

El hombre de 37 años describe el entorno de lo que se vive en la ciudad turística de la costa de Sinaloa, los hoteles están completamente clausurados y la vida ha desaparecido en su totalidad.

“El fenómeno del Covid-19 empezaba a hacer ruido a tres semanas de celebrarse la semana santa, donde teníamos el 100 por ciento de la ocupación hotelera, te estoy hablando de casi 12 mil cuartos aproximadamente”, recuerda.

Todavía se alcanzó a celebrar la Semana Internacional de la Moto, evento que cerró con el concierto de Caifanes el 15 de marzo, con un lleno total de alrededor de cinco mil personas, y entonces comenzó el cierre paulatino de hoteles.

“Los hoteles cerraron, la actividad turística falleció, la actividad pesquera deportiva también. Todas las compañías navieras cancelaron arribos a Mazatlán, qué puedo decir de los vuelos charteros, los autobuses, turísticamente Mazatlán está muerto, y la zona centro, donde está nuestro negocio, igual manera estamos con ventas al 30 por ciento”, revela Parra.

Después de Ciudad de México, Estado de México y Baja California, Sinaloa es el estado que sigue en las estadísticas rojas del coronavirus, presentándose más de 700 casos confirmados y más de 100 defunciones, según se observa en el sitio Verificovid.mx

Los 5 imprescindibles de la antología

Parra selecciona los escritos que considera que el lector debe seguir de cerca en No somos islas, sobre todo aquellos que se encuentran radicando fuera de México y ofrecen una visión distinta de la pandemia.

 

Salufa N’goma-Kadorho (República del Congo)
Poema “Coronavirus y catarsis: un cambio en la humanidad”

Slavi Avik Harutyunyan (Nagorno-Karabaj)
Poemario (11 textos en total)

María Magdalena Barreto (España)
Ensayo “Vivir no era lo que pensaba (covid19)”.

Agustín Cadena (México)
Cuento “La lluvia”

Patricia Martel Azar (Argentina)
Cuento “Amor a escondidas”

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