Es momento de mostrar los colores

28 de Jun, 2019

Si hay un animal al que se le relaciona directamente con la capacidad de pasar desapercibido en el medio, es el camaleón, una pequeña especie de lagarto que tiene la habilidad de cambiar de color para camuflarse, algo que también delata su estado de ánimo y es un mecanismo por el cual se comunica. Justo por esa característica, un monólogo escrito por el dramaturgo mexicano Óscar Liera se llama Los camaleones, texto que expone temas como la discriminación y la marginación a partir de una sociedad que esconde sus valores.

A 30 años de que Liera escribiera este texto, el director de teatro Adrián Darío Rosales, lleva a escena una adaptación del mismo, que en palabras de Tatiana del Real, productora y actriz de Los camaleones, “es impresionante, porque sigue siendo muy actual”.

Del Real interpreta a Laura, una chica que en plena celebración de Navidad decide compartir con su padre que es lesbiana. “Lo que te voy a decir es como una confesión que me hago a mí misma”, dice la actriz en escena.

“Si bien es un monólogo sobre una chica que confiesa su sexualidad ante su padre, después de una pérdida amorosa muy dura, creo que habla acerca de la libertad, que habla sobre de permitirnos ser quienes somos en realidad, más allá de los juicios o de los criterios de los demás individuos”, platica Adrián Darío.

El trabajo de adaptación que hizo el director de teatro se centró en cuestiones de estilo y expresiones, porque si bien es un tema muy vigente, Liera se caracterizó por utilizar un lenguaje demasiado regional, similar al utilizado en Mazatlán, Sinaloa, su lugar de nacimiento.

“La historia es un espiral que pese a que en los años 80 había un gran tabú con respecto a la homosexualidad, hoy en 2019 vemos que sigue siendo muy complicado el amor libre, el poder amar a quien uno quiera, pero sí hay unas cuestiones de lenguaje y de expresiones”, comenta Adrián Darío.

El montar Los camaleones fue para el director un regreso a sus origenes al estar en un foro de 70 personas, con características de un teatro mucho mas independiente, porque sentía que ya no estaba pudiendo “olfatear” ciertas cosas, además de invitar a la gente a amar de manera libre y a entender que eso va más allá de una cuestión de género.

Cuando el equipo leía y trabajaba el texto de Liera, dice Tatiana que se sorprendía de lo vigente que era, algo que la ponía triste, pero que también la motivaba a llevarlo a escena por la necesidad de seguir abriendo mentes.

“Me daba coraje, pero a la vez satisfacción, porque yo decía ‘si este monólogo que fue escrito en el 89 y ahora lo ponemos, podemos hacer entender a la gente que es algo normal’, para empezar quién dice qué es normal y qué no. Me va a dar mucha felicidad poder cambiar una vida, poder hacerlos entender”, señala la actriz y productora.

Salir del clóset, entre la presión y la decisión

“¿Por qué hay otros que tenemos que ser como camaleones?, cambiar de color para sobrevivir, porque si una mentira te permite sobrevivir, entonces, no es mentira, es como un camuflaje”, se pregunta Laura, en su departamento, frente a su padre.

Y es que el miedo hace que muchas personas oculten su identidad ante la sociedad, ya que las razones sobran, pero Del Real asegura que salir del clóset es necesario para que las personas alcancen la felicidad plena.

“Yo también tenía miedo y lo dije, cada uno tiene el derecho de decidir qué es lo que quiere, pero deben preguntarse: ¿Qué tanto eres tú, tú, tú, y qué tanto eres lo que te enseñaron tus papás, lo que la escuela dice, lo que la sociedad y la iglesia te enseñan que está bien, qué tanto eres un ser individual que tiene el poder de decidir?”.

Para Adrián Darío, cada persona tiene el libre derecho de decidir salir o no del clóset, porque reconoce que a veces existe una presión social para hacerlo cuando tal vez no se está listo, ya que cada individuo, dice, tiene sus propios procesos que deben ir mas allá de un forzamiento, tienen que ir ligados con la libertad de expresión.

“Es diferente la salida de un hombre y una mujer, ya que hay una serie de tabúes muy distintos y complejos. Creo que la mujer tiene que luchar con la cuestión de la cosificación durísimo, una salida del clóset femenina es híper erotizada y se pone mucho este cliché de ‘ah, claro, si una mujer se besa con otra no está mal, pero si dos hombres lo hacen, es asqueroso’, y claro que hay una carga pelyorativa hacia los hombres en ese sentido, pero también qué feo en la cuestión femenina que al externar tu amor, sea tomado como un fetiche erótico masculino, algo machista”, opina el director teatral

En una intimidad que da la combinación de la luz con la escenografía, Adrián y Tatiana están convencidos de que el público saldrá con el corazón sacudido y consciente de la importancia de ser felices, sin importar lo que pueda decir la gente.

No hay necesidad de explicar, es amor puro, por qué tenemos que juzgarlo. Creo que es muy importante que simplemente la gente deje de hacerlo y entienda que hay muchas formas de amor

Los camaleones se presentará el 30 de Junio y el 7 y 21 de Julio, a las 18:00 horas, en el teatro El 77 (Abraham González 77, colonia Juárez).

Momentos difíciles para el teatro y Los Camaleones

Tatiana del Real y Adrían Darío saben que el teatro está viviendo momentos complicados y más cuando se trata de obras independientes, por lo que invitan a que la gente apoye este tipo de proyectos.

“Creo que el teatro es algo vital y fundamental, el ámbito cultural es algo demasiado desdeñado por los gobiernos en general. Creo que el hecho de que la cultura no sea una prioridad política es algo bastante grave, porque finalmente el teatro es un espejo de la sociedad, es donde uno puede recibir una catarsis y puede entrar en conexión emocional”, asegura Adrián.

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